El sector automotriz, impulsor clave del crecimiento sostenible en México
A partir del “Green New Deal”, plan norteamericano que busca cambiar la economía estadounidense para combatir el cambio climático y atender las necesidades socioeconómicas de la población, el sector automotriz empieza a mostrar un gran dinamismo y México está siendo beneficiado por las iniciativas y necesidades de las empresas privadas que apuestan por esta transformación.
David Cervantes Arenillas, economista senior de BBVA México, en su artículo “Una nueva oportunidad de crecimiento sostenible para el país”, examina cómo a pesar de que en México no se cuenta con una política clara -como la estadounidense- que apoye la transformación o reconversión productiva y energética, es a través de la inversión privada que se presenta uno de los motores clave para impulsar el crecimiento sostenible en nuestro país.
El experto declara que la industria automotriz en México está experimentando una transformación hacia la producción de automóviles híbridos y eléctricos. Un ejemplo de ello son las recientes inversiones anunciadas por Tesla en Nuevo León y BMW en San Luis Potosí. Ambas plantas producirán automóviles eléctricos y se estima que las dos inversiones equivaldrían a una tercera parte de la Inversión Extranjera Directa que llegó al país en 2022. Asimismo, más allá de las inversiones iniciales, se espera que estas desencadenen sinergias positivas para el desarrollo de proveedores, exponenciando su efecto multiplicador.
Para dar contexto a la importancia de la industria automotriz dentro del sector manufacturero, el economista puntualizó que de acuerdo con los datos del Censo Económico del 2019 se muestra “que el subsector de Fabricación de equipo de transporte, que incluye la fabricación de automóviles y camiones, a pesar de representar 0.1% del total de unidades económicas, genera 10% del valor agregado censal bruto total y 31.4% del manufacturero y, si se promedia por persona ocupada, genera 2.1 veces más valor agregado que el promedio de las unidades económicas y 1.6 veces más que el promedio del sector manufacturero”. Esto se traduce en que el subsector de fabricación de equipo de transporte tiene una capacidad de producir utilidades o ganancias sobre la inversión (tasa de rentabilidad) 1.3pp mayor respecto al total y 3.4pp con respecto a la manufactura.
"en materia automotriz se vuelve prioritario impulsar al sector y encaminar esfuerzos para fomentar la atracción de más inversiones"
Otro aspecto importante de estas inversiones impacta favorablemente en el ámbito laboral, ya que generan empleos con mejores condiciones laborales que se traducen en un beneficio para el trabajador durante su vida productiva y en su retiro. Clasificando a las empresas por tamaño de acuerdo con el número de empleados registrados, considerando grandes aquellas que registren más de 500 trabajadores, Cervantes detalla que “a diferencia de la manufactura en donde solo 0.4% de las empresas son grandes, en el subsector de Fabricación de equipo de transporte 20.0% de las empresas son de más de 500 empleados; en total, el subsector concentra 4.8% del personal ocupado remunerado y 20% del personal ocupado en el sector manufacturero”.
En cuanto al nivel de remuneración, los trabajadores de la industria automotriz tienen un nivel 37.7% por arriba del promedio nacional y 9.7% con respecto a la manufactura.
El sector automotriz cuenta con una gran trayectoria y tradición en el país, cuenta con un alto potencial de crecimiento y continuará siendo uno de los sectores disruptivos en el futuro. El especialista concluye indicando que en materia automotriz se vuelve prioritario impulsar al sector y encaminar esfuerzos para fomentar la atracción de más inversiones en este tipo de sectores enfocados en la transformación hacia energías limpias que destacan por su alta productividad, rentabilidad, remuneración, y baja informalidad.
El artículo se publicó en El Economista el 10 de marzo de 2023 y puede consultarse en el siguiente link.