Se venden unos 229.000 robots al año y Bank of America Merrill Lynch estima que en 2025 harán el 45% de las tareas de fabricación industrial en contraste del 10% actual. Estas cifras muestran el despunte de la robótica, que parece preparada para saltar de las fábricas a nuevos espacios productivos, la sanidad, el transporte, los hogares, la defensa militar o al sector aeroespacial.
Estas perspectivas han despertado viejos temores, hasta ahora más propios de la ciencia ficción, pero que parecen hacerse realidad a los ojos del Foro Económico Mundial. La robótica y la inteligencia artificial se han presentado como catalizadores de la cuarta revolución industrial, pero con unas consecuencias muy claras en el empleo.
El informe Future of Jobs del Foro Económico Mundial señala que estas nuevas tendencias (donde además de la robótica se encuentra la inteligencia artificial, el machine learning, la nanotecnología, la impresión 3D, la genética y la biotecnología) podría impactar en 5,1 millones puestos de trabajo en el periodo de 2015 a 2020.
Pese a este pronóstico, son muchos los que consideran que toda ola de nueva tecnología genera a la larga riqueza y empleo, especialmente entre los sectores y profesiones que usan la tecnología de manera más intensiva, como mantiene James Bessen, profesor de la Universidad de Boston como se puede leer este ebook del Centro de Innovación de BBVA. Igualmente, un reciente estudio de McKinsey asegura que sólo un 5% pueden ser asumidos completamente por un robot.
Informática, matemáticas e ingeniería tirarán del empleo
Sin embargo, el Informe del Foro Económico mundial asegura que se eliminarán un total de 7,1 millones de empleos, 2 tercios de ellos concentrados en trabajos de oficina y administrativos, y se crearán dos millones de nuevos de puestos trabajo en campos relacionados como la informática, matemáticas, arquitectura e ingeniería.
Los trabajos relacionados con la fabricación y la producción también se apuntan como los más afectados por estas tecnologías, pero según el informe, tienen la opción de poder actualizarse si se logran nuevos conocimientos tecnológicos para poder reciclarse en las nuevas cadenas productivas.
Nuevos perfiles
En cuanto a los nuevos perfiles más demandados, destacan los analistas de datos, claves para dar sentido a las ingentes cantidades datos que van a tener que manejar las corporaciones; y los comerciales de ventas muy especializados, capaces de explicar las nuevas ofertas y servicios a las empresas, los gobiernos y los clientes. Este nuevo perfil comercial, cuya demanda se detecta en todas las industrias y geografías, se explica por la necesidad de comprender mejor productos muy innovadores y disruptivos y/o porque las corporaciones van a dirigirse a públicos con los que no están familiarizados.
Otro perfil profesional detectado especialmente en los sectores de la energía, los medios, el entretenimiento y la información es un nuevo tipo de directivo senior para guiar con éxito a las compañías a través de estos cambios disruptivos.