La metodología Agile genera nuevas oportunidades para BBVA Compass en los EE. UU.
BBVA Compass avanza en la implantación de un nuevo modelo de trabajo interno para desarrollar la estructura organizativa y el nervio competitivo que le permitirá afrontar al proceso de transformación digital en el que está inmerso el sector bancario estadounidense.
A nivel organizativo, BBVA Compass está siguiendo la estela de sus equipos tecnológicos, adoptando las metodologías agile para fomentar la colaboración, maximizar la productividad e incrementar la eficiencia de sus equipos, simplificando procesos. Desde su implantación, el banco ha podido constatar en múltiples ocasiones, tanto a nivel interno como externo, el valor que el modelo Agile aporta a la organización. Con base en estas metodologías, el banco aspira a sacar lo mejor de su activo más valioso, su gente, al trabajar de una manera que tiene en cuenta y da respuesta a las crecientes exigencias digitales del sector bancario estadounidense.
Los métodos Agile son procesos de desarrollo eficaces que, desde hace tiempo, forman parte del día a día del mundo tecnológico de Silicon Valley. En BBVA Compass estos procesos ya están arraigados y se aplican en el 60% de los proyectos que acometen los equipos de ingeniería y desarrollo.
La metodología Agile ha demostrado ser un modelo efectivo para los equipos de desarrollo de BBVA Compass - una garantía de éxito lo suficientemente sólida como para motivar al banco a invertir en un grupo de expertos - inspirado en las empresas de tecnología financiera con sede en Birmingham. El Centro de Desarrollo, en el que el banco ha invertido 13,5 millones de dólares, reúne las condiciones ideales para la aplicación de las metodologías Agile por parte de los equipos de tecnología de negocio que trabajan en él, desarrollando las soluciones digitales con las que el banco busca consolidar su posición como referente en desarrollo e innovación para liderar la transformación del sector financiero.
El banco es consciente de la ventaja competitiva que supone adoptar estos métodos de trabajo en todos los ámbitos de su actividad. El área de Talento y Cultura de BBVA Compass está llevando a cabo pruebas piloto para valorar la eficiencia y efectividad de la aplicación de esta metodología en otras áreas del banco y está inmerso en la ejecución de tres proyectos que completará en un plazo de tres meses y que servirán como prototipos para trasformar la cultura del grupo.
Los empleados ponen a prueba la eficacia y la eficiencia del trabajo Agile dentro de los tres meses.
La metodología Agile supondrá un cambio organizativo que permitirá sacar el máximo partido de las competencias de los empleados"
Adriana Quevedo-Price, directora ejecutiva de Organización basada en proyectos Agile, asegura que la metodología Agile supondrá un cambio organizativo que permitirá sacar el máximo partido de las competencias de los empleados para, teniendo en cuenta las necesidades del usuario final, acelerar los procesos de desarrollo y lanzamiento de soluciones al mercado.
"Un proyecto importante en el banco puede tomar un promedio de dos años cuando se hace bajo una cascada o un modelo de trabajo fijo, pero con las metodologías Agile o adaptativas se puede reducir ese plazo hasta seis meses o menos", asegura Quevedo-Price. “Por su capacidad para potenciar la escalabilidad y eliminar restricciones, las metodologías Agile nos permitirán acelerar los plazos de ejecución de los proyectos, incorporando comentarios de clientes al proceso y sacando el máximo partido de las cualidades de nuestros empleados: responsabilidad, trabajo en equipo, organización, flexibilidad y creatividad”.
Las metodologías Agile, consideradas por muchos como “una nueva manera de trabajar”, comenzaron a llamar la atención por su eficiencia en procesos de desarrollo de software, donde los proyectos se dividían en partes que se acometían en ciclos de desarrollo de corta duración. Gran parte de la popularidad de esta metodología se debe a las ventajas que ofrece, especialmente la capacidad que brinda para adaptarse más rápidamente a los cambios, por su naturaleza eminentemente colaborativa, donde los comentarios y la información que se recaba durante cada ciclo se aprovecha para mejorar los ciclos siguientes.
Los empleados de BBVA Compass priorizan las necesidades del usuario final mediante la metodología Agile.
Los modelos tradicionales de desarrollo para grandes proyectos parten de planificaciones fijas establecidas de antemano, donde las tareas se reparten por equipos y se ejecutan durante plazos extensos de tiempo, lo cual limita la flexibilidad del proceso e impide la posibilidad de incorporar los comentarios de los usuarios finales al proceso. De esta manera se maximizan los costes y los riesgos, dado que las impresiones y las validaciones del mercado sólo se reciben una vez ha finalizado el proyecto.
BBVA Compass está invirtiendo recursos en implantar métodos Agile, de cara a aprovechar la transversalidad funcional y generacional de los equipos – llamados “scrums” – segmentando el desarrollo de los proyectos en ciclos cortos de dos semanas, al final de las cuales se efectúan las correspondientes pruebas y evaluaciones y se recaba la información necesaria para estructurar el siguiente ciclo. Tener listas las primeras demos de las soluciones para su lanzamiento al mercado suele llevar de tres a seis meses. A pesar de que una demo no es una solución final, su publicación comporta varias ventajas competitivas, puesto que permite ofrecer al mercado la mejor solución en un plazo razonable de tiempo, así como recabar las opiniones e impresiones del mercado.
Tal y como se ha contrastado en diversos desarrollos tecnológicos, gracias a esta manera de trabajar, BBVA Compass podrá seguir anticipándose a las necesidades de sus clientes, aportando soluciones financieras al mercado de los EE.UU., gestionando incertidumbres de menor escala, en un proceso que culmina con el lanzamiento definitivo de servicios y productos de valor.
Gran parte del éxito de las metodologías agile en BBVA Compass reside en los equipos que las implementan, los llamados “scrums”, que comparten el mismo entorno de trabajo colaborativo y están formados por empleados de distintas áreas del banco, desde departamentos de tecnología hasta líneas de servicio de negocio. Los scrums generalmente se componen de entre cinco y nueve empleados, con un propietario del producto que se centra en las necesidades del mercado y un “scrum master” que vela por la eficiencia del proceso Agile. Utilizando notas adhesivas de distintos colores, los scrums celebran sesiones de planificación durante las cuales se priorizan las iniciativas de investigación y mercado, que se conocen como “epics”. Como parte del proceso, los scrums tratan de definir las tareas específicas – las “dependencias" – que permiten cumplir cada “epic”.
Un equipo (scrum) participa en un trabajo Agile en BBVA Compass.
(La metodología Agile) permite al banco tener en cuenta más información y minimizar los riesgos a la hora de orientar sus desarrollos y ofrecer servicios y productos de valor a nuestros clientes"
“Este método de trabajo es la receta que nos permitirá distinguirnos de nuestros competidores y liderar el sector bancario en los EE.UU.”, concluye Quevedo-Price. “Se trata de una estrategia flexible y colaborativa que permite al banco tener en cuenta más información y minimizar los riesgos a la hora de orientar sus desarrollos y ofrecer servicios y productos de valor a nuestros clientes”.