El control de precios no es la solución a la elevada inflación
La inflación se ha convertido en uno de los temas de mayor preocupación para las economías. En México su elevado comportamiento ha provocado que se valore la aplicación de un control de precios como una herramienta de política para contrarrestar el problema inflacionario. Para Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA México, esta decisión tendría efectos negativos para la economía.
Serrano explica en el artículo “La inflación es un problema. Controlar los precios no es la solución”, publicado en el periódico El Financiero, que la inflación en abril registró un incremento de 7.7% y la subyacente alcanzó 7.2%. Aun cuando los números son los más altos desde enero de 2021, el economista reitera que no es el único país con este comportamiento inflacionario y el mismo Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado a conocer que a nivel mundial este año se ubicará en 7.4%.
Serrano destaca que en el caso concreto de México la elevada inflación obedece a factores relacionados con "choques provenientes del exterior, en gran parte asociados a la pandemia, como los cuellos de botella en la distribución de mercancías y a la respuesta que algunas economías avanzadas implementaron, en particular Estados Unidos que lanzó programas de ayudas fiscales que a la postre resultaron excesivos".
Se puede decir que en México experimentamos en buena medida una inflación importada
Asimismo, Serrano detalla que la invasión de Rusia a Ucrania y la incertidumbre por la guerra también han ocasionado que el efecto inflacionario crezca y se refleje en el aumento en los precios de los energéticos y las materias primas (alimentos y fertilizantes) "debido a que Rusia es un importante productor de petróleo y gas, y a que ambos países en conflicto son de los principales productores de granos del mundo. Se puede decir que experimentamos en buena medida una inflación importada".
Para el titular de estudios económicos de BBVA México, ante este entorno es "complicado hacer pronósticos para los niveles de inflación" porque no se sabe cuánto durará la guerra y resulta impredecible definir hasta cuándo se extenderá el aumento de precios en los energéticos y las materias primas. Por lo que señala que la inflación en el país será alta en lo que resta del año por lo que estima que será de 7% y el banco prevé que en 2023 comenzará a bajar para colocarse por debajo de 4%.
De acuerdo con Serrano el impacto más importante por la elevada inflación se verá reflejado en la población de menores ingresos, “en particular preocupa la muy elevada alza en los precios de los alimentos, que en el primer dato de abril se ubicó en 12.2%, pues son las familias de menores ingresos las que dedican un mayor porcentaje de su gasto a estos productos.
Los controles de precios resultan en situaciones de escasez de productos y en la aparición de mercados negros que operan al margen de la legalidad
Lo que más preocupa de este comportamiento inflacionario, como lo detalla el economista, es que se piense en un control de precios como parte de una estrategia para mitigar esta afectación. Hace énfasis en que “tanto la teoría económica como la evidencia empírica nos dicen que los controles de precios resultan en situaciones de escasez de productos y en la aparición de mercados negros que operan al margen de la legalidad”. Advierte que de igual forma utilizar subsidios generalizados no es buena medida porque son regresivos y suele beneficiar más a quienes más tienen.
Serrano precisa que existen otras formas con las cuáles se puede atender el efecto de la elevada inflación. Primero, ofrecer a la población de menores ingresos apoyos económicos que les ayuden a mitigar el impacto de los elevados precios en alimentos. Segundo, “intentar reducir restricciones de oferta para así lograr la disminución de algunos precios” a través de una mejor logística de transporte y con la eliminación de regulaciones para hacer los procesos aduanales más eficientes para la importación de bienes; y, por último, “se deberían bajar o eliminar aranceles en productos alimentarios y fertilizantes para intentar disminuir su precio”. Advierte que ante el serio problema de la inflación, el control de precios solo lo hará más grave.
El artículo se publicó en El Financiero el 28 de abril de 2022 y puede consultarse en este link.