Consejos para ahorrar en la ofrenda del Día de Muertos

Esta fiesta que honra a los difuntos forma parte de la identidad y cultura de un país vasto en tradiciones. Celebrar la muerte es una festividad colorida, mística, alegre y religiosa. La  forma de concebirla supone el regreso de las almas fallecidas al mundo de los vivos para convivir con los familiares y nutrirse de sus alimentos más gustados en vida.

Que la cartera no se quede en los huesos

Llevar  a cabo esta importante celebración implica una serie de gastos. Para colocar una ofrenda no existe un número determinado de elementos; sin embargo, hay algunos que son básicos. Si bien es importante celebrar a quienes ya no están en este plano terrenal, hay que considerar que se les puede recordar sin derroche.

Aquí se muestran dos consejos para celebrar el Día de Muertos sin perder de vista la importancia que tiene el ahorro para mantener una buena salud financiera:

1.- Comprar por mayoreo. Con esta opción se pueden realizar las compras a unos días de la celebración, solo se necesita reunir a un grupo de amigos y familiares que compartan esta tradición para hacer las compras necesarias. Algunos de los artículos que se pueden comprar en mayoreo son:

• Papel picado. Esta artesanía viste de colores los altares y se puede encontrar principalmente en mercados establecidos o ambulantes. Su costo depende del diseño y el tamaño, por lo que puede encontrarse desde 15 pesos la hoja. Para ahorrar, los mercados de abasto son una buena opción para conseguirlos a un mejor precio.

• Catrines y catrinas. Estas figuras que hacen alusión a las caricaturas de José Guadalupe Posada, se pueden encontrar en una gran variedad de materiales, colores y tamaños. Las hay de cartón que, en promedio, tienen un costo de 30 pesos, de papel maché, desde 250 pesos, o de barro que, de acuerdo con su tamaño y hechura pueden ir desde los 50 pesos hasta superar los 3 mil pesos.  Para ahorrar, siempre cabe la posibilidad de pedir un descuento de acuerdo con el número de piezas que se quieran adquirir.

• Flor de Cempasúchil. Es la flor de temporada directamente ligada a esta tradición ya que es la que adorna todas las tumbas de los cementerios y los altares. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), tan solo en Xochimilco, pueblo emblemático por la producción de esta flor, se produjeron para este año cinco millones de ejemplares, lo cual representó un aumento de 40% con respecto al año pasado. Se puede encontrar en ramo o en maceta y esta última, de acuerdo con su tamaño, se vende en los mercados desde 15 pesos y en los supermercados puede ir de los 40 a los 100 pesos. Una opción es que, si se vive cerca de la zona de Xochimilco, vale la pena visitar sus viveros ya que la compra se hará de manera directa con los productores o comprarlas en viveros locales o en mercados populares.

2.- Comparar. Otra forma de ahorrar es investigar en distintos establecimientos los precios de los productos para la preparación de la comida y hacer el comparativo entre los alimentos ya preparados o hacerlos en casa. Hay que realizar una lista que tome en cuenta todos los ingredientes, su costo, así como el uso de gas y tiempo de preparación, Aquí dos ejemplos de la comida más típica:

• Mole. Es uno de los platillos más tradicionales en las ofrendas y aunque el estilo depende de cada familia, en este caso se realiza de acuerdo con el gusto del difunto. Se puede encontrar en cualquier establecimiento, ya sea en pasta o en polvo. En los supermercados se le encuentra desde 60 pesos y puede llegar  hasta por encima de los 100 pesos (250 gramos). De acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) el precio promedio para el kilo de pollo en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey es de 85 pesos y dependerá de la cantidad que se quiera poner en la ofrenda.

• Tamales. Los hay de todos o casi todos los sabores y también estilos de preparación, por lo que su precio varía. Por ejemplo, en la Ciudad de México se pueden encontrar desde los 18 pesos la pieza (en hoja de maíz). En este sentido, si son únicamente para colocarlos en la ofrenda conviene más comprarlos ya hechos.