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Análisis económico 19 nov 2021

México requiere impulsar un plan de infraestructura como Estados Unidos

Los proyectos de infraestructura que forman parte de la estrategia económica de los países son de alta relevancia, porque además de generar empleos e impactar en la economía también pueden propiciar beneficios en el entorno social, como es potenciar el tránsito tanto de personas como de carácter comercial, así como ayudar a mejorar el medio ambiente y disminuir la desigualdad.

Infraestructura

Carlos Serrano Herrera, economista en Jefe de BBVA México, destaca en la columna  “Estados Unidos va a potenciar su infraestructura; México debería seguir el ejemplo” publicada en el periódico El Financiero, como es que el gobierno del presidente estadounidense Joe Baiden está tomando la decisión de poner en marcha un ambicioso plan de infraestructura que traerá grandes oportunidades para ese país.

Serrano señala que el plan de infraestructura de Estados Unidos será por un monto de 1.2 billones de dólares, considerando dentro del proyecto la construcción de nuevos puertos, carreteras, presas, aeropuertos, transportes públicos y puentes. De implementarse correctamente traerá resultados positivos para el país como el aumentar la tasa de crecimiento económico, mejorar la infraestructura existente, principalmente la ferroviaria que se encuentra rezagada desde hace décadas contra la europea y la japonesa.

En ese sentido el economista detalla que tanto el tránsito de personas como de mercancías se volverá más eficiente, aumentando la competitividad de la economía. Señala que,“por otra parte, el programa contempla la inversión en infraestructura del futuro: se potenciarán las redes de autobuses urbanos eléctricos, las estaciones de carga para automóviles eléctricos y se transitará hacia fuentes de electricidad más limpias, como las eólicas y solares”. Con lo cual el país buscará disminuir la emisión de gases efecto invernadero y fortalecer su política de sostenibilidad.

El plan de infraestructura de Estados Unidos será por un monto de 1.2 billones de dólares, considerando dentro del proyecto la construcción de nuevos puertos, carreteras, presas, aeropuertos, transportes públicos y puentes.

De acuerdo con Serrano el plan de infraestructura también contempla una inversión para red de banda ancha que permitirá una cobertura de internet de alta velocidad para los ciudadanos, “lo cual hará que la economía estadounidense sea más competitiva en la era digital y, crucialmente, ayudará a combatir la desigualdad al procurar reducir la brecha digital”, por lo que el plan para el líder de estudios económicos de BBVA México “se traducirá en un mayor crecimiento, una mejor política ambiental y en menor desigualdad”.

Para el economista aun cuando hay quienes piensan que el plan podría tener efectos en la deuda pública y en la generación de presiones inflacionarias, considera que existen tres razones por las que estas preocupaciones son exageradas. “La primera radica en el tamaño y horizonte de implementación. El monto previsto equivale al 5 por ciento del PIB actual y se distribuirá a lo largo de 10 años. En promedio, implicará financiar cada año no más de medio punto de PIB en adición a lo que ya se invierte, lo cual no supone ningún riesgo en términos de sostenibilidad de deuda”.

En segundo lugar, Serrano explica que el plan de infraestructura se puede financiar con tasas de interés muy bajas, es decir que si “hoy las tasas de interés de corto plazo están en niveles cercanos a cero mientras que las de los bonos gubernamentales a 10 años están en 1.6%. Si asumimos una tasa de inflación promedio de 2% en la siguiente década (hay muchos quienes creen que será bastante mayor, lo cual refuerza el punto), el programa se puede financiar a tasas reales negativas”.

Y por último resalta que si el plan contribuye a incrementar la productividad por ende se generará un mayor crecimiento económico por lo que habría  un aumento en la recaudación fiscal y eso permitirá “financiar parcialmente el plan”. Por lo que considera que esta política es acertada y podría haber apostado por un monto más elevado.

Serrano precisa que México debería considerar crear un plan ambicioso de infraestructura, primero porque el estado actual de la infraestructura es lamentable y requiere una fuerte inversión, segundo porque existen ventajas competitivas que debemos aprovechar cuando se está dentro de cadenas de valor con la economía más grande del mundo y con mejor infraestructura que la del país. Tercero reitera que la infraestructura “puede ayudar a reducir la desigualdad y aumentar la movilidad social” y cuarto “porque es posible implementar un programa importante, de unos 4 o 5 puntos del PIB y financiarlo a largo plazo sin poner en riesgo la trayectoria de la deuda pública” y con posibilidad de aumentar la recaudación fiscal.

El artículo se publicó completo en El Financiero el 18 de noviembre de 2021 y puede consultarse en este link.