La obra de Fernando Andriacci se exhibe en la Torre Inxignia de Puebla
Desde los vibrantes paisajes de Cuicatlán, Oaxaca, hasta las galerías de Japón, Alemania e Italia, la obra de Fernando Andriacci ha trazado un camino único en el arte contemporáneo. En entrevista con BBVA México, este destacado artista multidisciplinario reveló cómo su pasión por los colores y la creatividad, cultivada desde su infancia, lo ha convertido en un referente internacional con exposiciones en algunas de las ciudades más importantes del mundo.
Desde niño, Andriacci mostró un profundo interés por el arte, ya que al igual que cualquier niño a él le gustaba dibujar y colorear; sin embargo, a diferencia de otros, tenía una admiración genuina por sus maestros de los talleres de pintura infantil, así como de los maestros de los talleres locales. A su corta edad también disfrutaba de visitar las galerías de arte que existían en su ciudad, así como de los museos. Este continuo encuentro con el arte y la pintura lo llevó a descubrir que le apasionaban mucho los colores, de tal forma que el artista afirma que "el color me atrapó y encontré en él una forma de comunicarme".
En aquel niño al que le fascinaban las exposiciones y los museos, creció un sueño muy claro: algún día poder exponer sus obras en una galería y poder compartir su pasión por la pintura con las demás personas. Este sueño fue superado por la realidad al poder llevar sus exposiciones más allá de su tierra natal, trascendiendo fronteras, océanos y continentes.
Superando barreras
Sin embargo, el camino para Andriacci no fue sencillo. Proveniente del campo en la región de la Cañada, una zona rural de Oaxaca, y posteriormente residiendo ya en la capital del estado, sus padres buscaban que cursara una carrera profesional. Para ellos, el arte era solo un hobby y no un medio para progresar. Andriacci afrontó la resistencia familiar hacia su vocación artística, en la que llegó a recibir comentarios como “te vas a morir de hambre”.
A pesar de este entorno, Andriacci comprendía que a él solo le importaba pintar, esa era su pasión, así que la siguió a pesar del entorno adverso. En retrospectiva, el artista comprende que los padres solo buscan lo mejor para los hijos y orientan según sus creencias, así que en las palabras del maestro no se percibe muestra de algún sentimiento adverso.
“Lo más importante como pintor o como artista es dejar escuela y dejar un poco de aprendizaje”
Al desarrollar sus habilidades mientras se abría camino, Andriacci también estudiaba en la Casa de la Cultura y en el taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo, y nunca perdió su compromiso con la comunidad. Esto lo llevó a fundar, junto a otros compañeros artistas, el Taller de Artes Plásticas Rodolfo Nieto, en Oaxaca, donde realizaban labor social y trabajaron para establecer talleres de pintura infantil y llevar el arte a colonias y lugares más retirados del centro de la ciudad. En un esfuerzo coordinado con el municipio, se pudieron pintar varios murales en lugares públicos, labor que, señala, fue fruto de un trabajo en equipo.
Lamentablemente, en algún momento de su carrera Andriacci fue víctima del plagio de sus obras, situación que decide abordar de forma positiva. Así, reflexiona: “Lo más importante como pintor o como artista es dejar escuela y dejar un poco de aprendizaje”. Hay que buscar el lado positivo de las cosas; finalmente, el arte se debe compartir y difundir y como artista hay que dejar huella, comenta.
Sus exposiciones
Las obras de Andriacci lucen un colorido muy mexicano. Han viajado a culturas muy distintas a la oaxaqueña, por lo que en referencia a ellas señala que “cada exposición es algo nuevo, es una sensación, un cosquilleo, es algo mágico, es una regresión a mi infancia, vuelves a ser niño y entonces vuelves a disfrutar, a soñar y nunca terminas”.
La oportunidad de exhibir sus obras en un espacio como la Torre Inxignia y frente a la sucursal de BBVA México, en Puebla, tiene un gran significado para el artista. “Es un lugar donde circulan muchas personas y tienen pensamientos y preocupaciones particulares y de repente te encuentras con ‘el torito bailarín’ y se preguntan ¿esto qué es?, ¿es un alebrije o es un toro?, y entonces se pueden imaginar mil cosas y se transportan a otros espacios, ese es el propósito de esta exposición” señala Andriacci. Las obras "El torito bailarín" y "Mujer con rebozo" estarán expuestas hasta el 28 de febrero de 2025 en la zona pública de la Torre Inxignia en el estado de Puebla.
Al finalizar la entrevista, el artista no solo invita a admirar su obra, sino a encontrar en el arte un refugio y una conexión personal, y agrega: “En tiempos de incertidumbre, sus colores y formas ofrecen un respiro, un recordatorio de que la belleza puede transformar los momentos más difíciles”. Así, su legado no solo trasciende fronteras, sino que también busca tocar corazones y dejar una huella imborrable en quienes se permiten vivir el arte como parte de la vida misma.