La labor de Karla Rodríguez, abre un nuevo camino en la sociedad
Entre el diseño de infraestructuras y normas jurídicas que regulan las relaciones interpersonales, en 2017, Karla Rodríguez se dio cuenta que la carrera de Ingeniería Civil era liderada por hombres que no le permitirían avanzar en ese campo. Ante el desánimo, se inclinó por la carrera de Derecho. “Mi carrera me ha abierto el camino a diversas posibilidades, no me arrepiento”, destacó la beneficiaria de la ‘Beca BBVA para Chavos que Inspiran’.
En 2020, cuando cursaba el séptimo semestre de la universidad, Rodríguez tuvo la invitación de una profesora para formar parte de la asociación de Red de Abogadas Feministas (REDAFEM), quienes dan asesoría jurídica con perspectiva de género a mujeres, sin ninguna remuneración, sociedad que inició en 2017 en el estado de Tlaxcala, México. “En ese momento, al tener excelentes calificaciones en la materia de civil, tuve la oportunidad de atender casos familiares y de violencia, lo que me motivó a ser parte de esta red de abogadas”. Actualmente esta asociación le da la oportunidad de dar asesoría a mujeres que no pueden contratar a un abogado por falta de dinero, por miedo de perder a sus hijos o porque simplemente no están informadas de la existencia de las leyes que las protegen.
En un ámbito familiar donde las creencias machistas existen disfrazadas de protección, Rodríguez tuvo el firme compromiso de continuar con el apoyo a mujeres que sufren violencia familiar y vicaria. “REDAFEM me permite continuar ayudando a mujeres que lo necesitan. Siento una liberación y gran satisfacción cuando gano casos, en el que recupero a los hijos de mujeres que sufren violencia vicaria por parte de sus esposos”, señaló. Este trabajo lo hace desde Pachuca, Hidalgo, ciudad donde vive actualmente.
El interés por ayudar a quien lo necesita llevó a la ex becaria de la Fundación BBVA México a brindar apoyo a niñas, niños, jóvenes y sus familias en situación de riesgo. “Cada semana ponemos dinero para comprar los insumos necesarios para la venta de comida. Al término de esta vendimia, recuperamos nuestra inversión y la ganancia la guardamos para posteriormente invertirla en la compra de juguetes, los cuales damos a los pequeños en Día de Reyes y Día del niño.”
Karla Rodríguez y amigos de la comunidad ofrecen regalos a los pequeños por el Día del niño.
Rodríguez, en conjunto con más altruistas, hace recolecta de ropa nueva, usada y víveres, con el objetivo de ayudar a familias con escasos recursos. “Me gustaría avanzar a más comunidades de Tlaxcala con este apoyo, pero estoy consciente que primero hay que caminar antes de correr”, resaltó.
No solo apoya a personas vulnerables, sino también genera acciones positivas para cuidar el medio ambiente. Lo que empezó como un proyecto de reforestación del Parque Nacional La Malinche, ubicado en los estados de Tlaxcala y Puebla, al que su amiga la invitó a participar, terminó siendo una pequeña asociación. “Como principio, utilizamos las redes sociales para invitar a las personas. El resultado fue exitoso al ver una multitud queriendo ayudar. Posteriormente, conseguimos patrocinadores de playeras, gorras y arbolitos”.
De esta forma, el proyecto se convirtió en una asociación que cada año hace un llamado a diversas comunidades a participar. “Estoy segura que primero tenemos que poner un granito de arena en nuestra comunidad, para después expandirnos a otras localidades y estados”, detalló.
Incansable para dar un giro positivo
La vida de Rodríguez tuvo muchos cambios que permitieron darle un giro a su camino de manera positiva. Aunque hoy vive en Pachuca, Hidalgo, nació en la Ciudad de México y a los ocho años llegó a Tlaxcala, estado considerado ‘cuna de la nación y el mestizaje’, donde la principal actividad económica es la industria manufacturera; su familia no era la excepción, ya que tenían una pequeña empresa donde producían pijamas.
Sus padres trabajaban casi todo el día para poder mantener a su familia, por lo que el lapso de convivencia con ellos era reducido, razón por la cual pasaba más tiempo con su hermana y hermano. A los 12 años, se interesó por tramitar la ‘Beca BBVA para Chavos que Inspiran’ directamente en una sucursal de BBVA México, con el objetivo de apoyar a sus padres y a su hermana, quien cursaba la secundaria en ese momento. Después de diversos trámites administrativos y una excelente calificación, fue seleccionada para obtener la beca. Al haberse graduado con el mejor promedio de su generación, decidió renovarla a nivel preparatoria, siéndole otorgada.
Las mejores universidades del país se suman como aliados estratégicos de la Fundación BBVA México para beneficiar a estudiantes con talento a nivel licenciatura. “Al ser el mejor promedio en mi generación -destacó Rodríguez-, nuevamente me postulé para continuar con mis estudios universitarios, pero lamentablemente no me la dieron. Me preocupé mucho. La beca no solo era apoyo para mí, también la compartía con mi hermana”.
Sin embargo, no se desmotivó, tenía la firme idea de iniciar sus estudios universitarios, por lo que junto con su hermana decidieron emprender un negocio: vendían manzanas con chile -actualmente es por pedido- y pijamas a mayoreo que su padre manufacturaba. Fue entonces que, en el tercer semestre de su carrera, en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), recibió la noticia por parte de la Fundación BBVA México para renovar su beca hasta concluir su licenciatura.
Con su dedicación y esfuerzo, karla Rodríguez logró desde pequeña conseguir la Beca BBVA para Chavos que Inspiran y concluir sus estudios universitarios.
Más tarde la UAT le abrió un nuevo camino, le ofreció un intercambio y fue aceptada en la Universidad de Granada (UGR), España. Aunque fue difícil el cambio de residencia, hoy se siente afortunada de esta oportunidad. A pesar de las dificultades, miedos y diferencias educativas que se presentaron, concluyó satisfactoriamente y al regresar a su país se tituló “con un reconocimiento por haber obtenido el mejor promedio de toda mi generación”.
Un sueño hecho realidad
Después de graduarse, Rodríguez fue contratada en la empresa Anfora International, S de RL de CV, pero no fue fácil decidir. Su papá le insistió en quedarse en Tlaxcala. Sin embargo, se arriesgó a “sacar su espíritu aventurero y liberador”, con la esperanza de seguir descubriendo nuevas oportunidades.
Como parte de sus acciones, generó un cambio radical en el reglamento sobre el acoso de mujeres en la empresa. Asimismo, aportó su conocimiento para cambiar el reglamento de la UAT. “Si hacemos un cambio pequeño en estos proyectos, las personas, tanto mujeres como hombres, empiezan a cambiar y así poco a poco cambia el mundo”, concluyó.
Para Rodríguez, el apoyo que le brindó la Fundación BBVA México, a través de la ‘Beca BBVA para Chavos que Inspiran’, no solo le permitió tener la accesibilidad para concluir sus estudios, durante casi una década, de igual manera le dio la oportunidad de retribuir a la sociedad un poco de lo que recibió. “Agradezco el apoyo de este programa, porque además de ayudarme a mí, también ayuda a la sociedad. Con la beca pude concluir mis estudios, y me permite continuar apoyando a más personas. Sin duda, somos el reflejo de la nueva sociedad y el cambio.”
Karla Rodríguez da asesorías jurídicas de manera gratuita a la comunidad.
Desde hace 21 años, a través de las ‘Becas BBVA para Chavos que Inspiran’ se ha impactado de manera positiva a decenas de miles de talentosos estudiantes, quienes ahora pueden ver cumplidos sus sueños, como Rodríguez que formó parte de este programa que refuerza su lema: “Con Educación haces más de lo que crees”.
BBVA México, por medio de su Fundación, está alineado con los objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible e impulsa la equidad de género y promueve que las estudiantes cursen cualquier carrera STEM (por sus siglas en español Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).