Peso mexicano estable, pero menos apreciado que en las últimas dos décadas
El tipo de cambio es una de las variables económicas que de acuerdo con Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA México, es más difícil de predecir. Sin embargo, su comportamiento en los últimos meses hace relevante el análisis de la moneda mexicana y es importante conocer cuál ha sido su desempeño frente a otras monedas emergentes y cómo será su comportamiento hacía el cierre de año.
En el artículo '¿Peso fuerte?', publicado en el periódico El Financiero, Serrano explica que en días pasados la moneda mexicana reportó 17.55 pesos por dólar que pese a ser su nivel más bajo desde mayo de 2016, claramente esta apreciación se vincula con el dato de inflación de abril en los Estados Unidos que fue de 4.9%, nivel que aún se considera alto contra la meta de la Fed de 2%, pero “confirma que el proceso desinflacionario está en marcha” y que el proceso de subidas de Reserva Federal llegó a su fin, y esa es la razón por la que el dólar se depreció de manera generalizada.
El economista precisa que “en lo que va del año, el peso ha ganado un 10% frente al dólar, como resultado no solamente de depreciaciones generalizadas del dólar, sino a que ha tenido un mejor desempeño relativo frente a otras monedas emergentes” y detalla que este comportamiento obedece a tres factores.
En primer lugar destaca que la mayoría de las economías emergentes definieron tener expansiones fiscales agresivas durante la pandemia, lo que no sucedió en México “por lo que nuestras cuentas fiscales lucen menos vulnerables” pero advierte que al existir un espacio fiscal adecuado el gobierno tenía la oportunidad “para dedicar recursos públicos a la protección temporal de los grupos más afectados por la contingencia sanitaria”.
“En lo que va del año, el peso ha ganado un 10% frente al dólar, como resultado no solamente de depreciaciones generalizadas del dólar”
Como segundo punto, Serrano señala que México es un país sin desequilibrios externos; es decir, “con un moderado déficit de cuenta corriente que estimo cierre este año en alrededor de 1% del PIB, menor al del resto de economías grandes de Latinoamérica y cuyo financiamiento no representa problemas, al grado que no se requieren flujos de portafolio para ello”, por lo que reconoce que es una fortaleza y que este bajo déficit de cuenta corriente se explica en parte por el exponencial crecimiento que han tenido las remesas, que se deriva de la estabilidad del sector laboral estadounidense.
El economista jefe de BBVA México explica el tercer factor como “el elevado diferencial de tasas de corto plazo entre México y Estados Unidos, que, ajustando por riesgo, hace de México uno de los países más atractivos para invertir en instrumentos de corto plazo”, es decir se refiere a la adopción de la estrategia de inversión llamada carry trade, “en la que inversionistas toman préstamos en una moneda con una relativamente baja tasa de interés para invertirlos en donde se ofrezcan mayores retornos”.
Para el economista, aunque existen estos factores que ubican a la moneda mexicana como mejor apreciada en comparación con el resto de las emergentes, tampoco determinan que el peso esté sobreapreciado. Explica que al analizar el comportamiento del tipo de cambio real de México y Estados Unidos, se puede establecer que “si bien el peso se ha apreciado respecto a su nivel de mayo del 2020, está más depreciado en términos reales que prácticamente todo el periodo 2000-2015”, por lo que asegura que el peso no está fuerte en comparación con las últimas dos décadas.
Serrano concluye que aun cuando se puede observar que el desempeño de la moneda mexicana seguirá siendo mejor que el de otras monedas emergentes, podría “depreciarse un poco y terminar el año en niveles en torno a los 18.50”, obedeciendo a una factible reducción en el diferencial de tasas entre México y EE.UU. Factores que podrían depreciarlo más serían una probable caída en los precios del petróleo, un conflicto del T-MEC, o bien algún candidato a la presidencia con propuestas que provoquen desequilibrios macroeconómicos que impacten al peso.
El artículo se publicó en El Financiero el 11 de mayo de 2023 y puede consultarse en este link.