México es el cuarto receptor más importante de remesas en el mundo
México es uno de los principales receptores de remesas a nivel mundial y en el 2015 recibió cerca de 25 mil millones de dólares (mmd) por este concepto, ocupando la cuarta posición mundial, detrás de India (72 mmd), China (64 mmd) y Filipinas (30 mmd).
Estos recursos son una fuente muy importante de divisas para el país y ya equivalen a 2,3% de su Producto Interno Bruto (PIB), superado solo por los ingresos por exportación de automóviles y por la Inversión Extranjera Directa. El monto de remesas que recibió México en 2015 es superior a los ingresos para ese mismo año por concepto de turismo y por la exportación de petróleo.
El Banco de México define las remesas como la cantidad en moneda nacional o extranjera proveniente del exterior, originada por un remitente para ser entregada en territorio nacional a un beneficiario. Una parte importante de estos recursos provienen de los migrantes mexicanos que residen en el mundo, destacando los que viven en Estados Unidos, país de donde proviene el 95,6% del total de las remesas a México.
El último dato disponible señala que 1,3 millones de hogares en México, 4,1% del total, se benefician de este flujo monetario del exterior. Dependiendo del contexto urbano o rural en donde se encuentran los hogares receptores de remesas, se dispone de diferentes medios y agentes que pueden entregar este recurso. En 2015 cerca del 44% de las remesas a México son pagadas directamente por instituciones bancarias, mientras que el restante 56% lo entregan instituciones no bancarias (autoservicios, tiendas departamentales, tiendas de conveniencia, farmacias).
Los adelantos tecnológicos en los sistemas financieros, observados en las últimas dos décadas, han permitido que casi la totalidad de las remesas a México se envíen por transferencias electrónicas (97,5%). Actualmente, las remesas que se entregan en efectivo o en especie representan solo el 1,9% del total, mientras que las money orders se encuentran en desuso con 0,6%.
Las regiones receptoras de remesas no están distribuidas homogéneamente en el territorio mexicano, sino que obedecen a los patrones migratorios particulares. Para algunos estados, las remesas son determinantes muy importantes del consumo. Entre las principales entidades federativas receptoras de remesas se pueden distinguir a estados pertenecientes a la región tradicional de migración como Michoacán, Guanajuato y Jalisco, y a estados de más reciente incorporación al fenómeno migratorio en las últimas dos décadas como el Estado de México, Puebla, Oaxaca y Guerrero.
Pese a la importancia de este flujo monetario, no se debe de perder de vista que forman parte del ingreso de los hogares, razón por la que es muy difícil pedirle un uso productivo mayor a otras fuentes de ingresos familiares como el que percibe cualquier trabajador remunerado en México. Cálculos a partir de diversos estudios indican que los principales usos de las remesas que envían los mexicanos son: comida y vestido, pago de deudas y vivienda (mejora, adquisición y construcción).