Niklas Zennström: “Las startups europeas tienen que ser más ambiciosas”
Su experiencia como emprendedor y su trayectoria como fundador de empresas como Skype o Atomico, le han hecho ganarse a pulso el sobrenombre de gurú. Inversores y startups tiene sus ojos puestos en los movimientos empresariales del sueco que ha sido una de las primeras ‘estrellas’ del South Summit, evento que se celebró la semana pasada en Madrid.
Niklas Zennström es uno de los emprendedores y empresarios tecnológicos más importantes de Europa. En 2006 creó Atomico, un fondo de inversión en tecnología, con sede en Londres, que ya ha invertido en decenas de compañías de todo tipo, desde Hailo a Last.fm, pasando por la española Jobandtalent, una de sus últimas apuestas, donde su inversión es de US$42 millones.
Zennström llena auditorios escogidos, como hizo en Madrid durante la primera jornada del South Summit, y habla con la seguridad y el aplomo de los emprendedores que ya se han convertido en gurús. Y sin embargo, este sueco de 50 años cuenta que Atomico es “consecuencia de una frustración”. Allá por 2003, cuando lanzó Skype, hoy parte de Microsoft, notaba que algo fallaba: “Me encontraba con inversores que eran superstars, que eran muy agradables, pero no habían estado en mis zapatos”.
Zennström sí que ha llevado los dos tipos de calzado: el que se pasea por despachos en busca de dinero y de apoyo, y el que escucha al emprendedor y tiene que decidir si confía lo suficientemente en él para abrir su cartera y la de sus socios.
Skype, la empresa que ya siempre le acompaña aunque se desvinculase de ella definitivamente en 2011 (Microsoft pagó US$8.500 millones), no fue su primera gran aventura empresarial. Antes creó Kazza, una compañía de intercambios de archivos entre iguales (P2P) que fue utilizada básicamente para descargar canciones. Fue “disruptiva”, la palabra clave en el universo tecnológico, pero con eso no bastaba. “Disrupción es destruir, pero también crear. Nos faltó un buen modelo de negocio”, subraya.
Ahora Zennström peina el mundo de las startups en busca de oportunidades, liderando a 40 personas con oficinas en tres continentes. ¿Qué es lo que buscan exactamente? “No queremos copycats, queremos innovación, pero en lo que más nos fijamos es en la mentalidad de sus fundadores. Es lo que marca la diferencia. Tienen que ser visionarios y líderes, pero también buenos vendedores. La ambición es clave. No necesitan haber ido a las mejores universidades, pero sí tener algo especial”. Figuras como Steve Jobs y Bill Gates continúan, asegura Zennström, siendo las referencias.
Zennström repite con frecuencia la “escalabilidad”, un término surgido del entorno digital que se refiere a la capacidad empresarial de crecer drásticamente sin perder foco ni calidad. Es, explica, lo que lograron en su día Facebook, Google o más recientemente Uber. En su opinión, se necesita visión, experiencia, equipo, dinero, y, vuelve a insistir Zennström, ambición: “La situación de las startups en Europa, comparada con hace cinco años, es como la noche y y el día. Los avances han sido espectaculares. Pero queda convencerles para que piensen con más ambición, piensen global”.
El territorio a explorar es enorme, porque “en 10 o 20 años todos los sectores van a sufrir una disrupción”, tan drástica como la que ya han vivido dos mercados que Zennström conoce bien: la telefonía y la música.