Maestro Tabárez: la convicción de evolucionar con los cambios
Hace algo más de 12 años, en marzo de 2006, Oscar Washington Tabárez, conocido como el maestro Tabárez, asumía por segunda vez en su carrera la dirección de la selección uruguaya de fútbol, siendo al día de hoy el técnico récord a nivel mundial en cantidad de partidos consecutivos al frente de un combinado nacional.
Ese docente de expresión seria y rostro adusto, pero que trata a sus jugadores primero como hijos o alumnos y luego como orientador, es el mismo que manda a la cancha a 14 jugadores por partido con la convicción de que el camino que está recorriendo es el más adecuado. Es quien sigue recogiendo lo que ha sembrado: el respeto y la admiración de todos quienes lo rodean desde el preciso momento en que lo conocen.
Es el técnico que en 1990 no tuvo la colaboración y la comprensión de los estamentos del fútbol, demostrando años después la vigencia de los proyectos y la certeza de llevarlos adelante por el camino de la humildad, el trabajo, conocimiento, seriedad y sobriedad, pero por sobre todas las cosas, transparencia.
Transparencia que brilla por su ausencia en tantos lugares del ‘mundo fútbol’, pero que el maestro Tabárez supo mantenerla y defenderla como hoy sus alumnos la defienden en los campos de juego con la garra y la emoción con la que cantan el Himno Nacional gritando el "sabremos cumplir" cada vez que se visten de un celeste.
Llevar adelante al equipo por el camino de la humildad, el trabajo, conocimiento, seriedad y sobriedad, pero por sobre todas las cosas, transparencia.
Este grupo de jugadores y técnicos sigue demostrando que transitar un camino con un faro y un horizonte no tan lejano, casi por definición, los va a llevar a seguir conquistando glorias y triunfos más allá de los resultados deportivos que muchas veces son circunstanciales y efímeros.
Esa gloria es la identidad con sentido de pertenencia es estar seguros de cumplir. Esa gloria no tiene ni recibe medallas o copa de campeón. Es única, es intransferible.
A horas de un nuevo mundial, hemos intentado asociar los orígenes del ‘proyecto Tabárez’ con esta tercera presentación consecutiva de Uruguay dentro de las 32 mejores selecciones del planeta.
Mucha esperanza, mucha confianza en el trabajo pero mucho respeto por los rivales, Uruguay tiene todo para hacer una buena Copa y sería imposible pronosticar hasta dónde podrá llegar; pero en el aire está la convicción y la seguridad que los resultados van a ser el producto de un trabajo serio y responsable impuesto por un verdadero conductor y orientador, que prioriza los aspectos humanos y conceptuales del grupo como tal por sobre los deportivos.
Está claro que los resultados son los determinantes del éxito o el fracaso, pero manteniendo intacto el compromiso de los jugadores como hasta ahora, no solo será más sencillo alcanzar el objetivo sino que además seguirá siendo la consecuencia del trabajo de 12 años, aun cuando por razones de edad nunca podrán ser los mismos hombres; todos, sin excepción, habrán de heredar el legado de hacer cada vez más grande la historia de Uruguay.
Los empleados de BBVA Uruguay, reunidos en sus oficinas, juntos, estarán este viernes alentando a la Celeste con la pasión de siempre.