Préstamos hipotecarios: mínimos históricos para los tipos de interés
La decisión de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE) de dejar los tipos oficiales cercanos a cero (no en vano la remuneración de la facilidad de depósito -donde los bancos pueden depositar su liquidez- está en negativo) tiene un claro benefactor, todo aquel que tiene una hipoteca a tipo de interés variable y que la revisa en estas fechas.
El valor del Euribor hipotecario
En España, la mayoría de los préstamos hipotecarios son a tipo de interés variable y están ligados a la evolución del Euribor, lo que permite que los clientes experimenten directamente la evolución de este índice de referencia. Este indicador -que resulta de la media del tipo de interés al que se prestan dinero los principales bancos de la eurozona- está muy ligado a la evolución del precio oficial del dinero, que a principios de diciembre Draghi situó muy cerca de cero, el nivel más bajo de la historia.
Este hecho ha tenido su reflejo inmediato en el valor del Euribor, que tras rebajarse los tipos cerraba esa misma sesión en el 0,039%, el nivel más bajo de su historia desde su creación en 1998, hace 17 años.
Con los tipos en estos niveles, la bajada en el principal índice hipotecario supondría una rebaja de unos 200 euros al año en una hipoteca tipo de 120.000 euros a 20 años con un diferencial medio de un punto, lo que supondría un ahorro mensual de 17 euros al mes.
Si uno de los objetivos de esta política monetaria a la baja es impulsar el crecimiento económico, sin duda, para los hipotecados esto es ya una realidad.
Otra realidad viven los que pretenden sacar rentabilidad a sus ahorros con depósitos a tipo de interés fijo, aquellos en los que no se asume ningún riesgo. En un entorno de rentabilidades bajas en todos los activos la remuneración de los depósitos tiene que adaptarse por lo que la oferta de la banca seguirá reduciéndose.
No obstante, siempre habrá alternativas como los fondos de inversión u otro tipo de productos estructurados donde una parte del capital habitualmente está invertida en Bolsa o la inversión directa en el propio mercado de valores.