Empoderar a las mujeres para incluirlas más en los servicios financieros
La inclusión de las mujeres en el campo financiero aumenta año con año. Sin embargo, aún es menor en comparación con la de los hombres. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), en México, más del 65% de las mujeres cuentan con al menos un producto financiero. Cifra que está por encima del 52% reportado en 2012, pero continúa por debajo del 72% de los hombres.
La segunda emisión de Women Talks, organizada por BBVA Open Innovation el pasado 14 de julio, fue el escenario idóneo para sostener un diálogo con Elba Valenzuela, Socia Líder de Asesoría Financiera en Deloitte Latinoamérica; Pilar García, Fundadora de Rastreator México; Marco Antonio del Río, Director General para el acceso a Servicios Financieros en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), y Carla Villarroel, Directora de Retail Development en BBVA México, quien fungió como moderadora. En este evento se abordó el tema de la desigualdad de género en el acceso a los servicios financieros en las mujeres, pues son ellas quienes toman las mejores decisiones en cuanto a compras en el hogar y son parte fundamental en la economía de México.
El acceso a servicios financieros empodera a la mujer
En 2021, la población total de México es de aproximadamente 128 millones de personas, de las cuales 51.2% son mujeres y 48.8% hombres. En los últimos diez años, las mujeres han ganado terreno en la participación económica en el país, con un crecimiento de 15.7 puntos porcentuales. Un aumento basado en mayores oportunidades para las mujeres en el mercado laboral y no como consecuencia del incremento de mujeres en edad de trabajar.
Al respecto, la fundadora de Rastreator México destacó que incluir a las mujeres en la cultura financiera no solo promueve el desarrollo de la economía en la comunidad, sino que “les permite tomar decisiones relacionadas con el presupuesto del hogar y con futuros planes de vida”.
Asimismo, la asesora en Deloitte, resaltó que existe un sentimiento de empoderamiento de la mujer al momento de acercarse a las instituciones financieras para obtener un crédito, pues finalmente les brinda confianza y lo viven como un logro. Además, ahondó en que una buena educación financiera es algo que se debería estar haciendo para toda la población en general, tanto para mujeres como para hombres.
Por su parte, Del Río recalcó que existe evidencia sólida sobre las externalidades (todo tipo de repercusiones para la sociedad) en el empoderamiento de las mujeres en dos rubros: el primero, en el hogar, donde las mujeres –que toman decisiones- tienden a privilegiar más que el hombre, los gastos de salud y educación que repercuten positivamente en sus hijos o hijas. El segundo, el social, pues cuando hay un grupo general que no está siendo empoderado para tomar decisiones autónomas de cara a la economía se está perdiendo talento, ya que impide a las mujeres realizar un emprendimiento y tiene consecuencias negativas en el crecimiento económico y la desigualdad de género.
Estrategias de género para incluir a las mujeres en servicios financieros
El estudio realizado por la ENIF arrojó que más de un tercio de las mujeres entrevistadas no contaban con servicios financieros, porque su ingreso no era suficiente para abrir una cuenta bancaria. También, se pudo observar que el producto financiero con mayor penetración entre las mujeres es la cuenta de nómina con 42%, 31% tiene una cuenta de ahorro o Afore (Administradora de Fondos para el Retiro); 0.7% participa en Fondos de inversión, y sólo 23% tiene una póliza de seguro contratada.
Del Río expresó que la “sensibilización es primordial para entender las necesidades de un grupo en particular: las mujeres”. Agregó que es fundamental que las empresas e instituciones financieras sean diversas, que haya mujeres, hombres, personas con discapacidades, grupos LGTB+ u otras comunidades y que las empresas tengan “empatía” refleja la diversidad de la sociedad actual. “Si las instituciones se deben a sus clientes y los clientes son diversos, tenemos la responsabilidad de reflejar esta diversidad”.
Por su parte, Valenzuela destacó que en 2019 Deloitte lanzó una campaña entre sus colaboradores llamada 'All in' con tres pilares: el primero, eliminar las brechas de género para que haya más igualdad. El segundo, incluir en la empresa a las personas LGBT+, y que sean contratadas por sus capacidades y no por sus preferencias o condición física. El último, cuidar la salud mental de sus colaboradores con cursos, talleres y pláticas. “Todo este trabajo ayuda a practicar la inclusión dentro de la empresa y se puede externar con familiares, amigos y conocidos”, enfatizó.
Para García es fundamental hacer campañas educativas con lenguaje inclusivo y que estén orientadas a la mujer, donde se apoye de manera más cercana el acceso a la inclusión financiera, generando confianza en el sistema laboral.
Del Río comentó que la CNBV, en colaboración con Women's World Banking y la Unidad de Igualdad de Género de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), desarrollaron una encuesta para entender cómo estaba el ambiente laboral en las diferentes instituciones bancarias.
Con la respuesta de casi 200 instituciones el resultado fue poco favorable, sólo 18% de las mujeres ocupan un puesto directivo, siendo que el 50% de sus colaboradores son mujeres.
El director de acceso a Servicios Financieros de la CNBV dijo que el estudio se publicará en septiembre de 2021 y abundó: “Claramente hay un problema social presente, lo que lleva a una oportunidad de desarrollo importante”, e hizo un llamado de acción a todas las personas invitándolas “a construir entornos favorables para el florecimiento humano, donde lo laboral se pueda balancear con la vida personal”.