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Ciberseguridad 22 jul 2019

Cómo evitar ser víctima del ‘vishing’ o fraude electrónico

Al responder el teléfono un ejecutivo de alguna institución bancaria se presenta para corroborar un ‘movimiento retenido’ en la tarjeta de crédito o débito, pide datos personales para verificar la identidad, uno confía y hasta agradece que se tomaran el tiempo de llamar. ¿Suena familiar esta situación? Si la respuesta es ‘sí’, es muy probable que se haya sido víctima de un fraude.

Cómo evitar ser víctima del ‘vishing’ o fraude electrónico

Este modo de operar que se ha vuelto muy común en la actualidad se llama “vishing” y es un tipo de estafa que se realiza a través de llamadas telefónicas que buscan obtener datos bancarios. Consiste en llamar al cuentahabiente para solicitarle “autorización de voz” y reconocer una compra por un monto mayor a mil pesos de un portal privado de contenido para adultos.

Después de la sorpresa y para tratar de hacer verídica la llamada, el extorsionador menciona los cuatro primeros dígitos de la tarjeta; al ver que coinciden, el cliente puede caer fácilmente en la estafa, pues no quiere que le cobren una supuesta compra que no hizo y ante el temor, es muy fácil que cualquiera proporcione el resto de números de su tarjeta.

A continuación,  se explica de manera sencilla cómo se conjuntan los números que tiene al frente y reverso una tarjeta, ya sea de crédito o débito.

  1. Junto con el primer dígito, los seis restantes componen el nombrado INN (Issuer Identification Number, por sus siglas en inglés), que es un código privado de la entidad financiera y el país.
  1. Los dígitos restantes corresponden a la información del titular. Por motivos de seguridad, la forma con la que los bancos asignan esta numeración es privada.
  1. Finalmente, los estafadores piden la cifra de tres dígitos que viene al reverso de la tarjeta y con ésta pueden realizar compras en línea, pues estos códigos sirven para demostrar que quien realiza la transacción tiene la tarjeta en su poder y no sólo el número de tarjeta.

Gracias a esta información los estafadores logran ‘adivinar’ el número del plástico de su víctima. Es importante  estar atentos de estas llamadas y  nunca proporcionar ninguna información sensible, como las contraseñas. En caso de tener alguna duda, lo recomendable es colgar y llamar al banco para verificar los movimientos o a través de la banca digital, dar de alta las alertas de operaciones.

Otras maneras efectivas para evitar ser víctima de vishing es utilizando las plataformas digitales como la app BBVA Wallet, que permite hacer compras y pagar de forma electrónica, con una tarjeta de crédito digital que cuenta con un número distinto a la física  y a la par genera un código dinámico, es decir, los tres dígitos del reverso de la tarjeta, cambian cada determinados minutos, haciendo más segura la compra ya que  solo serán válidos para realizar dicha compra.