El papel de la banca en la sostenibilidad climática
En un entorno en donde las emisiones de carbono se incrementan, aumenta la temperatura del planeta, los niveles del mar, las tormentas e inundaciones en algunos territorios y sequías en otros revelan la importancia de la participación activa del sistema financiero mundial en el impulso y ejecución de medidas que favorezcan el cuidado y recuperación del medio ambiente.
Actualmente existen diversas iniciativas globales para reducir los efectos del cambio climático. El Acuerdo de París es el más importante ya que agrupa más de 190 países que buscan evitar que el incremento de la temperatura global supere los 1.5 a 2 grados centígrados.
Otra iniciativa que surge de la Organización de Naciones Unidas (ONU) son los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), integrados entre sí y que comprenden alrededor de 169 metas y que son creados para poner fin a la pobreza, proteger al planeta y garantizar que haya paz y prosperidad para los países de aquí al año 2030.
Marcela Ponce, líder del programa de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) perteneciente al Grupo Banco Mundial, explicó el pasado 16 de junio en la clase magistral impulsada por BBVA México sobre sostenibilidad, que las finanzas verdes consideran los tres principales grupos en los que el sistema financiero trabaja para estimular las acciones a favor del medio ambiente: i) el financiamiento destinado a la mitigación del cambio climático; ii) la adaptación al cambio climático; y iii) otros medios ambientales que incluye la reducción de la contaminación del aire y la contaminación del agua.
El flujo de financiamiento climático ha progresado de 342 billones de dólares en 2013 a 546 billones de dólares en 2018. Y aunque el crecimiento es positivo, aún no está cerca del rango de 1.6 a 3.8 billones de dólares necesarios para conseguir la meta de no superar el incremento de temperatura de los 1.5 grados, precisó Ponce.
La inversión requerida para lograr la meta de 1.5 grados centigrados. - Presentación de Marcela Ponce en la Clase Magistral de BBVA México en junio 2020.
En mayo del presente año se otorgó por parte del IFC un paquete de financiamiento a largo plazo por 116.5 millones de dólares a BBVA Leasing México, para apoyar el crecimiento sostenible y la competitividad de las empresas en el país, de los cuales cerca de 40 millones del paquete se dedicarán a arrendar equipos sustentables y con certificación de eficiencia energética.
En 2018 BBVA anunció su estrategia de cambio climático y desarrollo sostenible con el compromiso 2025 en el que se compromete a movilizar 100,000 millones de euros en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera. El mismo año BBVA México fue el primer banco privado del país en emitir un bono verde por un monto de $3,500 millones de pesos.
"las inversiones hacia operaciones bajas en carbono y sostenibles son cada vez de mayor importancia para los inversionistas"
Finalmente, Ponce destacó que las inversiones hacia operaciones bajas en carbono y sostenibles son cada vez de mayor importancia para los inversionistas. Es decir, que una inversión que considere factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo ha crecido fuertemente durante la última década, lo que significa que “los riesgos de alto impacto como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, entre otros, se está reconociendo como una parte muy importante de una cartera que sea resiliente y de alto rendimiento.” De esta forma la banca puede impulsar el desarrollo e implementación de nuevas tecnologías y modelos productivos que favorezcan la recuperación del medio ambiente.