Siete motivos para invertir en América Latina
Los países emergentes, y en concreto los países latinoamericanos, se han convertido en mercados estratégicos de inversión por parte de las empresas españolas. El fuerte desarrollo demográfico y el vínculo lingüístico-cultural son algunos de los motivos por los que invertir en esta región.
Europa se ha posicionado desde la década de los noventa como la principal fuente de inversión extranjera directa (IED) a América Latina, siendo España el principal inversor, superando incluso a potencias mundiales como Estados Unidos o Japón.
La IED consiste en la colocación de capitales en un periodo largo de duración en el extranjero. Esta colocación de capitales por parte de España en América Latina fue de casi 207.208 millones de euros durante el periodo de 1993 a 2015, destacando especialmente la inversión realizada en Brasil, Argentina, México y Chile, por ese orden.
Los países que componen América Latina, catalogados como países emergentes, consiguieron posicionarse durante dicha década a nivel internacional y lograron ponerse en el punto de mira de las inversiones globales. Su alta rentabilidad se debía a un proceso de democratización y de estabilización económica llevado a cabo en esos años y que los convertía en una clara estrategia de inversión para las empresas españolas.
"Las empresas españolas pretenden hacer del continente una extensión del mercado nacional
Así lo analiza Ramón Casilda Béjar, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) y profesor del Instituto de Investigación en Estudios Latinoamericanos (Universidad de Alcalá), en su publicación 'La internacionalización de las empresas españolas desde la perspectiva inversora de Latinoamérica'. En ella se mencionan diversos factores que incentivaron a las empresas de España a invertir en la región y que podrían unirse en los siguientes siete motivos:
1. Posición geográfica del continente. “La ventaja de la ‘localización’ en este continente responde a la facilidad y potencialidad que proporcionan estos mercados tan naturales”, cita el profesor. De esta manera no solo influye la privilegiada posición física y la facilidad de intercambio entre unos países y otros, sino también el acceso a materias y recursos naturales disponibles en la zona.
2. El fuerte vínculo lingüístico-cultural entre España y América Latina. Uno de los factores que más ha beneficiado a la IED española en los países latinoamericanos es poseer un idioma en común con el que comunicarse. Además de ello, poseen una fuerte relevancia los lazos culturales, que directa o indirectamente ha proporcionado el idioma, con dichos mercados emergentes. Según Ramón Casilda, “algo similar le sucede a Estados Unidos que tiene en Gran Bretaña su referente histórico, mientras que Francia lo es en el África francófona”.
3. El importante desarrollo demográfico. Con una población de más de 646,6 millones de habitantes, de los cuáles más de un 58% (en concreto, alrededor de 376,8 millones) son hombres y mujeres menores de 34 años, América Latina y el Caribe se posicionan como un interesante mercado en el que invertir, ya que hay suficiente capital humano y clientes como para satisfacer la demanda de las empresas españolas.
"Los países [latinoamericanos] lograron ser considerados internacionalmente como países emergentes
4. La maduración del sector servicios en España. “Las empresas españolas pretenden hacer del continente una extensión del mercado nacional para ganar dimensión y obtener economías a escala”, aclara dicho estudio. Es por ello que la inversión española se ha centrado en el sector servicios. Son los servicios financieros, con un 26% de la IED española, la actividad en la que más se invierte en América Latina.
5. El saturado mercado español. En relación con el punto anterior, invertir en la región se ha convertido en una estrategia dada la necesidad de alcanzar el suficiente tamaño para hacer frente a los grandes competidores que se encontraban tanto en Europa como fuera del continente.
6. Experiencia y profundo 'know-how' en el mercado interno. La experiencia y el conocimiento recibidos a lo largo de los años en el mercado español han servido a muchas empresas a poder internacionalizarse en otros países.
7. Buena reputación internacional. Unido al proceso de democratización mencionado al principio, el estudio incluye la importancia de la reputación a nivel global obtenida por América Latina en las últimas décadas. “Los países [latinoamericanos] lograron durante la segunda mitad de la década de los 90 ser considerados internacionalmente como países emergentes”, añade el profesor en la publicación.
Se detiene la desaceleración de la economía latinoamericana
BBVA Research presentó sus previsiones para América Latina a finales del pasado mes de abril, determinando que la economía latinoamericana se recuperará durante el 2018 hasta alcanzar un crecimiento de un 1,8% del PIB. “Los datos recientes muestran ya una recuperación en marcha en Argentina y el fin de la recesión en Brasil”, apuntó Juan Ruiz, economista jefe de BBVA Research para América del Sur. No obstante, dicho crecimiento se sitúa por debajo del potencial de la región, que es de un 3%.