Obras y reformas: cómo planificarte adecuadamente para ahorrar
Puede que después de una mudanza no haya nada más agobiante que abordar una reforma en casa. ¿Qué queremos hacer? ¿Quién nos lo hará? ¿Cuánto tiempo durará? Y lo más importante: ¿cuánto dinero costará? Estas y más preguntas necesitarán de una respuesta para que la reforma termine en éxito. Planifica todo al milímetro y dedícale tiempo y, de esta forma, verás como tu casa queda reformada y perfecta sin gastar más de la cuenta.
Planifica todo al detalle
¿Reformo solo la cocina o también cambio las puertas? ¿Pinto? A estas y más preguntas deberás dar respuesta antes de iniciarte en una reforma de tu hogar. Debes tener muy claro de qué precisa la casa y, de esta forma, realizar todos los trabajos necesarios de una sola vez. Ten en cuenta que la suma de varias obras siempre será más cara que una sola más completa. No caigas en el error de que, una vez te hayan pintado las paredes, decidas quitar el gotelé. Tómate el tiempo necesario para planificar todo al milímetro. Una vez que ya sepas lo que quieres hacer, si de verdad quieres ahorrar, deberás salir a la calle en busca de los materiales que vayas a necesitar.
Busca ofertas de material (por ejemplo, sobrantes de obras mayores), acude directamente a las fábricas, recorre todos los outlets de fontanería, comprueba calidades (una buena pintura puede ser más cara pero necesitarás menos cantidad para cubrir la pared), etc. De esta forma eliminarás intermediarios y conseguirás abaratar el proceso. Si por falta de tiempo u otros motivos, no puedes realizar esta tarea, tómate tu tiempo a la hora de decidirte por un modelo de grifería o cualquier otro elemento que vayas a renovar.
En muchas ocasiones las empresas siempre nos muestran los mismos diseños, dejando de lado otros modelos existentes que pueden ser más asequibles. Por esto, dile que te enseñe todos los modelos que tenga. Planificar una obra también significa poner tu casa a prueba de golpes. Cubre las puertas para que no sufran golpes, los suelos con papel, tapa los conductos del aire acondicionado, etc. Ten en cuenta que una mala previsión puede suponerte un desembolso inapropiado en el futuro.
Respecto a cuál es la fecha perfecta para sumergirte en la obra, deberá ser en las temporadas bajas. Es decir, si quieres poner aire acondicionado, no esperes al verano, y si quieres instalar calefacción, no lo hagas durante el invierno.
Pide al menos tres presupuestos
Con las ideas claras, da comienzo la segunda fase: dar con buenos profesiones que se ocupen de la obra. Informarse y comparar es la mejor forma de dar con la mejor relación calidad-precio. Contacta, al menos, con tres profesionales para que visiten tu casa y te ofrezcan diferentes presupuestos. Si los materiales vas a ponerlos tú, pídeles que ellos solo incluyan la mano de obra.
Solicita presupuestos detallados y por escrito, y desconfía de presupuestos verbales y baratos. Una vez elijas el que más favorable te resulte, exige siempre un contrato donde se establezcan las condiciones y la fecha de finalización de la obra. Imagina que durante la obra tienes que irte a vivir a otra casa. No sería agradable ni para ti ni para tu bolsillo el que no cumplieran con la fecha prevista para finalizar las obras. Una buena forma de asegurarse su cumplimiento es estableciendo una cláusula de penalización sobre la fecha prevista para el término de la obra (por ejemplo, 50 euros por día de retraso).
¿Hará falta algún permiso del Ayuntamiento?
Puede que necesites algún permiso o licencia del Ayuntamiento para llevar a cabo tu obra. Las licencias varías en función del tipo de obra. Algunas necesitarás una licencia de obra mayor, en cuyo caso hay que presentar en el Ayuntamiento un proyecto firmado por un arquitecto.
Con obras mayores nos referimos a cuando se tienen que alterar la estructura del inmueble (muros de carga), alterar ventanas que den a la calle, etc. El resto de reformas se consideran de obra menor (pavimentos, alicatados, baños y cocinas). Para no cometer ningún error lo mejor es que te informes en el Ayuntamiento.
Piensa en el ahorro a largo plazo
En el proyecto en el que te embarques, debes tener en cuenta que este determinará el consumo de energía que se realizará en la casa. Por ello, un gasto que pueda parecerte “excesivo” hoy, puede que un futuro sea un ahorro sustancioso. Invertir en cerramientos de calidad, te ayudará a conseguir un aislamiento adecuado que hará que la temperatura interior se mantenga con el mínimo consumo de energía. Además, elije la calefacción que más te convenga y estudia la iluminación que precises para cada espacio de forma que no sea necesario encender más lámparas de la cuenta.
Aprovecha subvenciones y ayudas
Infórmate sobre las ayudas y subvenciones para la reforma del hogar. Conviene visitar la página web y las oficinas del Estado o de la Comunidad Autónoma en la que se es residente para que te cuenten todo sobre las ayudas que pueda haber vigentes. Ten en cuenta que hay más posibilidades de que existan en el caso de que se mejore la seguridad de un edificio, la eficiencia energética de la casa o si se trata de rehabilitar una construcción antigua.