MasterChef Uruguay, el éxito de un concurso que se cocina a fuego lento

En el programa del lunes 3 de julio, los aspirantes compitieron divididos en dos equipos para conservar su delantal y estar un paso más cerca de llegar a ser el primer MasterChef de Uruguay. Los mejores siete cocineros amateurs del país se enfrentaron a uno de sus mayores desafíos: entrar en la cocina del prestigioso restaurante del Hotel del Prado, y preparar un cocktail para más de 60 invitados especiales de BBVA, uno de los principales auspiciantes del 'reality'.

Los invitados, socios comerciales del rubro gastronómico, clientes y empleados que participaron en el MasterChef interno de BBVA y ganaron el primer reto, probaron bocaditos salados y dulces; y tuvieron que elegir entre un equipo u otro (el rojo o el azul). Durante el evento, los jurados supervisaron alternadamente la cocina donde se palpaba la presión de llegar a tiempo para agasajar a los invitados de la mejor forma. Mientras un jurado supervisaba la cocina, el resto observaba a los comensales y sus reacciones.

Después de este ambicioso reto, con comensales con paladares educados y refinados, los concursantes aspirantes que luchan por ser finalista deberán esforzarse cada vez más y lograr superarse a sí mismos. A esta altura de la competencia no queda casi lugar para errores.

MasterChef ha roto récords en la audiencia televisiva uruguaya. Con la conducción del presentador Diego González, y los reconocidos chefs Lucía Soria, Sergio Puglia y Laurent Lainé, en su calidad de jurados, son los encargados de elegir dentro de un par de meses al primer MasterChef de Uruguay que recibirá como premio $200.000, un curso de cocina profesional o repostería en el Crandon, un viaje a Gerona, España de la mano de BBVA durante tres días a El Celler de Can Roca y por último el trofeo MasterChef.