Migración de mexicanos a EE.UU alcanza máximos históricos
En 2015 se alcanzó un máximo histórico de 12,2 millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos, después de un periodo de estancamiento entre los años 2007 al 2014.
A partir de la crisis económica en Estados Unidos (EE. UU.), el volumen de migrantes mexicanos se estancó en cerca de 11,8 millones entre 2007 y 2014. Este periodo, conocido como de “migración neta cero”, marcó el término del rápido crecimiento de la población migrante de origen mexicano hacia EE. UU., y el inicio de una fase en donde el número de emigrantes que llegaban cada año al vecino país del norte era similar a la cantidad que regresaban a México.
Estimaciones a partir de la Current Population Survey, una de las principales fuentes que miden diversas características sociodemográficas entre la población norteamericana, muestran que en 2015 el número de migrantes mexicanos en EE. UU aumentó hasta sumar 12,2 millones, llegando a su máximo histórico.
Un estudio presentado por BBVA Bancomer y elaborado por BBVA Research, revela que la evolución de la migración mexicana a EE. UU., entre 2010 y 2015, se ha caracterizado por: a) menos migrantes nuevos, b) un notorio aumento en la edad de la población migrante mexicana, y c) una recuperación de los empleos, pero aún con salarios bajos. En un contexto en el cual no termina de consolidarse la recuperación económica en EE. UU., en el escenario más probable se estima que el volumen de migrantes mexicanos en ese país aumentará hasta llegar a cerca de 13 millones para el 2020.
Por otra parte, destaca la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) que es una decisión ejecutiva, iniciada en 2012 y promovida por el presidente Barack Obama, y que otorga a los migrantes no documentados conocidos como dreamers, un alivio migratorio por dos años, prorrogable otros dos años más, y la posibilidad de obtener un permiso de trabajo en EE. UU.
Pese a que la tasa de rechazo es de solo 6,1%, a tres años de operación del programa, entre 2012 y 2015, solo 790 mil jóvenes han solicitado la acción diferida de los 1,7 millones de beneficiarios potenciales estimados. Esta baja participación puede explicarse por: a) los beneficios limitados que otorga el programa, b) el temor arraigado a la deportación por proporcionar datos biométricos y personales, c) el costo para hacer la solicitud (485 dólares), y d) una sobreestimación en los cálculos de la población no documentada en EE. UU.
Del análisis a partir de datos oficiales y de diversos estudios, se encuentra que la mayoría de los beneficiarios de DACA nacieron en México (77,8%), 52,3% son mujeres, 83,5% tienen 24 años o menos, solo 10% están casados o viven con pareja, y 31,7% residen en California y 18,0% en Texas.
A tres años del programa, se ha encontrado que DACA ha generado diversos beneficios como: posibilidad de inserción al mercado laboral, empleos mejor pagados, mayor salario por hora trabajada, documentos para tramitar identificación y licencia de conducir, posibilidad de acceder a mayores niveles educativos y apoyos para educación que antes no calificaban, y la apertura de su primera cuenta bancaria y primera tarjeta de crédito.
Sin embargo, como acción ejecutiva, DACA depende de la voluntad del presidente en turno y no ofrece una vía para la ciudadanía. En 2016 habrá elecciones en Estados Unidos, y su resultado definirá no solo el futuro de DACA sino de una posible reforma migratoria integral.