Los marchantes del arte “degenerado”
Con la llegada al poder de Adolf Hitler, la familia de marchantes de arte Thannhauser se vio obligada a huir de Alemania para proteger las obras que había coleccionado toda su vida. Colección de cuadros que pertenecen al movimiento modernista, corriente artística que los nazis denominaban arte “degenerado”. Justin K. Thannhauser, heredero de la colección familiar, tuvo que exiliarse en París para finalmente asentarse en Nueva York. Allí logró cierto reconocimiento profesional y llegó a compartir una gran amistad con un referente del mecenazgo de la época, Solomon R. Guggenheim.
Todas estas peripecias se ven plasmadas en la exposición de 'Van Gogh a Picasso. El legado Thannhauser'. La colección se mostrará por primera vez fuera de Nueva York, desde que ingresó en 1963 en el Solomon R. Guggenheim Museum. Un recorrido por el trabajo de la familia Thannhauser que podrá visitarse en el Museo Guggenheim de Bilbao, gracias al patrocinio de la Fundación BBVA. La exposición pone de relieve el legado de la familia y el papel que realizó en el fomento del arte de su época.
Una familia con arte
Justin K. Thannhauser era el hijo del marchante de arte judío alemán Heinrich Thannhauser, quien fundó la Moderne Galerie de Múnich en 1909. Desde muy temprana edad, Justin trabajó con su padre en la floreciente galería, ayudándole a elaborar un versátil programa de exposiciones dedicadas a artistas impresionistas y posimpresionistas franceses y dedicando muestras a autores contemporáneos alemanes. A la familia Thannhauser le corresponde el éxito de algunas de las exhibiciones más recordadas de comienzos del XX en Alemania, como la dedicada a Pablo Picasso y tras la cual Justin fraguó una estrecha relación con el pintor malagueño. La Moderne Galerie fue también la encargada de presentar las exposiciones más importantes de la Nueva Asociación de Artistas de Múnich (Neue Künstlervereinigung München NKVM).
Paul Gaugain Here Mai 1891. Óleo sobre lienzo de yute (73 x 92 cm). Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York. Colección Thannhauser, donación, Justin K. Thannhauser
Huyendo del terror
Al prosperar la galería de su padre, Justin decidió ampliar el negocio. Junto con su primo Siegfried Rosengart, se instalaron en la ciudad de Lucerna, Suiza, donde la galería permaneció abierta entre 1919 y 1927. En la década de los años treinta, con Berlín convertido en el epicentro del arte en Alemania, la galería se traslada a la capital germana, donde realizaron famosas exposiciones dedicadas a la obra de Gauguin, Matisse y Monet.
Con la entrada del régimen nazi, la familia Thannhauser vio como se apagaba la luz de su esplendor. Aquel arte “degenerado” que habían apoyado como mecenas, no era del gusto del nacional socialismo, por lo que en 1937 Justin se vio obligado a cerrar la galería Thannhauser de Berlín.
Con el fortalecimiento del III Reich, a la familia solo le quedó el exilio. Tras un breve paso por París finalmente se asentaron en Nueva York en 1940. La habilidad de Justin como marchante de arte no tardó en deslumbrar en la gran manzana, llegando incluso a entablar amistad con Solomon R. Guggenheim con quien descubrió un mismo modo de entender y apoyar el arte. Tal fue la amistad que Justin decidió que tras su muerte la colección, que incluía una treintena de picassos, pasase a los Guggenheim.
La muestra que ahora se expone en Bilbao se centra en la labor que la familia realizó para salvaguardar algunas de las obras maestras de la historia del arte y que hoy protege la Fundación Solomon R. Guggenheim. Toda una vida dedicada a proteger el arte en uno de los periodos más oscuros de la Humanidad que, a pesar de todo, les permitió poseer un pedazo de historia: la de algunos de los artistas más reconocidos de finales de siglo XIX y comienzos del XX.