La Residencia Antonio Sánchez 2021, el sueño de muchos músicos hecho realidad
“Nunca he tenido duda del talento que hay en México, lo que falta es nutrirlo. Me quedé impactado por la cantidad de artistas que tocaron de lo mejor y que tienen una idea clara de lo que está pasando globalmente”, dijo el baterista mexicano Antonio Sánchez, quien, junto con cinco colegas, compartió su conocimiento con 77 músicos latinoamericanos, en la primera residencia Antonio Sánchez, que se realizó en la Ciudad de México.
En una entrevista con bbva.com, Sánchez resaltó que lo que hace falta en el país son puntos de referencia reales. Uno de los objetivos de esta residencia es traer a los mejores. “En la plataforma de YouTube puedes ver a los mejores músicos del mundo, pero es muy diferente que los tengas al lado tuyo, que los veas interactuar, que sientas como tocan su instrumento, que los escuches hablar”.
Un artista que comparte su talento
Para el baterista mexicano, 'el ego' es uno de los enemigos más potentes en el jazz que impide avanzar, así como en cualquier proyecto que se emprenda. Comentó que al entrar por primera vez a esta residencia se quedó conmovido de que los mejores músicos de México estaban ahí, sin ego y con ganas de aprender sin importar el nivel (alto o bajo) en el que estuvieran. “Todos los alumnos traían inquietudes muy generales, tenían sed y hambre por la información”, destacó Sánchez.
Exhortó a los músicos participantes a valorar su potencial y talento, “que es ilimitado”. Asimismo, añadió que hay que eliminar el chip mental que se tiene por complejo de inferioridad, y pidió compararse con los grandes exponentes de música por los cuales sienten admiración. “Con este cambio de mentalidad, será más fácil lograr lo que uno se propone”.
Durante una semana, del 2 al 5 de agosto de 2021, los alumnos pusieron toda su atención y tocaron música del baterista mexicano. Sin embargo, Sánchez solicitó a los estudiantes tocar música original, sin considerar los estándares con una idea predeterminada y que se ha escuchado en otras versiones, como la de Thelonious Monk, Charlie Parker y John Coltrane.
Además, el baterista compartió su filosofía con los alumnos: “No tocar por reflejo”. Resaltó que cuando un artista lleva tiempo tocando se tiene una considerable facilidad física, al momento de improvisar es porque se conoce la teoría y la técnica, lo que lleva a las manos a avanzar y a crear lo que saben hacer, sin pensar realmente en lo que están haciendo.
Una gran experiencia entre maestros y alumnos
El día 5 de agosto, se llevó a cabo un concierto entre los maestros con gran trayectoria en las más prestigiosas escuelas de jazz de Estados Unidos, como Thana Alexa en la voz, Miguel Zenón en el saxo, Kenny Werner en el piano, Adam Rogers en la guitarra, Noam Wiesenberg en el contrabajo, y Sánchez en la batería, quienes cerraron deleitando a los alumnos con su música.
Por su parte, los alumnos participantes, también tocaron acoples y standards con arreglos excepcionales. El ensamble de Sánchez tocó piezas originales. “Fue padrísimo oír mi música a través de las manos y los oídos de los estudiantes, todos ellos muy buenos”.
"Fue muy emotivo escucharlos tocar"
La residencia cerró con broche de oro en un espacio con las mejores condiciones para escuchar música, como el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (CENART). Los seis exponentes de jazz y los alumnos ofrecieron un concierto único. “Se sintió la energía por parte de los alumnos participantes, quienes mostraron cómo querían quedar bien con todo el mundo. Fue muy emotivo escucharlos tocar”, destacó Sánchez.
Sin duda, este intercambio entre maestros y alumnos contribuirá a que las vivencias adquiridas por cada uno de los participantes tengan la profundidad necesaria para generar un resultado a largo plazo.
Reencuentro post-covid con el público
El confinamiento por el COVID-19 vino a cambiar la forma de ver al mundo en muchos aspectos. Sin embargo, para un artista como Sánchez, este distanciamiento social lo hizo reflexionar sobre la relación artista-público, lo que lo llevó a que el regreso a los escenarios, el pasado julio de este año, lo hiciera con sus amigos Miguel Xenón, Donny McCaslin y Scott Colley, quienes forman el Antonio Sánchez Special Quartet, en una gira por países como Alemania, Croacia, Italia y Polonia.
En uno de los festivales más importantes de jazz en Europa, Vitoria-Gasteiz, en el que Sánchez ha tenido la oportunidad de presentarse a tocar en distintas ocasiones, al llegar a El Iradier Arena -Plaza de Toros-, le impresionó ver que el concierto lo daría en un espacio poco personal, ya que el jazz se toca en lugares más pequeños e íntimos, donde la acústica es muy importante.
Sin embargo, esto no desmotivó al músico: “Al empezar a tocar me hicieron sentir que estaba en un club jazz”. Miles de personas -todas con su cubrebocas- se apasionaron con lo íntimo de la velada. “Me di cuenta que en este regreso post-pandemia, todo el público estaba hambriento de música.”
La Beca de Arte BBVA hizo posible la Residencia Antonio Sánchez 2021
La Fundación BBVA México trabaja para impulsar el arte y la cultura. A través de su Beca de Arte brinda apoyo para la producción y promoción de iniciativas con trayectoria sobresaliente. DeQuinta Producciones es beneficiaria de esta beca en su cuarta edición, y fue la organizadora de esta residencia y brindó a músicos profesionales y estudiantes de jazz mexicanos una invaluable oportunidad de entrar en contacto con artistas de la escena neoyorquina.
Para el baterista, esta residencia es especial, por llevar su nombre y por realizarse en su país natal. “He realizado residencias como éstas en todo el mundo, pero no tan personales, por llevar mi nombre. El apoyo de la Fundación BBVA México y de DeQuinta Producciones, en colaboración con el CENART, fue una combinación de factores que hizo que la residencia saliera a pedir de boca”, puntualizó.