El nuevo chip EMV de nuestras tarjetas
El chip EMV de las tarjetas, es el nuevo chip que presentan la mayoría de las tarjetas de crédito y débito que se integra dentro de la tarjeta como mayor medida de protección. EMV es un acrónimo formado por las entidades que se asociaron en un principio para su creación, Europay, MasterCard y Visa.
En 2002 Europay International SA fue absorbida por MasterCard. Más adelante, en 2004 se incorporó al proyecto JCB (Japan Credit Bureau) y American Express en 2009, por lo que la tecnología EMV aglutina la mayoría de tarjetas emitidas en el mundo.
Funcionamiento
Las tarjetas emitidas en un principio son compatibles tanto con el viejo sistema de banda magnética como con el nuevo chip EMV, por tanto si la operación se realiza en un establecimiento con un terminal de pago no compatible con el nuevo sistema el procedimiento será el de siempre. Pagaremos con nuestra tarjeta una vez que nos identifiquemos y tendremos que firmar un recibo.
Si el terminal con el que nos cobran (TPV) es compatible con el nuevo sistema se sustituirá la firma del recibo por el ingreso de un número PIN que nos habrá facilitado el banco. Dicho PIN es frecuentemente el usado en las retiradas de dinero en efectivo de los cajeros. Las compras realizadas por internet no han sido modificadas con la implantación de este nuevo sistema.
Las entidades financieras suelen aplicar las mismas medidas de seguridad que en los cajeros, es decir, el bloqueo tras introducir incorrectamente 3 veces el número PIN, como medida de protección ante robos y pérdidas de tarjeta.
Ventajas y desventajas en tarjetas con chip EMV
El nuevo sistema se encuentra regulado por el estándar internacional ISO/IEC 7816 y permite realizar la comunicación a través de complejos sistemas de encriptación DES, Triple-DES, RSA y SHA. O lo que es lo mismo, la tarjeta es más segura y más complicada de clonar.
Esto ha propiciado que a partir del 1 de enero del 2005, los responsables de los fraudes en el pago de las tarjetas con banda magnética sean los propios comerciantes, es decir, si cuando pagas resulta que te ha clonado la tarjeta el establecimiento y no el banco. Es el motivo por el que ya casi todos los comercios cuentan con los nuevos terminales preparados.
Como desventaja se podría destacar que el proceso de pago ahora tarda más tiempo debido a los cálculos criptográficos necesarios para realizar la comunicación con el chip.
Además ahora existe la posibilidad de que alguien observe el número PIN tecleado y duplique la tarjeta (la banda magnética nada más) para ser usada en un cajero, sin embargo, los bancos españoles que ya han enviado las tarjetas a sus clientes únicamente permiten al cajero funcionar con el chip EMV, imposibilitando este tipo de fraudes.
Hay que tener siempre presente que el sentido común siempre es la mejor protección para tus tarjetas.