La inflación en México estará bajo control durante la crisis
Una de las variables económicas que en episodios anteriores de crisis ha tenido un impacto significativo en el país es la inflación. El doctor Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA en México destaca en la columna 'Esta será una crisis con inflación controlada', publicada en el diario El Financiero, que aun cuando la pandemia del COVID-19 afectará de manera importante a la economía, habrá un comportamiento inflacionario que estará bajo control.
Serrano expone que “en 1976 la inflación fue de 27.2%; en 1982 de 98.8%; en 1987 de 159.2% y en 1995 de 52%”, una de las principales razones por las que se salió de control en esos momentos de crisis, obedece a que los “gobiernos incurrían en grandes excesos fiscales” y detalla que también tuvo una excepción en el 2009 cuando la economía global fue afectada por la epidemia del AH1N1.
El economista explica que “en 1982, por ejemplo, el déficit fiscal fue de 15% del PIB; que, a su vez, y ante la imposibilidad de colocar montos significativos de deuda en los mercados privados, eran financiados por el Banco de México -que no era independiente- mediante emisiones monetarias. Esta monetización de la deuda invariablemente resultaba en episodios de alta inflación como los antes señalados”.
Además de que se tendrá una inflación controlada, será más baja de lo que se anticipaba antes de la pandemia
Asimismo, Serrano precisa que también la historia económica de México ha estado marcada “por episodios de fuerte depreciación cambiaria o de devaluaciones abruptas del peso que fueron sucedidos por fuertes aumentos en la inflación” y se entiende porque durante 1995 el país mantenía un régimen de tipo de cambio fijo, es decir que el banco central podía intervenir para que el peso-dólar no tuviera ningún cambio, pero para ello Banxico tenía que contar con “las denominadas reservas internacionales”.
De acuerdo con el economista en jefe de BBVA en México, cuando el gobierno se quedaba sin estas reservas internacionales, la acción obligada por la exigencia de financiar los excesos fiscales era devaluar la moneda, porque no existía una política monetaria independiente que permitiera controlar la inflación, lo que ocasionaba aumentos elevados y generalizados en los precios.
Serrano señala que algunos cambios adoptados entre 1994 y 1995 principalmente lo que se refiere a la autonomía del Banco de México para que no pueda “ser obligado a extender créditos al gobierno federal” por disposición en la Constitución y también a adoptar el régimen de tipo de cambio flexible, han favorecido para que no se vean los mismos escenarios inflacionarios del pasado y se puede observar con claridad de que no sucedió en la crisis de 2009 y tampoco pasará ante la crisis provocada por el COVID-19.
El economista asegura que además de que se tendrá una inflación controlada, “será más baja de lo que se anticipaba antes de que comenzara la pandemia” y reconoce que en un contexto de una depreciación del tipo de cambio el impacto se traslada a un incremento en los precios de bienes importados y en un incremento en la inflación. Serrano advierte que este fenómeno no siempre se da con la misma intensidad, pues cuando el crecimiento económico es robusto, el traspaso de tipo de cambio a precios suele ser elevado, pero si el crecimiento es bajo el impacto es menor. En la coyuntura actual y ante una fuerte contracción dicho traspaso será cercano a cero.
El doctor Serrano subraya que la caída en los precios del petróleo que también ha resultado en una disminución en los precios de los energéticos bajará las presiones inflacionarias y afirmó que, además veremos una caída en muchos precios principalmente en los servicios por la contracción en la demanda agregada que más que compensarán los aumentos en algunos precios en alimentos ocasionados por la pandemia, por lo que es muy positivo que la inflación no vaya a tener aumentos significativos en esta crisis.
El artículo se publicó completo en El Financiero el 7 de mayo de 2020 y puede consultarse en este link.