La necesidad y el entorno impulsan la inclusión financiera de los migrantes mexicanos: 82% tiene cuenta de ahorro en EE. UU.
El libro “Subiendo la escalera económica: 20 años de inclusión financiera de la comunidad mexicana en Estados Unidos” busca describir, analizar, cuantificar y reflexionar sobre la situación y la evolución en los últimos 20 años de dos grupos con altos rezagos en inclusión financiera: 1) la población migrante mexicana, tanto documentada como no documentada, que reside en Estados Unidos, la cual asciende a cerca de 12 millones de habitantes; y 2) la población receptora de remesas en México, que se estima en alrededor de 8 millones de personas.
La obra es una colaboración entre el Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California San Diego (UCSD), Sin Fronteras IAP, el área de Educación Financiera de BBVA México y BBVA Research. Fue desarrollada por el doctor Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA México, y por el doctor Rafael Fernández de Castro, director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California San Diego (UCSD). Los 14 capítulos que conforman la obra se estructuran en cuatro secciones: 1) El estado actual de la inclusión financiera; 2) Las remesas como un catalizador de la inclusión financiera; 3) Iniciativas de inclusión financiera; y 4) Ventanillas de Asesoría Financiera.
La inclusión y la educación financiera pilar relevante para BBVA México
La publicación forma parte de las iniciativas de inclusión y educación financiera que BBVA México ha trazado como uno de los ejes relevantes dentro de su estrategia global. Esta colaboración demuestra el compromiso que la institución tiene por acercar conocimiento y herramientas básicas de educación financiera a la población mexicana, con el objetivo de que las personas tengan acceso a servicios y productos financieros de acuerdo con sus necesidades, fomentando el crecimiento inclusivo, reduciendo la desigualdad social y aumentando la bancarización de los mexicanos.
A lo largo de 13 años, el programa formativo de Educación Financiera de BBVA México ha logrado impactar a más de 14 millones de personas con cursos y talleres gratuitos. Al cierre del tercer trimestre de 2023, la cifra se duplicó alcanzando más de 14.2 millones, llegando a un total de más de 28 millones de personas beneficiadas con herramientas que les permitieron desarrollar las capacidades financieras, y así tener la oportunidad de aprovechar mejor sus recursos económicos.
En México, menos de la mitad de la población adulta (49.1%) tiene una cuenta de ahorro formal y se calcula que 81.9% de la población migrante mexicana tuvo una cuenta de ahorro en 2019
México es la 14va economía más grande a nivel mundial, pero ocupa la posición 87 de 145 en la tenencia de cuentas financieras entre su población de 15 años y más, de acuerdo con la base de datos Global Findex 2021 del Banco Mundial. Esto evidencia un claro rezago comparativo en la inclusión financiera del país. En México, menos de la mitad de la población adulta (49.1%) tiene una cuenta de ahorro formal de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021. En contraste, a partir de estimaciones de la Encuesta Continua de Población (CPS) en Estados Unidos, documentadas en el libro, se calcula que 81.9% de la población migrante mexicana tuvo una cuenta de ahorro o corriente en 2019. Así, el porcentaje de mexicanos con cuentas bancarias se incrementa solo por el hecho de estar en Estados Unidos. La necesidad de realizar el pago de la renta y de los servicios básicos (electricidad, agua, televisión de paga, etcétera) mediante una cuenta en Estados Unidos promueve la inclusión financiera de la población mexicana en ese país.
Si bien este porcentaje es alto en comparación a México, es inferior al 88.9% de tenencia de cuentas de ahorro entre la población migrante de otros países, y de 90.9% que tiene la población nativa. Es decir, la población migrante mexicana está mucho más bancarizada que el promedio de la población en México, pero aún tiene rezagos con respecto a personas migrantes de otros países o de la población nativa.
Para reducir la brecha de inclusión financiera entre la población migrante mexicana, las instituciones financieras del sector privado, el sector público y las organizaciones de la sociedad civil implementan programas y estrategias focalizadas a las necesidades particulares de los diferentes grupos de migrantes mexicanos distribuidos a lo largo de Estados Unidos. Uno de los programas más importantes son las Ventanillas de Asesoría Financiera (VAFs). El libro “Subiendo la escalera económica: 20 años de inclusión financiera de la comunidad mexicana en Estados Unidos” documenta los impactos, retos y oportunidades en la implementación de la VAFs en los consulados de México en Chicago, Illinois; Miami, Florida; y Fresno, California. Además, se presenta una evaluación integral del programa y algunas propuestas de políticas públicas.
Pese a esta desventaja, se observan avances intergeneracionales importantes entre la población migrante mexicana que llegó a Estados Unidos con respecto a sus hijas e hijos que ya nacieron en ese país. El libro refiere que 41.4% de los hogares en Estados Unidos compuestos exclusivamente por población migrante mexicana tenía una tarjeta de crédito en 2019. La tenencia de este producto financiero aumenta en los hogares mexicanos mixtos (con miembros de la primera y segunda generación) y en los hogares exclusivamente de mexicanos de segunda generación, a 59.1% y 57.8%, respectivamente.
De manera similar ocurre este avance intergeneracional con la tenencia de algún préstamo bancario. Entre los hogares exclusivamente de inmigrantes mexicanos, solo 5.9% tuvieron un préstamo bancario; mientras que en los hogares mexicanos mixtos y con solo miembros de la segunda generación, los porcentajes de tenencia de un préstamo bancario son mayores a 9%. Respecto a la aprobación de solicitudes de crédito, en los hogares con miembros únicamente de inmigrantes mexicanos, 30.5% declaró que le han rechazado una solicitud de crédito o no se lo otorgaron. Este indicador mejora mucho para los hogares mexicanos mixtos (19.8%) y para los hogares exclusivamente de mexicanos de segunda generación (7.6%).
Respecto a la inclusión financiera de los hogares en México receptores de remesas, se encuentra que hay evidencia de una correlación entre la recepción de remesas en México y la tenencia de productos financieros formales. Entre la población de 18 a 70 años receptora de remesas en México, 52.3% tenía una cuenta de ahorro formal, mientras que entre la población que no recibió estos recursos el porcentaje fue de 48.7% en 2021. Las personas receptoras de remesas pueden destinar una parte del dinero recibido para abrir una cuenta de ahorro formal, lo que les facilita tener una mejor administración de estos recursos.
De forma similar, 37.7% de la población receptora de remesas en México en 2021 tuvo un crédito formal, mientras que entre quienes no reciben remesas esta proporción fue de 32.0%. El hecho de interactuar con instituciones financieras al cobrar las remesas y de recibir ingresos de forma periódica por estas transferencias, les brinda más posibilidades de obtener un crédito formal a los hogares receptores de remesas.
Respecto del uso de canales financieros, 50.0% de la población receptora de remesas usó una sucursal bancaria en 2021, frente a 40.3% entre quienes no reciben este recurso en México. En 2021, 56.0% de los adultos receptores de remesas usó un corresponsal bancario, frente a 42.2% entre los adultos que no percibieron remesas. Para este último año, también fue comparativamente mayor el uso de cajeros automáticos entre las personas receptoras de remesas.
Sin embargo, se encontró que solo 47.6% de la población receptora de remesas fue usuaria de la banca móvil en 2021, cifra menor que entre las personas que no tuvieron ingresos por remesas, que fue de 55.3%. Muchas de las remesas en México se siguen cobrando en efectivo. Hay un reto tanto para las políticas públicas como para las instituciones financieras para lograr que la población receptora de remesas utilice canales financieros más eficientes, como la banca móvil.
El costo para el envío de las remesas a México es de los más baratos en el mundo y en América Latina. En entrevistas realizadas a la población migrante mexicana se encontró que 82.3% de los remitentes encuestados consideró que el costo de enviar remesas a México es barato o muy barato. El costo para el envío de una remesa de 300 dólares desde una tienda en Estados Unidos que se cobra en efectivo en México oscila entre $8 a $10 dólares, mientras que el costo por ese mismo monto desde una cuenta en Estados Unidos a cuenta bancaria en México se encuentra entre $3 a $6 dólares.
Claramente hay un área de oportunidad para disminuir el costo cobrado para el envío de las remesas: se debe de bancarizar principalmente a la población receptora de estos recursos en México. Una mayor bancarización de la población receptora de remesas en México se traducirá en menores costos para el envío-recepción de las remesas, en más recursos para los hogares y en más oportunidades de desarrollo para las comunidades de origen de la población migrante mexicana.
La publicación “Subiendo la escalera económica"
La publicación “Subiendo la escalera económica: 20 años de inclusión financiera de la comunidad mexicana en Estados Unidos” busca ser un insumo para que los diferentes niveles de gobierno, academia, instituciones financieras privadas y organizaciones de la sociedad civil pueden generar políticas y estrategias que promuevan un mayor nivel de acceso, tenencia, uso y salud financiera para la comunidad mexicana en Estados Unidos y sus familiares en México.
A través de catorce capítulos, se evaluaron las principales iniciativas de inclusión financiera para la población de los últimos 20 años desde una perspectiva transnacional y multisectorial. El volumen puede descargarse de manera gratuita a través de la página web de BBVA Research.
Jorge Terrazas, director de Comunicación e Imagen Institucional de BBVA México; Reyna Torres, cónsul general de México en Chicago; Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México y Rafael Fernández de Castro, director de Estudios México-Estados Unidos en la Universidad de California, San Diego.