El crecimiento económico en 2020 podría darse con mejores políticas públicas y si se ratifica el T-MEC
La anticipada debilidad de la actividad manufacturera estadounidense continuará afectando al crecimiento económico de México en los primeros meses de 2020. Así lo destaca el informe “Situación México”, correspondiente al cuarto trimestre de 2019, elaborado por el servicio de estudios de BBVA en el país, el cual también resalta la contribución negativa del IVA e ISR al dinamismo de los ingresos tributarios durante el periodo enero-octubre de 2019. Asimismo, el documento establece que en dicho lapso se crearon 30.9% menos empleos formales con respecto a los registrados en el mismo periodo del año anterior.
Estancamiento de la actividad económica en los primeros nueve meses
Las cifras revisadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registran un nulo crecimiento económico en el 3T19, después de tres trimestres de variación negativa (TaT). Así, la economía acumula un crecimiento nulo en los primeros nueve meses del año tras un aumento de 2.4% en el mismo periodo del año anterior. Este estancamiento es resultado del bajo desempeño del sector industrial, especialmente de la construcción, y la ralentización del sector servicios.
Hacia adelante se prevé que se mantengan los riesgos para la industria asociados al sector externo y al entorno de incertidumbre derivado del proceso de toma de decisiones de la administración federal. Si bien la manufactura ha mostrado resiliencia ante la desaceleración del sector manufacturero en EE.UU., en los próximos meses el bajo dinamismo de este componente de la actividad podría profundizarse ante el reciente deterioro de los indicadores adelantados del sector industrial en EE.UU.
A la persistencia del desfavorable desempeño del sector secundario se suma la previsión de BBVA México de un lento crecimiento en el sector servicios que hasta la primera mitad del año se había mantenido como ancla de la actividad económica. La tendencia decreciente en la creación de empleo formal como resultado de la menor actividad en la industria ha impactado negativamente la provisión de servicios y el comercio, especialmente el dirigido a las empresas y, en menor medida, el minorista. Hacia delante se espera una lenta recuperación de este componente, en la medida en que el entorno de incertidumbre se disipe y el sector industrial se recupere paulatinamente hacia la segunda mitad de 2020.
De enero a octubre de este año, la creación de empleo formal fue 30.9% menor con respecto al mismo periodo de 2018
De enero a octubre de este año, la creación de empleo formal fue 30.9% menor con respecto al mismo periodo de 2018. Dado el contexto de bajo o nulo crecimiento económico se prevé que los últimos tres meses del año las tasas anuales de creación de empleo rondarán 1.7% en promedio al mes y el crecimiento del salario real 3.3%. Los niveles de desempleo y de presión general sobre el mercado laboral presentan un cambio de tendencia creciente, lo cual da señales de mayor presión sobre el empleo.
Espacio para más reducciones de los tipos de interés
La inflación continúa descendiendo; BBVA México anticipa que al ciclo de reducción de tasas de Banxico le queda mucho recorrido.
En efecto, la inflación ha mostrado una marcada tendencia a la baja desde mayo. En octubre se ubicó en 3.0% (el objetivo del Banco de México), y es previsible que muestre un descenso adicional hasta 2.7% al cierre de este año. Por su parte, la inflación subyacente ha descendido más lentamente, pero lo ha hecho de forma consecutiva en los últimos cinco meses y es previsible que cierre el año en 3.5%. Para 2020, se prevé que la inflación continuará evolucionando favorablemente y se mantienen sin cambios las previsiones de cierre de año en 3.5% para la inflación general y 3.3% para la subyacente. Se anticipa que la inflación general promediará 3.4% en 2020, comparado con el previsto de 3.6% en 2019, y que la inflación subyacente promediará 3.4% en 2020 frente al promedio anticipado de 3.7% en 2019.
En cuanto a la política monetaria, el inicio del ciclo de bajadas no se ha traducido aún en una postura menos restrictiva por parte de Banxico. El banco central ha mantenido, en la opinión de BBVA México, una postura monetaria excesivamente restrictiva dado el contexto de inflación, crecimiento, tipo de cambio y los riesgos para estas variables.
Pero... y por qué Banxico ha mantenido un enfoque tan cauteloso y una postura tan restrictiva? Para el servicio de estudios de BBVA México, Banxico considera que el principal factor detrás de la reciente fortaleza del peso es el elevado diferencial de las tasas de interés entre México y EE.UU. Ello se ha traducido en que Banxico haya decidido mantener prácticamente estable en 5.75% durante 2018 y 2019 el diferencial entre la tasa monetaria y la tasa de fondos federales de EE.UU. Ello implica que Banxico ha “acompañado” las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal en los últimos dos años a pesar de que las posturas de la política monetaria en ambos países son distintas (restrictiva en México y acomodaticia en EE.UU.). Además, con las condiciones locales se podría argumentar que la postura debiera ser laxa o neutral y no restrictiva. Ante esto, el caso para una postura menos restrictiva es cada vez más claro.
¿Qué se prevé hacia adelante?
Que Banxico mantendrá una postura cautelosa y no llevará su postura monetaria a un nivel acomodaticio en 2020. No obstante, en un contexto de inflación controlada y una brecha de producto negativa y significativa, será necesaria una reducción sin pausa en la tasa monetaria que lleve la postura monetaria a la neutralidad en el verano del próximo año. Así, el ciclo de bajadas de la tasa monetaria tiene aún mucho recorrido. Banxico no había mantenido una tasa de política monetaria tan alta con una inflación general tan baja y con una desaceleración de la inflación subyacente en periodos previos. Además, la postura monetaria ni siquiera se ha vuelto menos restrictiva después de los tres recortes de tasas de 25 puntos base (pb), ya que las expectativas de inflación a 12 meses han disminuido más de 0.5 puntos porcentuales.
La postura de la política monetaria no es coherente con el contexto de inflación, crecimiento y riesgos
Banxico debería embarcarse en un ciclo de relajación prolongado que cuando menos lleve su postura a la neutralidad. Por ello, se prevé que recortará la tasa monetaria 25pb en cada una de las próximas seis reuniones, llevándola a 7.25% en diciembre de este año y a 6.0% en agosto de 2020.
El gobierno federal mantuvo mayor disciplina en el gasto
En materia de finanzas públicas, los ingresos presupuestarios totales del sector público mostraron un decremento anual real de 0.3% en el periodo enero-octubre de 2019 con respecto al mismo periodo del año anterior. Los ingresos no tributarios (incluyendo los ingresos petroleros del gobierno federal) mostraron un retroceso anual real de 16.0% en este periodo. Cabe mencionar que el IEPS gasolinas y diésel aportó 3.6 puntos porcentuales a la variación anual real de 1.6% observada en los ingresos tributarios. Esta contribución positiva fue contrarrestada por la aportación negativa del IVA e ISR de 1.0 y 0.7 puntos porcentuales, respectivamente.
La institución estima que existe un riesgo en caso de que se presenten aumentos en los precios internacionales del petróleo y se decida no traspasarlos a los precios domésticos en las gasolinas. Eso resultaría en una contracción en los ingresos por concepto de IEPS de gasolinas que impactaría negativamente a las finanzas públicas.
En lo referente al gasto neto erogado por el sector público en el periodo enero-octubre de 2019, éste registró una caída anual real de 2.2%. Ello se debió en mayor medida al rubro del gasto programable (con una participación de 73.0% en el total del gasto neto pagado del sector público en el periodo enero-octubre de 2019), el cual mostró una contracción anual real de 2.3% en dicho periodo. Al interior de este gasto, cabe destacar que los recortes al gasto corriente explican 100.0% de dicha contracción. Por su parte, el gasto no programable exhibió un retroceso anual real de 1.9% en enero-octubre de 2019.
Es importante reconocer que las participaciones federales, las pensiones públicas y el costo financiero de la deuda pública continuaron presionando a las finanzas públicas en el periodo enero-octubre de 2019. No obstante, cálculos de BBVA muestran que, sin la inversión financiera y los rubros de gasto mencionados, el resto del gasto experimentó un mayor decremento al haber exhibido una contracción anual real de 8.8% durante dicho periodo. La mayor caída anual real experimentada por este concepto más limitado de gasto señala un esfuerzo del gobierno federal aún mayor por mantener cierta disciplina financiera en los rubros más directamente bajo su control.
En el periodo enero-octubre de 2019, el balance primario del sector público registró un monto de 296.5 mil millones de pesos vs. 156.2 mil millones de pesos en el mismo lapso de 2018. El superávit primario se debió en gran medida al balance positivo de 209.8 mil millones de pesos de organismos y empresas, el cual fue apoyado por el balance positivo de 61.2 mil millones de pesos del gobierno federal. Por lo anterior, BBVA prevé que se cumplirá con la meta de 1.0% del PIB para el superávit primario de este año.