Las voces de los que erigieron la Torre BBVA México
El icónico inmueble situado en la avenida Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, es la puerta de entrada al nuevo corredor financiero del país, donde los proyectos arquitectónicos de torres sustentables equipadas con tecnología de punta se hacen realidad. Dicha edificación tiene una gran historia que ahora puedes conocer de la mano de los expertos que hicieron posible el ambicioso proyecto.
El pasado 23 de septiembre, Jones Lang LaSalle (JLL), celebro un coloquio en el que participaron expertos como Enrique Baides, ex director de Proyectos Corporativos Inmobiliarios de BBVA México; Roberto Stark, director general de Stark + Ortiz S.C.; Agustín Caso, director general de Idea Asociados de México; y Arturo Bañuelos, director ejecutivo de Proyectos y Desarrollos de JLL México. El evento contó con la moderación de Grissel Orozco, directora de Innovación de Oxígeno Arquitectura.
La concepción de la Torre BBVA
Todo inicia con la definición de la estrategia del banco. Una definición con la que buscaba generar un cambio en las formas de trabajo y mejorar la forma de relacionarse con los clientes. Esto implicaba impulsar un cambio cultural importante en los modelos, para impulsar una manera de trabajar de manera más flexible y colaborativa. El objetivo del cambio era evolucionar a una empresa más ágil, eficiente, innovadora y más sostenible, explica Baides.
El proyecto se diseñó para albergar al personal que se encontraba repartido en las distintas sedes del banco y así poder trabajar lo más integrados posible. El resultado fueron las sedes de Parques Polanco, la Torre BBVA y el Centro de Procesamiento de Datos (CPD) en la Zona Esmeralda, en el Estado de México.
El proyecto
Una obra arquitectónica de estas dimensiones ameritaba ser sometida a un concurso con participantes nacionales e internacionales. El proyecto ganador resultó ser el que presentó LegoRogers (Legorreta en colaboración con Rogers, Stirk, Harbour + Partners). La buena amistad que existía entre los connotados arquitectos Ricardo Legorreta y Richard Rodgers permitió lograr un equilibrio entre ambas firmas que se vio reflejado en un entorno laboral sano, flexible y eficiente y que dio forma y vida a la destacada torre de color morado.
Agustín Caso habló sobre la concepción de los espacios, que fue llevada a cabo por IDEA Asociados en conjunto con Skidmore, Owings and Merrill (SOM). A partir de los estándares de trabajo definidos por el banco, se estableció un proyecto piloto en Madrid y uno en México, donde se probaron distintas marcas de sillas, mobiliario e iluminación a un nivel operativo. De esta manera querían garantizar su adecuado funcionamiento y facilitar el cambio de cultura que requerían los nuevos espacios de trabajo.
La ubicación del inmueble
Derivado de un estudio que inició en 2006 se llegó a la conclusión de que las sedes del banco debían de cambiar de lugar, explica Bañuelos. Por seguridad la institución no debía de localizarse totalmente en una sola ubicación, por lo que se debería de pensar al menos en dos espacios con entre cinco y seis mil personas cada uno. Finalmente se decidió que el lugar adecuado era en la zona de Reforma, ya que contaba con la infraestructura necesaria para proveer la demanda de servicios. Además, cuenta con las vías de acceso necesarias para el personal y de una variedad de opciones en el transporte público.
En conjunto con esta definición, el banco buscaba un lugar donde la densidad ocupacional fuera alta y que facilitara la interacción de los colaboradores. Los espacios de trabajo tenían que ser los adecuados, colaborativos, con facilidad de acceso a varios servicios y con espacios verdes. La integración de estos factores hizo que Baides definiera la Torre BBVA México como una ciudad vertical, donde la complejidad del equipamiento requirió operaciones que se debían resolver de forma quirúrgica. Como un ejemplo destacado, Baides citó la instalación de los comedores del edificio, donde las bandas transportadoras se debían mover de un piso a otro sin intervención humana.
El diseño estructural
Un inmueble de estas dimensiones genera mucha expectativa en cuanto al punto de vista de la seguridad estructural. Por ello, Stark explicó que el banco quería asegurar que las nuevas sedes fueran considerados el lugar más seguro que pudiera construirse.
En cuanto al terreno, se localiza en la zona del lago en la frontera con una zona de transición alta, por lo que presenta una menor sismicidad con referencia a otras zonas del centro de la ciudad. Para lograr preservar la estabilidad del edificio de 235 metros de altura fue necesario cimentar a una profundidad de 50 metros.
Durante la implementación se llevó a cabo una instrumentación sísmica ligada a un modelo basado en los planos y en la construcción de la Torre, lo cual permite que, ante un evento sísmico, los datos recopilan en tiempo real el movimiento de la Torre y con base en las más de mil simulaciones que se han realizado, se puede conocer en cinco minutos el estado del inmueble lo que permite determinar si es necesario evacuar o no. Este modelo fue puesto a prueba con éxito en los sismos de los últimos años.
Imágen incluida en el Libro "Torre BBVA Bancomer"
Tratándose de una ciudad vertical, la seguridad en cuanto a incendios es relevante. El inmueble cuenta con un sistema de última generación frente al fuego. Las escaleras internas cuentan con un sistema que permite su utilización por varias horas y así poder evacuar en caso de un incendio. Además, se cuenta con cortinas retardantes en cada piso. Una cualidad particular de la Torre es que las columnas, en la mayoría de los pisos, se encuentran rellenas de concreto, que sumadas a la pintura retardante hacen que prácticamente sean indeformables. Además, cuentan con detectores y rociadores de agua instalados en todos los pisos. Todo ello hace que los riesgos por incendio se lleven a su mínima expresión.
Un edificio sustentable
Desde la concepción del proyecto y en línea con la estrategia sostenible del banco, se estableció que el inmueble debía contar con una certificación LEED, la cual otorga la prestigiosa entidad del U.S. Green Building Council (USGBC). Baides explicó que para obtener una certificación de este tipo se deben considerar actividades que incluyen desde los procesos previos a la demolición de los edificios existentes y la construcción de los nuevos, hasta los procesos de optimización de energía, agua, iluminación, innovación y calidad de vida de los ocupantes. La Torre BBVA México obtuvo la máxima certificación al obtener el sello LEED Platino.
Finalmente, los participantes coincidieron que el éxito de la edificación de la Torre BBVA se debe a la gran calidad de talentos que participaron en todos los procesos necesarios para su realización, pero más allá de eso, sobre la extraordinaria coordinación y la creación de relaciones humanas que generó el proyecto, de tal forma que se puede afirmar que para muchos de ellos fue la “experiencia profesional más satisfactoria que han tenido al día de hoy”.