Isis Zarazúa: de la vista nace el amor
Zarazúa cursaba la preparatoria cuando decidió dedicar su vida a brindar apoyo a los migrantes a quienes veía arriesgar sus vidas para entrar de forma ilegal en Estados Unidos. “Lo que comenzó como un voluntariado se ha convertido en una profesión que me ha permitido ayudar a migrantes de todo el mundo”, resaltó la exbecaria, egresada de la carrera de Relaciones Internacionales en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Su inclinación a brindar ayuda humanitaria a quien lo necesita comenzó a una corta edad. “Desde niña he visto la migración de personas muy de cerca”, explicó Zarazúa, originaria de Apizaco, Tlaxcala, población por donde pasa ‘La Bestia’, también conocido como ‘el tren de la muerte’ por la cantidad de accidentes mortales que sufren quienes tratan de llegar a Estados Unidos subiéndose en marcha a este ferrocarril de carga. Con cercanía y conocimiento decidió continuar su voluntariado con personas refugiadas, una misión en la que ha contado con el apoyo de la Fundación BBVA México, a través de la ‘Beca BBVA para Chavos que Inspiran’.
Cuando cursaba la preparatoria tomó la decisión de ser voluntaria en la Cruz Roja Mexicana de la Juventud, en donde el principal objetivo es que “el apoyo se da entre pares, tú como joven tenías la oportunidad de educar a otros jóvenes”, explicó la ex becaria. Fue el inicio de una aventura que le dejó la satisfacción de continuar su solidaridad con personas vulnerables, una vocación que su paso por la universidad le ha permitido convertir en profesión. “La carrera que elegí me ha dado la oportunidad de aprender el funcionamiento de otros países de manera global”, comentó.
Voluntariado en Egipto
En 2021, aún con las restricciones aplicadas por la pandemia, Zarazúa logró conseguir el proyecto que solicitó al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y que la llevaría a vivir tres meses en El Cairo, Egipto, donde trabajó con migrantes de la República de Sudán, país del continente africano. “Nuestro trabajo en este voluntariado era apoyar a que los refugiados tuvieran una mejor adaptación e inserción en la sociedad. Muchos de ellos eran analfabetas; lo primero fue enseñarles a leer y escribir en su idioma -con ayuda de sudaneses- y en inglés. Tuve que ser creativa para darme a entender, me apoyé en escribir en el pizarrón en los dos idiomas y, sobre todo, hacer dibujos. Me di cuenta que les quedaba más claro”. Además, agregó que, de igual forma, ayudó a personas adultas, impartiéndoles talleres de computación, liderazgo y comunicación.
Un voluntariado que no termina
Para esta joven altruista mexicana, la experiencia fue única, no solo por compartir su conocimiento a los refugiados, sino por aprender de su cultura, gastronomía y costumbres. Al término de su voluntariado dejó sembrado que al hablar el idioma inglés se podrán comunicar con todo el mundo. “Antes de regresar a México -platicó Zarazúa- preparé un discurso en árabe para poder despedirme de ellos. La respuesta fue agradable, me traje dibujos y cartas como muestra de su agradecimiento”.
Su experiencia e interés filantrópico le permitió continuar con esta labor en la Oficina Regional de América de la FICR, institución para la cual trabaja hoy en día. “Estoy en el área de la Unidad de Alianzas Estratégicas y Movilización de Recursos. Mi responsabilidad es dar apoyo a los 35 países en donde tiene presencia la Cruz Roja, además de generar talleres y cursos a nivel global y replicar las buenas prácticas como un modelo de negocio para cada una de las naciones”.
Una lucha constante por alcanzar sus sueños
Su esfuerzo y dedicación le permitieron a Zarazúa ser parte del programa ‘Beca BBVA para Chavos que Inspiran’ desde la secundaria hasta la universidad. Para la familia, fue una gran alegría que su hija obtuviera dicho beneficio, ya que en ese momento sus tres hijos estaban estudiando, “es difícil cuando solo hay un ingreso en el hogar”, expresó.
Asimismo, la beca le permitió apoyar a sus hermanos a cubrir diversos gastos como materiales, transporte, colegiatura, así como a generar un ahorro para el voluntariado en Egipto. No obstante, para la filántropa fue un momento de angustia al enterarse que obtuvo la beca al 100% de Líderes del Mañana para estudiar la universidad, beneficio que otorga el Tec de Monterrey, ya que estaba consciente que los gastos serían más altos. La beca de la Fundación BBVA México le permitió tener alivio y se sintió respaldada.
Su talento le dio la oportunidad de ponerse a la altura de sus compañeros: “Al venir de una escuela pública, los conocimientos y el dominio del inglés eran mínimos. Esto no me desanimó, me esforcé al doble y concluí mi carrera con mención honorífica”, destacó. Sin dejar de mencionar que obtuvo una beca para un intercambio en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), donde nuevamente la Fundación BBVA México la respaldó.
“Siempre te puedes encontrar ángeles en el camino”, expresó la filántropa, refiriéndose a la Fundación BBVA México. ‘Con esfuerzo y dedicación haces más de lo que crees’, es una frase del programa de becas de la Fundación, que contribuye a la formación de talentosos estudiantes del país que cumplen sus sueños y aportan mucho a la sociedad.