Las pensiones en México requieren mayores medidas para garantizar un retiro digno
En días pasados el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador presentó un paquete de reformas constitucionales entre las que considera una enfocada al sistema de pensiones. Una pensión debe garantizar un ingreso económico que permita a las personas un retiro digno, por lo que la propuesta ha cobrado relevancia en el análisis para conocer su planteamiento y el impacto que tendría a futuro de aprobarse.
El economista jefe de BBVA México, Carlos Serrano Herrera, explica que la propuesta de reforma expone el problema que representará para los trabajadores que se jubilen con el esquema de cuentas individuales (Afore), establecido en la reforma de 1997, porque los recursos que recibirán serán menores a los de quienes cotizaron en la ley de 1973 que entre otras cosas ofrecía un esquema mejor definido.
Serrano señala en el artículo ‘¿Es viable la propuesta de reforma al sistema de pensiones?’ publicado en el periódico El Financiero que “la tasa de reemplazo (es decir, la pensión como porcentaje del último sueldo) es en promedio de alrededor de 80% para los del segundo grupo mientras que será de alrededor de 27% para los de la “generación afore”. Claramente serán pensiones insuficientes y sustancialmente menores a los que tuvieron la suerte de empezar a cotizar antes”.
Es importante destacar que la reforma de 1997 pretendía alcanzar mayores saldos acumulados en las cuentas individuales
De acuerdo con el titular de BBVA Research México, la reforma propone que las personas que se jubilen a los 65 años y empezaron a cotizar después de julio de 1997 se puedan retirar con el último salario que perciban, “topado hasta por un monto equivalente al salario promedio registrado en el IMSS (aproximadamente unos 16 mil pesos mensuales)”. Por lo que es importante destacar que la reforma de 1997 pretendía alcanzar mayores saldos acumulados en las cuentas individuales; sin embargo, no se logró que existieran mayores aportaciones voluntarias “y que la competencia resultaría en comisiones más bajas”.
Otro aspecto relevante que precisa el economista sobre la razón por la cual se llevó a cabo la modificación constitucional en las pensiones de 1997, fue de “carácter fiscal conforme avanzaba la transición demográfica, quedó claro que un esquema de beneficios definidos ya no era viable”, ya que por las características del esquema estas se pagan por quienes están en edad laboral pero con el paso del tiempo se volvió inviable, ya que desde 1960 el porcentaje de personas en edad de trabajar representaba el 6% de la población y para 2022 se duplicó a 12% y esto seguirá creciendo en los próximos años debido a que la tasa de fertilidad seguirá bajando.
Para Serrano era necesario “migrar a un esquema de contribución definida considerando los cambios demográficos del país”; sin embargo, la reforma de 1997 no dio los resultados esperados, pero ha tenido un beneficio para el país que “ha resultado en mercados de capitales profundos que han contribuido a dar estabilidad macroeconómica y a financiar a la economía en condiciones competitivas”.
En lo que corresponde la propuesta que hace el ejecutivo federal, el economista jefe de BBVA México hace énfasis en que no es viable fiscalmente porque la propuesta se basa en la creación de un fondo de recursos económicos para cubrir esas pensiones que en el análisis sería insuficiente y al depender estos fondos de los jóvenes en edad laboral esto sería injusto ante el crecimiento de adultos mayores en el país.
La modificación constitucional en las pensiones de 1997, fue de “carácter fiscal conforme avanzaba la transición demográfica, quedó claro que un esquema de beneficios definidos ya no era viable”
Asimismo, explica que sería inequitativa por la marcada desventaja que tendrá con las personas que empezaron a cotizar en 1997 pues esos trabajadores no podrán jubilarse con el salario promedio de cotización como sucedería con quienes lo hicieron después de ese año, además de que las personas ya no tendrían un incentivo para hacer aportaciones voluntarias en el mercado de las Afores porque tendrían garantizada una pensión igual a su salario promedio de cotización, por lo que no habría interés en las comisiones son altas o en que los retornos sean bajos.
Serrano precisa que el problema de las pensiones tiene elementos que podrían ser revisados y tomar medidas para generar mejores resultados. Primeramente destaca que la reforma de 2020, “permitirá un aumento en las tasas de contribución del 6.5% al 15% del salario corregirá varios de los problemas mencionados”. Propone que se aumente la edad de jubilación, debido a que la esperanza de vida ha crecido y apunta que es relevante que se mejoren las condiciones del retiro para las personas pero sin que esto implique afectar a los más jóvenes o bien provocar inestabilidad fiscal.
El artículo se publicó en El Financiero el 8 de febrero de 2024 y puede consultarse en este link.