Malestar social, populismo y gobernabilidad

De entrada, Enrique Quintana, economista y director general editorial del periódico especializado El Financiero, abonó la conversación con algunas otras interrogantes. "La disrupción tecnológica –planteó-, ¿es una catástrofe o una oportunidad? ¿Qué actitud asumir frente a ella; la derrota o afrontar el desafío?"

Tanto Federico Reyes-Heroles como Macario Schettino abordaron la paradoja de un momento histórico en el que los datos duros indican que se ha dado el mayor bienestar y crecimiento económico con un entorno de descontento en diversas latitudes del globo. “Nunca antes había disminuido la pobreza en el mundo al ritmo que lo ha hecho en las últimas décadas –mostró Reyes-Heroles–. En 1990 estábamos hablando de casi 2.000 millones de seres humanos atrapados en esa condición. Nos pasamos dos décadas después a 987, y en el 2015 ya estábamos en 701 millones”.

De acuerdo con las cifras manejadas por Schettino, a inicios del siglo XIX más del 90% de los seres humanos eran pobres. “Hoy lo son menos del 10%.” Según el columnista de El Financiero y docente en la Escuela de Gobierno del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrrey (ITESM), “nunca habíamos tenido tan pocos pobres en el mundo como  hoy”. E ironizó: “En el espantoso y horrible neoliberalismo hemos logrado reducir la pobreza en 35 puntos; es decir, estos últimos 25 años, de los que todo el mundo se queja, son los mejores 25 años en la historia de la humanidad”.

"A inicios del siglo XIX más del 90% de los seres humanos eran pobres. Hoy lo son menos del 10%

No obstante lo anterior, Reyes-Heroles reconoció un sentir, sobre todo en el entorno nacional: “Estamos enojados.” Mencionó la corrupción y la impunidad como factores que inciden en el malestar. “¿Hay enojo? Sí, sí hay enojo; por supuesto que hay enojo –enfatizó Reyes-Heroles–. Pero lo principal es que no perdamos el rumbo general de por dónde va el país, que analicemos muy bien por qué estamos enojados y pongamos atención en eso.”

Con una perspectiva más global, Schettino aventuró que el malestar, al menos en los Estados Unidos de América que le dieron el triunfo a Donald Trump, tiene que ver con el estatus. “Lo que está ocurriendo es que la gente está empezando a sufrir porque está viendo que su estatus está desapareciendo”.

Además, de acuerdo con el columnista de El Financiero, “Trump gana porque logra construir una ‘realidad alternativa’ a través de redes sociales para un grupo suficientemente grande de votantes que al día de hoy le sigue creyendo”.

Quintana insistió en que hay damnificados en el campo de batalla del crecimiento, y estos adquieren un poder tal que generan expresiones que casi siempre ocurren cuando vienen estas disrupciones tecnológicas, estos empujes del crecimiento, “y esas disrupciones casi siempre se expresan en algo que pudiéramos denominar genéricamente populismo”. Y por éste, el director general editorial de El Financiero entiende, de manera sintética, “las respuestas simplonas a los problemas complejos”; “respuestas que reducen la complejidad de los problemas y los limitan a blanco y negro”.

Tanto Schettino como Reyes-Heroles coincidieron en el impacto de las redes sociales en la opinión pública. “Hoy –comentó el primero– la agenda pública la fijan ustedes a través de las redes sociales, y los políticos tienen que reaccionar a ello, y nadie puede hacerlo. Ustedes creen que los políticos de hoy son tontos, no lo son; son iguales a los de siempre, lo que pasa es que el problema que tienen enfrente es irresoluble, nadie puede enfrentar lo que está ocurriendo en las redes sociales”.

Una forma de lidiar con “los movimientos masivos desinformados”, como los llamó Reyes-Heroles, es, de acuerdo con el politólogo, “la introducción de más tiempo” en los procesos electorales que sirva para analizar y reflexionar. De manera precisa sugirió que en México se hable con seriedad de la segunda vuelta.

Quintana recordó que aunque existe simpatía entre muchos actores políticos hacia la noción de que “la segunda vuelta sería un recurso para asegurar la gobernabilidad en México”, también es cierto que “desde el Presidente de la República, hasta funcionarios menores en el Gobierno y representantes del PRI y otros partidos” no comulgan con la misma. Y lanzó las preguntas: “¿Por qué razón? ¿En la clase política hay una vocación suicida? ¿Hay miopía? ¿Qué pasa?” Respondió Reyes-Heroles: “Hay un enorme egoísmo. Al fin y al cabo están mirando por los intereses inmediatos de un partido. No están pensando en la gobernabilidad de un país; están pensando en que quieren ocupar solo lo que sea, el Palacio de Gobierno de Toluca; es decir, muy probablemente el próximo gobernador del Estado más grande de este país tenga el 70% del electorado en contra. Eso no es un buen negocio para nadie”.