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Análisis económico Act. 04 mar 2024

¿México y su política monetaria van por buen camino?

La política monetaria permite a las economías mantener su estabilidad; en ese sentido, México en los últimos años y derivado de diversos factores tanto internos como externos y  a través de su Banco Central ha trabajado en decisiones para hacer frente a las presiones inflacionarias, por ello cobra especial relevancia analizar si el país está en el momento adecuado para iniciar un ciclo de relajamiento monetario.

Banxico

De acuerdo con Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA México, en su artículo ¿Es adecuada la postura monetaria en México?, publicado en El Financiero, al cierre de 2022 la inflación subyacente del país se ubicó en 7.8% medida en tasa interanual y la general en 8.4%, en comparación con el año 2023 en el que se reportó una inflación general de 4.7% y la subyacente en 5%. “Es decir, si bien está todavía por encima del rango objetivo del Banco de México, la inflación es sustancialmente menor a la observada hace un año”.

En ese sentido, Serrano explica que los números antes mencionados de los cierres inflacionarios por año revelan que la inflación subyacente al eliminar los precios volátiles como los que corresponden a energía y alimentos frescos la ubican como “una tendencia inflacionaria de mediano plazo bastante más benigna que la observada hace un año”, pues incluso el último dato de esta variable económica en la segunda quincena de enero de 2024 muestra una inflación general de 4.9%, ligeramente elevada y que se explica por la temporalidad en los aumentos a los precios agropecuarios.

“Es decir, si bien está todavía por encima del rango objetivo del Banco de México, la inflación es sustancialmente menor a la observada hace un año”.

Por lo que el economista destaca que “de hecho lo relevante del dato de la primera quincena de enero del presenta año es la reducción en la subyacente a 4.8% y en particular la bajada en la inflación de servicios de 5.4% a 5.2%, datos que refuerzan el proceso desinflacionario”. Señala que las expectativas inflacionarias del 2022 de mediano plazo en el periodo que comprende de uno a cuatro años por parte del Banco de México “han estado bien ancladas” ubicándolas en 4%, y en este año en 3.7%, lo que es congruente con el promedio de la inflación que se ha observado en dos décadas.

Para el economista, México es una economía abierta que está interrelacionada con Estados Unidos lo que ha sucedido en el entorno de la inflación en ese país ha sido fundamental para analizar y determinar el comportamiento de los precios en México. Por lo que detalla que en 2023 la inflación general estadounidense se colocó en 6.4% y la subyacente en 5.6%, “mientras que ahora esas variables están en 2.3% y 2.6%, respectivamente”.

Serrano describe que para entender lo que ha sucedido con la política monetaria durante este lapso es importante que el análisis de las tasas de política monetaria sea a través de las ajustadas por inflación. “Así, mientras que hace un año la tasa de real de política monetaria era de 5.3%, ahora está en niveles de alrededor de 7%”.

El comportamiento antes descrito de la política monetaria en el país se ha visto favorecido al observar un entorno con menor inflación, menores expectativas inflacionarias y menores presiones inflacionarias externas “pero con una postura monetaria que es más restrictiva de lo que era hace un año, cuando las variables citadas se mostraban adversas”, lo que para el economista es un factor que indica que “hay espacio para comenzar a bajar la tasa de política monetaria en nuestro país”.

Serrano precisa que aun cuando la inflación tanto en México como en Estados Unidos ha disminuído, sin que esto haya implicado un efecto negativo en la política monetaria, ni en el mercado laboral y al mismo tiempo significa que el choque inflacionario derivado de la pandemia “se debió a choques de oferta, explicados por los cuellos de botella que la contingencia sanitaria ocasionó” y probablemente “no se requería de una política monetaria tan restrictiva para disminuir las presiones inflacionarias”.

Y advierte que pese a que pueden existir nuevos choques de oferta y que implicarán aumentos en precios, no es momento de relajar la política monetaria, pero en lo que corresponde a México y Estados Unidos las condiciones si son propicias para que sus bancos centrales opten por un relajamiento monetario.

El artículo se publicó en El Financiero el 25 de enero de 2024 y puede consultarse en este link.