México debe fortalecer su marco fiscal
Aún cuando el país ha tomado decisiones importantes para avanzar en el marco fiscal, es un hecho que la siguiente administración deberá trabajar en procesos legales que no permitan a los gobiernos incurrir en excesos fiscales y sobre todo que contribuyan al objetivo de mantener finanzas públicas ordenadas. Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA Bancomer, explica en el artículo 'México va a necesitar una normativa fiscal que sí se cumpla' publicado en El Financiero, cuáles son estos avances y dónde debe reforzarse el marco institucional.
Carlos Serrano destaca que la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria promulgada en 2006 representó para México “un buen esfuerzo por construir mecanismos legales que fuercen a los gobiernos en turno a no incurrir en excesos fiscales. No obstante, dicha ley presenta deficiencias que es necesario atender”, ya que le abre la posibilidad al Gobierno de no cumplir con los presupuestos establecidos, reportarlo al Congreso y no tener mayores consecuencias por hacerlo. Este hecho ya ocurrió en 2015 donde el gobierno en turno excedió el límite que la ley impone al gasto corriente estructural en 2.6% en términos reales.
"Los cambios legales deben apuntar a que el gobierno federal no tenga la discrecionalidad para tomas ciertas decisiones"
La Ley debe modificarse con cierta flexibilidad y solo exceder el presupuesto en situaciones extraordinarias, como son los desastres naturales o cuando existan contracciones significativas en la actividad económica, señala el economista. Además, los cambios legales deben apuntar a que el gobierno federal no tenga la discrecionalidad para tomar estas decisiones, pues “se debería hacer en conjunto con el Congreso. Es la función de contrapeso que debe cumplir”.
"Los contrapesos institucionales serán necesarios para corregir el actual marco legal en temas fiscales"
Serrano explica que otra limitante legal en materia fiscal es la libertad del Gobierno para ejercer el gasto. El presupuesto se aprueba cada año sobre la base de un estimado de ingresos fiscales, pero “si estos ingresos sobrepasan los estimados, el Gobierno puede gastar el excedente con total discrecionalidad”. Durante los últimos 10 años el gasto ha sido mayor al aprobado por el Congreso, superando en promedio el 8% y en algunos años hasta 12%, lo que implica que “una parte significativa del gasto se ejerce con discrecionalidad y al margen del proceso de discusión y aprobación del Congreso”.
Serrano advierte que esto debe modificarse; primero, porque “está alejado de las mejores prácticas en la materia y del espíritu de que el legislativo apruebe la forma en que se van a ejercer los recursos fiscales”; y segundo, porque cuando estos ingresos sobrepasen lo estimado, la diferencia debería destinarse a cancelar la deuda pública y en situaciones extraordinarias “en que haga sentido una expansión fiscal, el gasto debe de ser aprobado por el Congreso y solamente debería poder ser utilizado en gasto de inversión y no en gasto corriente”.
"Una parte significativa del gasto se ejerce con discrecionalidad y al margen del proceso de discusión y aprobación del Congreso”
El economista jefe de BBVA Bancomer señala que sobreestimar el crecimiento económico para gastar más es otra deficiencia del marco fiscal, pues es frecuente observar que el crecimiento sea más bajo al estimado y considera que en ese sentido, “la creación de un consejo fiscal independiente que provea de estimaciones de crecimiento económico para que sean utilizadas en la elaboración del presupuesto, sería deseable”, por lo que concluye que los contrapesos institucionales serán necesarios para corregir el actual marco legal en temas fiscales.
La colaboración completa de Carlos Serrano Herrera para el periódico El Financiero se publicó el 18 de mayo de 2018 y puede consultarse en este enlace.