El crédito a empresas registró su mayor crecimiento promedio en 5 años
La banca mantiene niveles de capitalización y liquidez por encima de los mínimos regulatorios con mayor dinamismo en la actividad crediticia, así se detalla en el Informe "Situación Banca" elaborado por BBVA México.
El análisis destaca que el año 2023 se distinguió por la fortaleza de la actividad económica a pesar de los niveles elevados de las tasas de interés. Los temores de una recesión económica en los Estados Unidos quedaron atrás temprano en el año y con ello, en el ámbito local, se observó un continuo crecimiento de los salarios reales y una resiliencia de los niveles de empleo formal. Ante las elevadas tasas de interés, se observó una relevante caída de la inflación, la cual, aunada a la fortaleza del empleo y los salarios, favoreció el consumo de bienes y servicios.
Tres tendencias: Crecimiento del financiamiento al consumo, recuperación del crédito a empresas y recomposición de las fuentes internas de financiamiento
De acuerdo con el documento, en este entorno se pueden distinguir tres principales tendencias en la intermediación bancaria: primero, el crecimiento sólido y sostenido del financiamiento al consumo a través de tarjetas de crédito y créditos de nómina. Segundo, un mayor ritmo de recuperación del crédito a empresas apoyado en los sectores de la construcción y las actividades terciarias. Tercero, la consolidación en la recomposición de las fuentes internas de financiamiento hacia instrumentos de mayor rentabilidad, ante un escenario de tasas de interés más elevadas que las observadas en la década pasada.
El flujo de financiamiento a los hogares se mantuvo a lo largo de 2023 en alrededor del 1.5% del PIB, lo cual representa 0.3 puntos porcentuales (pp.) por encima del promedio registrado durante el período 2010-2018
Este comportamiento del financiamiento a los hogares estuvo apoyado por un crecimiento promedio real (descontando la inflación) anual del crédito al consumo de la banca comercial de 11.8% durante 2023, su mayor tasa de crecimiento desde 2012. Al interior de esta cifra, destacan las aportaciones del crédito vía tarjeta de crédito (5.7pp) y vía crédito de nómina (2.6pp), que ubican a estos segmentos como los motores del dinamismo en esta cartera.
El Informe señala que de hecho los ritmos de crecimiento real anual en 2023 del crédito vía tarjetas y vía nómina, 15.5 y 9.9%, fueron los más elevados desde al menos 2010 y 2016, respectivamente. Esta dinámica es consistente con la aceleración de los salarios reales y la solidez de la creación de empleos formales en los últimos dos años.
El crédito a empresas creció 5.7% promedio en 2023, su mayor nivel desde 2018
En materia del crédito a empresas, si bien el saldo en términos reales aún se encuentra 5.6% por debajo de lo observado previo a la pandemia, durante el 2023 registró una relevante aceleración. A tasa anual y en términos reales (descontando la inflación y el efecto cambiario), el crédito a empresas creció 5.7% promedio en 2023, su mayor nivel desde 2018.
Por segmentos, destaca el repunte del crédito a empresas en moneda extranjera, que cerró el 2023 con un alza real anual de 17.9%, la más elevada desde septiembre de 2011, influida por la apreciación cambiaria y el alza de las tasas de interés en EE.UU. Por su parte, el crédito a empresas en moneda nacional creció 3.1% real anual promedio en 2023, la primera cifra positiva desde 2019.
En lo que corresponde a los sectores de actividad económica y regiones, el informe señala que tanto la información oficial como la derivada de encuestas señalan que la aceleración del crédito a empresas puede explicarse por el impulso de las actividades terciarias y el sector construcción, particularmente este último en la región sur del país.
La recomposición de las fuentes de financiamiento, tercera tendencia a destacar de la intermediación, se consolidó en 2023 y continuó caracterizada por una menor tenencia de recursos líquidos, sobre todo de hogares, en favor de instrumentos con un mayor rendimiento (v.gr. depósitos a plazo y fondos de inversión de deuda) ante el contexto de elevadas tasas de interés y mayor masa salarial.
De acuerdo con cifras de Banxico, el flujo anual de billetes y monedas, así como de depósitos de exigibilidad inmediata de residentes, se redujo entre el 4T de 2022 y el 3T de 2023 de 2.0 a 1.6% del PIB. Mientras tanto, los flujos de captación a plazo y en fondos de inversión de deuda de residentes se incrementaron de 1.9 a 2.3% del PIB en el mismo período.
El estudio precisa que un punto a destacar es que ante la expectativa de que las tasas de interés se mantengan por un tiempo prolongado en niveles más elevados de lo que se observó en buena parte de la década pasada, se podría estar en presencia de un punto de inflexión en la composición del ahorro interno hacia instrumentos de mayor rentabilidad.
En cuanto al uso de los flujos de financiamiento, el sector público se afianzó como el principal usuario con prácticamente dos tercios del flujo total, mientras que el sector privado ha registrado una recuperación de la mano del financiamiento a los hogares. El componente más débil continuó siendo el del financiamiento a empresas, cuyo flujo anual en términos de PIB durante el 3T de 2023 estuvo 0.7% debajo del promedio registrado entre 2010 y 2018.
En suma, las cifras por encima de lo esperado de la masa salarial y de la actividad económica en general durante 2023 permitieron que el consumo privado mantuviera su fortaleza y, con ello, influyeron en el crecimiento del crédito a los hogares, particularmente a través de tarjetas de crédito y créditos de nómina.
El escenario más probable apunta a una desaceleración del crecimiento económico y una reducción cautelosa de las tasas de interés
El Informe “Situación Banca” detalla que hacia delante el escenario más probable apunta a una desaceleración del crecimiento económico y una reducción cautelosa de las tasas de interés ante una disminución paulatina de la inflación. En consecuencia, podría esperarse que el ritmo de crecimiento del crédito se modere en 2024, particularmente en el segmento de consumo, y que la recomposición de las fuentes de financiamiento se mantenga o incluso se exacerbe, lo que podría implicar una mayor escasez de recursos a bajo costo para el sistema bancario.