Banca móvil en México: retos que atender y brechas por cerrar
La banca digital ha logrado un crecimiento de usuarios de servicios financieros en el país, crecimiento motivado en gran medida por la crisis sanitaria causada por el Covid-19, que hoy acompaña la nueva normalidad y permite que las personas operen sus finanzas de manera más ágil.
Luis Antonio Espinosa Carrasco, economista senior de BBVA México expone en el artículo “La banca móvil y los retos en inclusión financiera digital” publicado en el periódico El Economista, los retos y realidades que envuelven a la digitalización de la banca en México. Las ventajas en reducción de costos operativos, tiempo para realizar transacciones y la capacidad de llevar los servicios financieros a regiones donde la infraestructura tradicional de la banca no se puede instalar, hacen a la tecnología una aliada crucial en los objetivos de inclusión financiera del país.
Espinosa detalla que aun cuando la banca móvil tiene menos necesidades de infraestructura para poder operar, México aún presenta retos importantes que debe atender para que la población pueda aprovechar toda la oferta de valor que implican los servicios financieros digitales. Además de contar con una línea celular y acceso a internet, también es deseable que las personas cuenten con conocimientos financieros básicos para poder utilizar la banca móvil.
Con relación a las brechas que existen en infraestructura y conocimientos financieros, así como el uso de la tecnología, el economista señala que estás necesidades “revelan brechas importantes en la población por edad y escolaridad”. Temas que el país debería atender en los próximos años con el objetivo de sumar a más personas al desarrollo financiero y digital.
Además de contar con una línea celular y acceso a internet, también es deseable que las personas cuenten con conocimientos financieros básicos para poder utilizar la banca móvil.
El autor destaca que en lo que se refiere a potenciar la infraestructura tecnológica “en la última década se ha dado un avance sustancial a nivel nacional, el Instituto Federal de Telecomunicaciones estima que en 2021 se tenían cerca de 87 líneas de servicio móvil de acceso a internet por cada 100 habitantes”, pero el reto continúa en lograr que la adopción de banca móvil entre los estados sea más pareja.
Asimismo, Espinosa precisa que tanto la edad como la escolaridad son determinantes para que las personas adopten el uso de la tecnología y de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (Endutih) de 2021, las personas de entre 30 y 39 años fueron las que tuvieron mayor uso de la banca móvil, “con 37.8% del total de ese rango de edad y que cuenta con smartphone y acceso a internet, en cambio en el grupo de 50 a 59 años el porcentaje fue únicamente de 25.3%”.
En lo que se refiere al nivel de escolaridad el economista explica que, “seis de cada 10 personas con nivel máximo de estudios de licenciatura usó la banca móvil, mientras que menos de dos de cada 10 personas con estudios hasta secundaria la utilizaron”. Con lo cual, el continuo incremento del nivel de escolaridad garantiza una mayor aceptación de la tecnología y por ende un mejor acercamiento a la banca digital a favor del uso de sus finanzas personales.
Espinosa concluye su análisis asegurando que la banca móvil se ha convertido en una herramienta financiera importante para lograr una mayor inclusión financiera y digital en México. Los retos a los cuales debe enfrentarse es lograr una mejor educación y ampliar la infraestructura que facilite y acerque a la población los servicios de la banca, para lo cual el sistema financiero deberá seguir promoviendo el uso de canales digitales, desarrollo de tecnologías e infraestructura en telecomunicaciones.
El artículo se publicó en El Economista el 18 de mayo de 2023 y puede consultarse en este link.