Mujer y salud: el privilegio de tener un microseguro en América Latina
Desde el inicio de la pandemia, se han asociado tantos síntomas al COVID-19, que el diagnóstico de otras enfermedades parece relegado a un segundo plano. Esto, sumado a las restricciones impuestas para contener la pandemia y a la consecuente crisis económica, ha dificultado aún más el acceso a un tratamiento a tiempo de las personas de bajos ingresos. En América Latina, según la farmacéutica Pfizer, el número de consultas médicas, incluidas las oncológicas, se ha reducido casi a la mitad. Además, en la región, disponer de una póliza con coberturas médicas y asistencias básicas de salud está al alcance de muy pocos.
Antes de la pandemia, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), vinculada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya alertaba de que en torno al 21% de los latinoamericanos no recurría a atención sanitaria por razones geográficas y el 30% no tenía acceso a este servicio básico por razones económicas. Una realidad que se agrava por las brechas de género que existen en la región, con un 59% de mujeres trabajando en la informalidad, con unos ingresos en promedio más bajos y con un acceso limitado a prestaciones sociales como un seguro médico.
Así viven muchas de los 1,5 millones de mujeres de escasos recursos a las que atiende la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) en cinco países de América Latina. En los últimos años, sus entidades han desarrollado, en colaboración con aseguradoras, pólizas con coberturas médicas y asistencias básicas de salud. Estos seguros incluyen desde el diagnóstico de enfermedades graves como el alzheimer o el cáncer hasta atención médica para sus familias, con el objetivo de apoyar a las emprendedoras durante los momentos difíciles e impulsar su bienestar, en línea con el propósito de la Fundación.
Según una encuesta hecha por Microserfin, su entidad en Panamá, el 28% de las mujeres urbanas no se hace revisiones anuales. Además, el 35% se automedica y solo el 16% tiene un seguro privado. Para abordar esta brecha de acceso y uso, la entidad de la FMBBVA ofrece asistencias de salud de diferente índole, incluyendo una diseñada específicamente para estas mujeres. Sin embargo, teniendo en cuenta que las mujeres reinvierten hasta el 90% de sus ingresos en el hogar, solo el 4% de ellas contratan ese seguro, prefiriendo la opción familiar que cubre también las necesidades de los suyos.
Por trabajar en la informalidad y por sus bajos ingresos, Ana Jaramillo, dueña de una pequeña tienda y madre soltera, se veía obligada a elegir entre acudir a una clínica privada que difícilmente podía permitirse o intentar abrirse camino entre el colapso de los hospitales públicos. Esto cambió cuando le ofrecieron la asistencia de salud con el crédito que tenía en Microserfin. Ahora tanto sus hijas como ella pueden acceder de una forma fácil, económica y cómoda a la atención sanitaria: “Cuando me contaron de las asistencias que me podían ofrecer quedé impactada. Para mí es una gran iniciativa y un beneficio importante que uno necesita en caso de enfermedad. Nunca pensé que podría decir ahora tengo mi propio seguro de salud gracias a Microserfin”.
Ana Jaramillo, emprendedora panameña de la FMBBVA: "Para mí es una gran iniciativa y un beneficio importante que uno necesita en caso de enfermedad. Nunca pensé que podría decir ahora tengo mi propio seguro de salud gracias a Microserfin"
En la misma línea, la entidad de la FMBBVA en Colombia, Bancamía, en alianza con Mapfre, ha diseñado microseguros específicos para mujeres, que representan el 55% de su total de clientes. Desde su lanzamiento en agosto de 2020, casi 27.000 mujeres han contratado una de estas pólizas con coberturas de salud, cuyo coste oscila entre los 0,40 euros y los 3,20 euros al mes. “Hoy más que nunca, uno debe estar protegido, no se sabe qué pueda pasar y no estoy exenta de que me enferme. El hecho de que un banco ofrezca ese seguro es muy bueno porque ayudan a mujeres como yo en el campo”, cuenta Yuli Agudelo, una agricultora colombiana que tiene uno de estos seguros contratados.
Tanto Bancamía como Microserfin ofrecen consultas médicas por teléfono las 24 horas, que han resultado ser fundamentales durante la pandemia. Como ha sucedido con la inclusión financiera gracias a la banca digital, el 2020 también ha acelerado el uso de la telemedicina, que seguirá creciendo para cerrar las brechas de acceso a la atención sanitaria. La FMBBVA avanza en ambos frentes para apoyar el desarrollo sostenible de los emprendedores a los que atiende.
Las enfermedades no transmisibles o crónicas han seguido avanzando en un año en el que el mundo, de alguna forma, se ha visto obligado a parar en muchos aspectos a causa del COVID-19. Ejemplo de ello es que, para 2030, se espera que aumente un 67% el número de casos de cáncer en América Latina, por lo que es necesario actuar con rapidez para asegurar que los pacientes que tienen menos recursos, y especialmente las mujeres, puedan acceder a una atención adecuada y digna.