Diez indicadores no económicos, para seguir la economía
Los indicadores económicos habituales son el PIB, el desempleo, la tasa de inflación, los tipos de interés, etc. Pero existen otra serie de indicadores, que muchas veces, son utilizados por las instituciones más serias del mundo para tomar el pulso de la economía.
Antes de seguir leyendo piensa, ¿cuáles serían los indicadores que utilizarías para determinar si la situación económica es buena o mala, si no existieran los oficiales? Es posible que nos centráramos más en nuestro entorno, pero también en otro tipo de indicadores si, por ejemplo, quisiéramos poner un negocio que dependiera de la buena salud de las finanzas del público.
Seguir la economía con diez indicadores no económicos
- Las ventas de calzoncillos masculinos: este indicador fue utilizado por Alan Greenspan, presidente de la reserva federal durante mucho tiempo. Según él, las ventas de los calzoncillos son muy estables, en épocas buenas los hombres tienen muchas otras cosas en las que gastar el dinero, como ropa para los niños que crecen, para su mujer o para ellos mismos y además tienden a llevarlos hasta que prácticamente se desintegran por el uso. Por ese motivo, tanto si deciden que van a comprar más calzoncillos o si deciden que los que tienen han de durarles un poco más, se trata de un fuerte indicador sobre lo que está pasando con la economía.
- Los lápices de labios: propuesto por Estee Lauder en 2001, se dieron cuenta de que al ser un lujo asequible, las ventas subían en época de crisis.
- Los empleados sobrecualificados: si personas con titulación universitaria, estudios e idiomas trabajan sirviendo comida rápida u otros empleos de baja cualificación, lo más probable es que no lo hagan por gusto, sino porque no han conseguido encontrar otro empleo mejor.
- La afluencia de los restaurantes de comida rápida, si la gente empieza a dejar los restaurantes de nivel medio por comida rápida, más barata, estamos asistiendo a decisiones en tiempo real que expresan la confianza en la economía. Si en las calles comerciales empiezan a crecer las franquicias de bajo coste, es una mala noticia para la economia.
- El índice Big Mac, elaborado por el semanario británico The Economist, intenta ver lo apreciadas que están unas monedas frente a otras, utilizando un producto que está disponible en la mayor parte de los países del mundo y que es bastante homogéneo (aunque con bastantes excepciones, principalmente por motivos culturales y religiosos).
- El tiempo que se pasa en casa, suele haber un consenso en que los malos tiempos no son para estar fuera gastando, sino en casa. La TV por hora de uso ofrece un entretenimiento muy barato, por lo que si vemos a la gente comprando TVs nuevas de oferta, puede que no sea necesariamente una buena noticia. Lo mismo puede ser relacionado con la venta de carne gourmet para consumir en casa o de equipamiento de cocina, tal vez las familias estén intentando replicar en la intimidad a lo que están acostumbradas en restaurantes caros por una fracción del coste.
- Los materiales de construcción, en España los ladrillos, pero en Estados Unidos hay que vigilar la madera. Si se compran no es sólo que se esté construyendo nuevas viviendas, sino que la gente está reparando y mejorando las suyas.
- La edad media de los coches, incluída la de los coches de segunda mano. Cuanto más tiempo se aguantan, peor es la economía.
- El porcentaje de pasajeros en los asientos de primera clase, así como el porcentaje de vehículos de alquiler con conductor respecto al porcentaje de taxis. Cuanto mayor sean ambos, mejor va la economía, ya que ambos servicios son prácticamente el mismo, en lo básico.
- La venta de corbatas, en época de crisis es muy probable que los buscadores de empleo intenten llamar la atención con una buena corbata, mucho más barata que un buen traje. Especialmente importante las más llamativas.
Es cierto que muchos de estos índices pueden parecer superficiales, pero existen inversores, banqueros centrales y otros que están muy interesados en este tipo de indicadores para tomar unas decisiones u otras en las finanzas y la economía.