México no está exento de impactos económicos por el conflicto en Ucrania
Las guerras a lo largo de la historia han provocado impactos significativos en la economía. La iniciada hace un par de semanas entre Ucrania y Rusia en un momento en que la pandemia del Covid 19 sigue representando un estado de alerta en los países se sumará al difícil proceso de reactivación económica mundial, además de la lamentable tragedia que significará la pérdida de vidas.
Para Carlos Serrano Herrera, economista en Jefe de BBVA México el país no estará exento de vivir una serie de alteraciones económicas y detalla en la columna ‘La invasión a Ucrania tendrá consecuencias negativas para la economía de México’ publicada en el periódico El Financiero, que las sanciones económicas impuestas a Rusia por parte de países occidentales tales como excluirlo del sistema para procesar pagos internacionales, prohibirle colocar deuda en los principales centros financieros internacionales, incautar parte de las reservas internacionales del banco central ruso, así como el embargo de exportaciones de petróleo y gas por parte de Estados Unidos y el Reino Unido, impactarán su economía.
El economista explica que “el rublo se ha depreciado ya más de 40%, el banco central se ha visto obligado a más que duplicar la tasa de política monetaria y ya se tienen señales claras de que viene un aumento potente en la inflación. Las sanciones muy probablemente implicarán una contracción de la economía rusa este año aún mayor a la que experimentó con la pandemia”.
Asimismo, destaca que en el escenario global habrá repercusiones que podrían crecer si el conflicto se alarga. Serrano precisa que en principio el precio del petróleo se ha incrementado igual que el de otras materias primas porque Rusia es un exportador importante de metales y tanto Rusia como Ucrania de granos en especial de trigo, esto sin duda tendrá un reflejo en los niveles de precios. Además, las sanciones propiciarán cuellos de botella en las cadenas globales de valor que empezaban a “mostrar señales de recuperación después de haberse complicado enormemente por la pandemia, volverán a agravarse ya que el tránsito de mercancías por vía marítima se verá afectado por el conflicto”.
“Mayor inflación, menor producción manufacturera, y política monetaria más restrictiva, restarán impulso al crecimiento económico”
El líder de estudios económicos señala que los factores antes mencionados traerán mayores niveles de inflación y una política monetaria global que será más restrictiva lo que sin duda es contrario al camino de recuperación que estaba llevando la economía y advierte que “estos cuellos de botella y las sanciones también reducirán los volúmenes de comercio internacional”.
En lo que se refiere al impacto en la economía mexicana Serrano anticipa que aun cuando no existe una fuerte relación comercial con Rusia “solamente 0.1% del total de las exportaciones y 0.5% de las importaciones se realizan con ese país, al ser México una economía muy abierta y con vocación manufacturera se verá afectado por las repercusiones globales antes mencionadas”. Adelanta que la inflación se elevará porque los precios globales de los energéticos aumentarán y por ende elevarán el costo en el precio de la gasolina y el gas, y en caso de que el gobierno mexicano decida mantener el subsidio a los combustibles esto se traducirá en presiones para las finanzas públicas.
De acuerdo con Serrano la manufactura también podría verse con mayores cuellos de botella especialmente en lo relacionado con el sector automotriz, pues habrá “nuevos episodios de escasez de semiconductores, de paladio - insumo para los automóviles de combustión interna y del que Rusia es un importante productor - y de otras materias primas. Estos cuellos de botella también implicarán mayores presiones inflacionarias”.
Por el incremento significativo en la inflación el Banco de México tendrá una política monetaria más restrictiva lo que no garantiza que podrá controlar este aumento inflacionario al ser explicado por choques de oferta externos. Es así como Serrano puntualiza que “estos tres elementos: mayor inflación, menor producción manufacturera, y política monetaria más restrictiva, restarán impulso al crecimiento económico”.
El economista de BBVA México concluye que la guerra traerá mayor aversión global al riesgo, volatilidad financiera y por supuesto efectos en el tipo de cambio y en lo que compete a México debe centrarse en las oportunidades que podría significar el conflicto entre Ucrania y Rusia, así como de analizar los riesgos que traería aprobar la reforma eléctrica propuesta al Congreso en las condiciones que ahora está.
El artículo se publicó en El Financiero el 10 de marzo de 2022 y puede consultarse en este link.