Los jóvenes y la educación financiera en México
La aseveración de que los jóvenes son el futuro del país y del mundo es incuestionable. Son ellos quienes tendrán que tomar decisiones para su bienestar y el de los demás. En el ámbito financiero, es importante facilitarles el acceso a los conocimientos y herramientas que les permitan aprovechar al máximo los recursos económicos a lo largo de su vida.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018, en México hay 30.7 millones de personas entre 15 y 29 años; es decir, el 24.6% de la población es joven. El número aumenta a poco más del 34% si se considera la edad a partir de los 10 años, momento en el que ya existe una interacción frecuente con el manejo del dinero. Sin embargo, no ocurre así con los conocimientos y productos financieros, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018.
Uso de servicios bancarios
Cuando una persona se incorpora al mundo laboral y tiene su primer empleo, en muchos casos también se trata de la primera contratación de un producto o servicio en la banca. A pesar de esto, la ENIF 2018 indica que de las personas que perciben una remuneración por su trabajo, tan solo el 35.2% lo recibe a través de una cuenta o un cheque. Esta situación permite identificar la relevancia de trabajar con las pequeñas y medianas empresas (pymes), en ayudarlas en su proceso de digitalización y facilitar sus operaciones financieras, obteniendo también un beneficio para sus colaboradores, ya que recibir el pago de nómina de forma electrónica les facilita el acceso al crédito.
"Solo el 8.3% de la población encuestada afirma haber participado en algún curso sobre cómo ahorrar"
Administración de las finanzas personales
El primer paso para gestionar de forma adecuada los recursos personales o familiares, se inicia con la elaboración de un presupuesto que considere los ingresos y egresos en un periodo determinado. La ENIF refleja que más del 65% de la población no elabora un presupuesto o no mantiene un registro de ingresos y egresos. Destaca en la encuesta que aquellas personas que afirmaron llevar un presupuesto en casi el 60% se lleva el registro en forma mental. Aquí aplica el refrán “más vale la más tenue tinta que la más brillante memoria”. Una de las muchas ventajas de mantener un registro es su confiabilidad y que permite identificar aquellos rubros que presentan variaciones significativas advirtiendo así de una posible afectación importante que no se ha detectado.
El ahorro
Un dato interesante que refleja la ENIF 2018 es que el 78.5% de los encuestados afirma que el ahorro en México existe, ya sea de manera formal o informal. Esto representa una importante área de oportunidad en el desarrollo de habilidades para el ahorro, ya que las personas responden que prefieren mantenerlo guardado en casa o participando en una tanda. Esto puede entenderse ya que solo el 8.3% de la población encuestada afirmó haber participado en algún curso sobre cómo ahorrar, cómo hacer un presupuesto o sobre el uso responsable del crédito.
El reto de llevar a la juventud la educación financiera
Considerando que la ENIF 2018 abarca un gran espectro de la población al encuestar a personas entre 18 y 70 años de edad, los resultados reflejan la importancia de atraer a la juventud a los conceptos y conocimientos básicos de educación financiera. Hoy existe una gran diversidad de iniciativas, herramientas y cursos gratuitos, como los que ofrece BBVA México; a pesar de esto, el desafío actual es cautivar a los jóvenes a su estudio.
Para identificar los posibles caminos para lograrlo, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (CONDUSEF) convoca a los propios jóvenes a participar en un concurso que contemple el desarrollo de proyectos de alto impacto entre la población joven, con el tema 'Acciones concretas para acercar la Educación Financiera a las y los jóvenes del país' teniendo como fecha límite de entrega de las propuestas el 4 de noviembre de 2020.
La mejor forma de entender las necesidades y la visión de un joven es por medio de un contemporáneo, por lo que, aunado a la factibilidad del proyecto, la innovación y la creatividad de la propuesta, se pueden esperar iniciativas disruptivas de los jóvenes mexicanos.