El desarrollo sostenible y la contribución del sector financiero
El 2020 quedará marcado en la historia por la pandemia del COVID-19, pero también se perfila como un año que puede romper los récords en materia de calentamiento global y un empeoramiento de la situación climática para los próximos años.
La Agencia Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) estima que el 2020 será el segundo año más caluroso en la historia desde que iniciaron los registros en 1880 y también será el que contabilice el mayor número de huracanes. Así lo compartió Irma Acosta Pedregal, directora de Responsabilidad y Reputación corporativas de BBVA México, en su participación en el foro ‘Open Talks Global, Sostenibilidad para un cambio de época’. Acosta puntualizó que los últimos años se habían registrado como los más calurosos, lo que implica que año con año se rompe el récord del calentamiento del planeta, y reflexionó sobre el papel de la banca ante estos cambios.
Impulso al desarrollo sostenible
El desarrollo sostenible busca impulsar un modelo que promueva la conservación del medio ambiente y la equidad social. La sustentabilidad es hacer un uso correcto de los recursos actuales sin comprometer los de las generaciones futuras. Existen dos conceptos clave en materia del desarrollo sostenible, el por qué y el cómo.
El primero se explica en la inclusión, en las necesidades de aquellos grupos que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Como lo son los adultos mayores, los grupos de mujeres, grupos indígenas, todos estos grupos que se hallan excluidos, pero que buscan, necesitan y deben ser incluidos. El segundo abarca el aprovechamiento de la tecnología, de las acciones para la atención al cambio climático y la organización social, teniendo como común denominador al crecimiento económico.
"La sustentabilidad es hacer un uso correcto de los recursos actuales sin comprometer los de las generaciones futuras"
La participación de los actores financieros consiste en identificar y atender su huella ambiental y social, así como la identificación y mitigación a los riesgos de esta naturaleza, y fundamentalmente en el impulso a las finanzas sostenibles, las cuales se prevé que tengan mucha relevancia en las carteras de los inversionistas, precisa Acosta.
México y el litio
México es uno de los países que se sumó al Acuerdo de París y a la agenda 2030. También cuenta con la Ley General de Cambio Climático que establece disposiciones para enfrentar los efectos adversos del cambio climático y busca garantizar el derecho a un medio ambiente sano, regular las emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero y reducir la vulnerabilidad de la población y los ecosistemas del país entre otros.
Recientemente los ojos del mundo miran hacia el estado de Sonora, que cuenta con el mayor yacimiento de litio del mundo, material indispensable en la elaboración de baterías para los autos eléctricos. El profesor y columnista Macario Schettino estima que para el año 2025 el 20% de los vehículos nuevos serán eléctricos y para el 2030 lo serán en su totalidad, lo que convierte a este elemento como material estratégico para la transformación a un parque vehicular eléctrico, con los beneficios que esto supone al medio ambiente.
Taxonomía verde y el compromiso de BBVA
Con el establecimiento de la taxonomía para las finanzas sostenibles de la Comunidad Europea existe un instrumento que facilita clasificar y destinar el capital privado a actividades que favorezcan al medio ambiente a largo plazo. México recientemente emitió sus criterios propios de Taxonomía de Financiamiento verde para alinear al sistema financiero mexicano, el cual es útil para:
- Proveer un lenguaje en común y una visión compartida de lo que se considera 'financiamiento verde'.
- Identificar las actividades económicas que contribuyen con la mitigación y adaptación al cambio climático.
- Evitar el 'greenwashing' o mercadotecnia verde, técnica para vender un producto como 'verde' aunque afecte al medio ambiente.
- Informar de manera transparente el estado de las finanzas verdes, ya que identifica y reporta el financiamiento que los bancos destinan a actividades económicas verdes.
- Dar mayor certeza a inversionistas que buscan incrementar su participación en actividades económicas verdes.
La taxonomía de BBVA México ha establecido estándares, umbrales e indicadores alineados a la taxonomía global que servirán de referencia para la creación de nuevos productos sostenibles. Existen dos grandes líneas de acción en esta taxonomía, que son la acción climática enfocada a mover las inversiones en las acciones que atiendan el desafío del cambio climático y la segunda línea enfocada al crecimiento inclusivo movilizando recursos que construyan infraestructuras inclusivas y apoyen el desarrollo económico inclusivo.
Finalmente, Acosta reiteró el Compromiso 2025 del Grupo BBVA establecido en 2018 en destinar 100,000 millones de euros en finanzas sostenibles y en la lucha contra el cambio climático, de los cuales ya se superó la cifra de los 40,000 millones de euros.