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Análisis económico Act. 27 may 2022

El crédito a los hogares es la principal fuente de impulso al financiamiento del sector privado

El Informe “Situación Banca” México, elaborado por el Servicio de Estudios Económicos de BBVA México y correspondiente al primer semestre de 2022, destaca que después de dos años del inicio de la pandemia es posible afirmar que la solidez en las condiciones de solvencia y liquidez de la banca mexicana le permitieron no sólo afrontar las dificultades de la crisis económica sin exacerbarla, sino además contribuir a mantener la estabilidad del sistema financiero y a que el país retomara la senda del crecimiento económico.

Torre BBVA México

Durante el 2022 la solidez de la banca será trascendental para afrontar las condiciones inexploradas que presenta el escenario económico. Particularmente, hay tres tendencias en el entorno macroeconómico del país que, sin duda, influyen e influirán de modo determinante en la actividad bancaria.

  1. En primer lugar, la aceleración de la inflación y el consecuente incremento en las tasas de interés y sus expectativas.
  2. En segundo lugar, la continua debilidad de la inversión y, finalmente,
  3. La reactivación de las actividades económicas a un nivel más cercano a lo observado antes de la pandemia tras la significativa reducción de los casos de COVID-19.

Dichas tendencias y su interacción han dado lugar a una recuperación diferenciada del crédito y una moderación en el crecimiento de la captación del sistema bancario.

El estudio señala que ante el incremento de las tasas de interés en economías avanzadas y la reducción de la liquidez a nivel global, las fuentes externas de financiamiento de la economía mexicana se redujeron 0.6% en 2021, algo no observado, al menos en los últimos siete años. En el ámbito interno, los flujos de financiamiento también se desaceleraron y se mantuvieron en niveles elevados (8.1% del PIB) en 2021.

FLUJO DE FUENTES DE RECURSOS FINANCIEROS DE LA ECONOMÍA (% DEL PIB)

Esta desaceleración de los flujos de financiamiento interno son un reflejo de la menor fortaleza de la captación a la vista y la ausencia de una recuperación en los depósitos a plazo. Como era de esperarse, la reactivación del consumo y los efectos base de comparación con respecto al año de la pandemia redujeron el crecimiento de los depósitos a la vista. No obstante, éstos no decrecieron y durante el primer trimestre del 2022 se aceleraron a un ritmo promedio de 3.9% real anual.

En lo que se refiere a los depósitos a plazo, el análisis detalla que redujeron la magnitud de su caída, aunque no han registrado crecimiento en términos reales desde mayo de 2020. Si bien las tasas de interés se han incrementado de forma relevante, éstas aún no superan la inflación, lo cual resta atractivo a este tipo de inversión financiera.

Por otro lado, la reactivación de las actividades económicas a niveles cercanos a lo observado antes de la pandemia se ha reflejado en una lenta recuperación del uso de recursos de financiamiento por parte del sector privado. Para marzo de 2022, el crédito vigente al Sector Privado No Financiero (SPNF) registró un crecimiento anual de -0.2% una vez descontados los efectos de la inflación y la apreciación del tipo de cambio. Ésta fue su mayor tasa de crecimiento desde junio de 2020.

Crédito vigente al sPNF

No obstante, esta recuperación no ha sido homogénea. El mayor impulso a la demanda de crédito ha venido por parte de los hogares. De hecho, el crédito al consumo crece a tasas anuales positivas en términos reales (descontando la inflación) desde enero de 2022, luego de casi dos años de contracción.

De acuerdo con el Informe "Situación Banca", al interior del crédito al consumo todos sus segmentos, con excepción del financiamiento automotriz, ya presentaron tasas de crecimiento real anual positivas en marzo de 2022. La recuperación del empleo formal ha apoyado el desempeño de esta cartera, particularmente en los segmentos de tarjetas de crédito y de nómina.

Es relevante señalar que este crecimiento se ha presentado a la par de una reducción prácticamente generalizada de la cartera vencida, si bien ésta ha sido apoyada por el saneamiento que han realizado las instituciones financieras.

El estudio precisa que el financiamiento a la vivienda mantuvo un crecimiento positivo en el primer trimestre (3.2% real anual), aunque muestra una desaceleración. La cartera de mayor fortaleza a lo largo de la pandemia podría comenzar a sentir el efecto rezagado de las pérdidas de empleo en 2020 y 2021.

sitban1s22_Creditovivienda

El componente débil de la cartera de crédito al SPNF continúa siendo el financiamiento a empresas. Durante el primer trimestre del año, el saldo del crédito vigente a las empresas se redujo a una tasa de 4.1% anual promedio en términos reales (descontando la inflación y el efecto del tipo de cambio). Esto constituye una mejoría con respecto a la caída de 7.2% real anual del cuarto trimestre del 2021; sin embargo, esta cartera no logra afianzar la recuperación tras 18 meses consecutivos de tasas de crecimiento reales negativas.

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El rezago de la inversión en el país es, sin duda, el principal factor detrás de la debilidad de la demanda de crédito por parte de las empresas, aunque el incremento de las tasas de interés es un factor que podría dificultar aún más la recuperación de esta cartera en los próximos trimestres.

Vale la pena destacar la elevada influencia que actualmente tienen los niveles de inflación en las cifras del crecimiento del crédito. En términos nominales, esto es, sin descontar la inflación, el crecimiento del saldo de crédito al SPNF que alcanzó 6.9% anual en marzo, mientras que, en términos reales, esta cifra fue de apenas -0.2%.

En la medida en que la inflación se mantenga elevada, será cada vez más importante hacer la comparación entre las tasas de crecimiento en términos reales para tener una perspectiva correcta de las tendencias del sector y su interacción con la actividad económica en su conjunto.

En suma, el Informe "Situación Banca" hace énfasis en que las sólidas condiciones que muestra el sector bancario permiten que la intermediación financiera sea un apoyo para la estabilidad del sistema financiero, particularmente ante un entorno de condiciones financieras más restrictivas. Hacia delante, seguirá siendo relevante la evolución de la inflación, la inversión y el nivel de las tasas de interés para la plena recuperación del crecimiento del crédito.