México y el desafío de disminuir la pobreza laboral
El país tiene pendiente generar más y mejores acciones para contrarrestar la pobreza laboral y sus causas, que de acuerdo con el último reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) a nivel nacional y al segundo trimestre de 2022 este indicador medido como el porcentaje de la población sin capacidad de adquirir una canasta básica alimentaria con su ingreso laboral, se ubicó en 38.3%, que significa una disminución anual de 1.6 puntos porcentuales.
Luis Antonio Espinosa Carrasco, economista senior de BBVA México señala en la columna “Inflación e informalidad, retos de la pobreza laboral” publicada en el periódico El Economista que los datos del Coneval revelan que un tercio de la población no tiene la posibilidad de costear una canasta básica, lo que resulta preocupante y sin duda deja ver que lograr una reducción en los niveles de pobreza en el país se ve aún lejana.
Espinosa destaca que “dos factores en el corto plazo se plantean como los principales retos para seguir en la senda de reducción de los niveles de pobreza: la inflación y el empleo informal”. En el caso de la inflación, se encuentra en un escenario preocupante con un nivel promedio anual de 7.8% al segundo trimestre de 2022, aumento que está golpeando a las familias de menores recursos, “ya que un incremento de precios podría significar pasar de una situación de vulnerabilidad a una de carencia”.
“Dos factores en el corto plazo se plantean como los principales retos para seguir en la senda de reducción de los niveles de pobreza: la inflación y el empleo informal”
De acuerdo con el economista, especialista en temas de desarrollo y políticas públicas “el daño se hace evidente cuando se observa que los valores monetarios de las canastas de consumo que determinan la Línea de Pobreza Extrema por Ingresos, tuvieron un incremento anual promedio en este segundo trimestre de 12.6% y 12.0% para el ámbito rural y urbano, respectivamente”.
En lo que se refiere a la informalidad, Espinosa explica que la mitad de la población ocupada, es decir el 55.7% labora en la informalidad, condición que desencadena menores ingresos salariales y falta de acceso a la seguridad social, que a su vez “generan condiciones de precariedad que posicionan a sus trabajadores en una situación de vulnerabilidad”, lo que se hace evidente en el último trimestre al observar la brecha entre los salarios formales promedio de $9,312 pesos y los informales de $4,524 pesos siendo estos últimos más propensos a “un mayor peligro de estar y caer en niveles de pobreza laboral”.
El economista de BBVA Research México puntualiza que desafortunadamente el panorama para ambos indicadores durante los siguientes trimestres muestra poca recuperación, en el caso de la inflación aún será elevada en lo que resta del año y se prevé que baje hasta el 2023. Detalla que con cifras de Coneval los ingresos de la población formal ocupada han tenido una mejor recuperación desde los niveles pre pandemia que los informales.
Es así como Espinosa advierte que ante el “contexto adverso, la política económica y social tendrá un papel central en los próximos trimestres para poder contrarrestar los efectos negativos de estos factores sobre el nivel de pobreza en México”, por lo que sugiere que en la actual revisión al Presupuesto de Egresos de la Federación 2023, se deben destinar más recursos a los programas sociales con mayor evidencia de contribuir a la reducción de la pobreza y por ende a mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, entre otras acciones de política económica y fiscal para proteger a la población más vulnerable.
El artículo se publicó en El Economista el 25 de agosto de 2022 y puede consultarse en este link.