Los bancos mexicanos prestan 44 mil millones de pesos más que los institutos públicos en lo que va del año
El Informe “Situación Inmobiliaria” de BBVA México, destaca que el Infonavit regresa a la senda de crecimiento en cuanto a la colocación de crédito hipotecario. En cifras acumuladas en el primer semestre de 2023 el Instituto originó 5% más créditos que en los primeros seis meses del año 2022, que representa 11% más en monto una vez descontado el efecto de los precios de la vivienda.
Sin embargo, hay que reconocer que el mercado hipotecario en su conjunto se ubica en la parte baja del ciclo económico, ya que el total de hipotecas disminuyó 4.1%, y el monto 8.6%. Este resultado se atribuye al alto incremento del precio de las viviendas, que simplemente reflejan el aumento en el costo de los materiales de construcción y de las remuneraciones a los trabajadores. Un factor adicional es que durante 2020 y 2021 se colocó más crédito para vivienda de lo esperado a un periodo de contracción económica, sobre todo en segmentos medios y residenciales, por lo que se sació parte de la demanda anticipadamente.
A nivel regional, únicamente diez entidades colocaron más crédito hipotecario bancario. La característica principal de estas entidades es su perfil turístico. Baja California es la punta de esta lista, con 21.3%, pero otras entidades con este enfoque como Sinaloa (17.3%), Nayarit (16.4%) y Guerrero (11.4); también Quintana Roo y Yucatán con avances de 3.4% y 3.2%. En estos estados el empleo formal privado ha tenido un desempeño favorable, pero también esta demanda se asocia a la inversión para aumentar las alternativas de hospedaje por medio de rentas cortas.
El estudio muestra que a pesar de que el número de créditos y montos de colocación para adquisición de vivienda de interés social ha disminuído en los últimos años, todavía hay una demanda potencial por vivienda de este segmento cercana a los 3.2 millones de viviendas. La mayoría se encuentra ubicada en las principales zonas metropolitanas del país, y si se cuenta la vivienda Popular o Tradicional construida entre 2020 y 2022 se tiene un porcentaje de cobertura del 15.8% a nivel nacional. Para garantizar la disponibilidad de vivienda de interés social se requieren políticas públicas que contribuyan a mantener los costos de adquisición y de producción principalmente en las zonas metropolitanas más pobladas.
En esta edición del Informe “Situación Inmobiliaria”, el análisis del sector Construcción presenta como principal cambio la actualización del año base del Sistema de Cuentas Nacionales de México que realizó el Inegi este año, práctica estándar internacionalmente para mantener la certeza sobre las cifras. Por lo que la mayoría de las cifras en las que se basa el análisis de este sector cambiaron de tendencia con respecto a la edición anterior.
De esta forma, el PIB de la Construcción crece 10.5% de forma acumulada al 2T23 en comparación anual. Esto como resultado de un avance del 78% por parte del subsector de Obra Civil y 1.4% en el caso de la Edificación. El resultado fuera de tendencia por parte de la Obra Civil se atribuye primordialmente al aumento de la actividad para la finalización de las obras emblemáticas y el incremento de casi el 20% en términos reales del gasto en obra pública para 2023. Aunque para el siguiente año se propone una contracción mayor en este rubro, que de aprobarse, se debería reflejar en este mismo subsector. Por lo que se estima una probable contracción para el 2024, aunque marginal.
El documento resalta que a pesar de la mayor actividad en el sector Construcción, la demanda por crédito bancario, comercial y de desarrollo, no se ha recuperado. El saldo a junio 2023 es de 641 mil mdp, 8.9% menos que el año previo. La menor inclinación por este tipo de fondeo se atribuye al alto costo del crédito que continúa conforme la política monetaria del Banco de México no se relaja, llevando a que la tasa de interés promedio ponderada de la banca a este sector continúe rondando el 13%. Aun así, la calidad de este portafolio se mantiene conforme la morosidad se sitúa por debajo del 2.5%.
Por último, el Informe “Situación Inmobiliaria" analiza la fuerte inversión en obra pública para revisar el efecto que estos recursos han causado en el PIB total estatal y en particular en el PIB Construcción también por estado. Lo primero que resalta es la alta concentración de estos recursos donde del 2019 al 2023, sólo dos entidades, a saber, Tabasco y Campeche, han captado más del 50% del gasto público por parte de la federación. Aunque de largo plazo, esto no es muy distinto, del 2015 al 2023, sólo habría que sumar a la Ciudad de México para alcanzar el 55% de este monto.
Esta alta concentración en dos estados con perfil petrolero se explica por esta característica, ya que 30% de todos los recursos del 2015 al 2023 están destinados a Pemex. Aun con estas alzas presupuestarias para obras públicas, el papel de la banca de desarrollo se sigue acotando en esta actividad económica específicamente. El saldo de la banca de desarrollo en crédito a la Construcción fue de 142 mil mdp a junio de 2023, mientras que en junio 2022 fue de 171 mil mdp, un descenso de 16.8% en términos constantes.
A nivel intuitivo, es de esperar que el gasto en obras públicas se refleje en el PIB de Obra Civil, pero la correlación entre ambos solo se puede considerar alta a partir del 2015; del 2009 al 2022 la correlación es de 45%, pero al tomar solo los datos del 2015 al 2022 se dispara por arriba del 90%. Con base en una estimación de datos panel, la aportación del gasto en obra pública el PIB Construcción estatal es nulo estadísticamente; en cambio el empleo formal privado en este sector sí resulta significativo estadísticamente a nivel estatal. Sin embargo, esto se limita a medir el efecto directamente en el sector Construcción a nivel estatal, pero la infraestructura que se generó podría tener efecto positivo en otros sectores como el energético o transportes.