Los retos de Europa en 2017

La economía europea ha empezado el año creciendo bastante bien, incluso se está acelerando. La realidad es que no está sufriendo ningún tipo de shock por todos los retos, sobre todo políticos, que tiene de cara a este año.

Aún así hay varios elementos de riesgo:

• El ciclo electoral que hay en Europa este año, con elecciones importantes tanto en Francia como en Alemania, en Italia a principios del año que viene, como las pasadas elecciones holandesas… Lo principal es que hay partidos en todos estos países que propugnan una salida del euro de sus respectivos países, algo que puede ser muy irruptivo y negativo para Europa. En principio no es un riesgo grande, porque no deberían ganar estas opciones en las elecciones, pero es un factor de incertidumbre.
• Las negociaciones del Brexit, que se acaban de lanzar por parte del gobierno británico y que no han empezado con muy buen pie. Esto es así, básicamente, porque el Gobierno británico ha elegido la opción de lo que se llama un ‘Brexit duro’, un ‘hard Brexit’. Esto quiere decir que Reino Unido pretende mantener la soberanía sobre su política inmigratoria, y no permitir la libre circulación de personas. Esto significa que no podrá tener acceso al Mercado Único europeo, una vez salga de la Unión Europea (esto puede ser más negativo para Reino Unido a largo plazo). Las negociaciones, de por sí, no han empezado en un clima muy positivo. De momento, estas negociaciones no están afectando a la economía demasiado, donde sí se está notando es en la inversión en Reino Unido, pero no de una manera muy significativa. Aunque sí es un factor de riesgo para el resto del año y para 2018.
• En el caso de Grecia hay una negociación que lleva mucho tiempo (estamos ya en el tercer programa) y, ahora mismo, estamos en una revisión que tendrá que concluir antes de verano. Esto se debe a que el Gobierno griego tiene un repago importante de deuda en el mes de julio y todavía no se ha llegado a un acuerdo. Este acuerdo está a punto de darse, pero hay una dificultad y es que el acuerdo ya no es solo a dos bandas (no es la troika frente al Gobierno griego), sino que dentro de la troika, la postura del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y los Gobiernos europeos ya no es la misma. El FMI quiere que Europa relaje las condiciones de repago de deuda y que el Gobierno griego siga tomando medidas, sobre todo medidas fiscales de austeridad, y Europa no quiere ceder en las condiciones de deuda, de tal manera que en una negociación a tres bandas es más difícil de llegar a un acuerdo. Pero todo parece indicar que sí, que antes de verano habrá algún tipo de solución y se podrá seguir financiando al Gobierno griego.