México, destinado a crecer con el nearshoring
La oportunidad del fenómeno de ‘relocalización’, o ‘nearshoring’, para México, ha generado un diálogo con diferentes posturas, algunas fundamentadas y otras construidas bajo supuestos. Bajo este entorno, ¿cuál es la realidad de México? ¿Qué tan reales o no son sus beneficios? ¿Existen efectos no deseados con el nearshoring?
En el marco de la Reunión Nacional de Consejeros Regionales (RNCR) 2023 de BBVA México se llevó a cabo un panel sobre nearshoring, moderado por Enrique Quintana, vicepresidente y director general editorial de El Financiero, en el que participaron Jaime Zabludovsky, presidente ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, y Kenneth Smith, exjefe de la Negociación Técnica para TMEC en la Secretaría de Economía.
México, China y el nearshoring
El fenómeno de relocalización no es nuevo para México. Zabludovsky señala que en el periodo de 1994 al 2000 la exclusividad de México al mercado norteamericano le permitió crecer las exportaciones del 6 al 11% en ese periodo. A partir del 2000 China entra a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y al Acuerdo sobre Tecnología de la Información (ATI) por lo que las exportaciones de ese país se duplican en Estados Unidos y México perdió presencia.
A partir del 2010, en un entorno más estable, México encuentra ventajas en sectores donde no hay competencia con el gigante asiático y por otra parte identifica cinco sectores (maquinaria, equipo eléctrico, muebles, plástico y sus manufacturas y manufacturas de fundición, hierro y acero) en donde se posiciona en segundo lugar en el mercado estadounidense sólo detrás de China; es aquí donde se encuentran las oportunidades, puntualizó Zabludovsky.
La ventaja en esos cinco sectores radica en que China tiene que pagar aranceles que van desde el 18 al 26.5%, cuando México no tiene que hacer el pago de aranceles por las preferencias que le otorga el TMEC. Las estimaciones indican que si México le quita un 5% de participación al gigante asiático eso se traduciría en un crecimiento del 2% del PIB, en el caso de un 10% sería casi 4% del PIB y por un 15% representaría casi 5.5% del PIB, destacó el experto.
La inversión extranjera directa en México
En su participación, Kenneth Smith señaló que con el fenómeno del nearshoring se produce “un efecto trampolín” para entrar a la economía y al mercado más atractivo, que es Estados Unidos, lo que permite alcanzar al máximo los beneficios de la inversión extranjera que está llegando a México,
En cuanto al panorama actual, la cifra total de inversión extranjera directa que está llegando al país, es de más de 35 mil millones de dólares y analizando de dónde viene esta inversión, ha cambiado con respecto a lo que ocurría en 2017 y 2018, en donde más o menos el 54% de la inversión extranjera directa que llegaba a México provenía de Estados Unidos. Actualmente esa cifra se reduce a 43% porque la inversión se está diversificando, señaló el experto.
Smith detalló que países con grandes inversiones en México -como Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña y España-, ahora compiten de manera importante con Japón y Corea del Sur, en ese orden. Ahora se suman China y Hong Kong; si se consideran los números de inversión conjuntos, representan un crecimiento de manera importante en inversión que entra directamente al país.
“lo que necesitamos son recursos para crear una infraestructura empezando por la jurídica y de seguridad"
La clave para crear un ecosistema productivo, es cómo se replica esta estrategia en otras regiones y un claro ejemplo se puede ver con la entrada de la firma automotriz Tesla. En México se ven “regiones como Nuevo León, que combinan capacidades en términos de trabajadores, fuerza laboral disponible, acceso a energía, vecindad con Estados Unidos, lo que conforma un ecosistema productivo que se ha creado inclusive desde antes del TLCAN, hablamos de hace 50 o 60 años”, mencionó el experto.
Uno de los retos, enfatizó Smith, es articular un mensaje congruente a los mercados internacionales y, sobre todo, tener presencia en los principales foros a nivel mundial donde se promueve la inversión a nivel sectorial.
Al respecto, Smith hizo énfasis en que México debe asistir a las grandes ferias en materia de alimentos, de productos procesados, tecnología y aeroespacial, entre otras. Si pierde presencia de funcionarios y empresarios en esos foros, disminuye la oportunidad de competir con productos y servicios ofrecidos por Alemania, China o Japón.
Panel de Nearshoring en la Reunión Nacional de Consejeros Regionales 2023 de BBVA México
Qué esperar del nearshoring en México
Algunas estimaciones indican que, en el peor de los escenarios, si México hiciera las cosas mal en materia de relocalización, el PIB crecería 1%, entonces ¿qué es lo que debe hacer el país? Zabludovsky concluyó afirmando que para atraer las inversiones a México “lo que necesitamos son recursos para crear una infraestructura empezando por la jurídica y de seguridad, para que el clima de hacer negocios en México se traduzca en menores niveles de riesgo y las empresas tengan niveles de rentabilidad más altas”.
Por su parte, Smith mencionó que México podría alcanzar cifras de entre 50 a 60 mil millones de dólares de inversión extranjera directa al año. La clave está en sumar la visión gubernamental y la del sector privado, para que en conjunto se puedan analizar las variables en cuanto al tipo de inversión que llega a México, que se observen los sectores y la derrama económica que ello genera y en consecuencia se puedan desarrollar políticas que hagan más atractiva la inversión en el país.