Los jóvenes españoles piden más tecnología enfocada a la salud y el medio ambiente

El 35,4% de los jóvenes españoles de 15 a 29 años confía en las oportunidades que les brindará la tecnología en el futuro y consideran mayores sus ventajas que sus inconvenientes. Más de la mitad de ellos señalan que los desarrollos tecnológicos más necesarios tienen que ver con la salud. El 56,4% cree que necesitamos la tecnología para un mejor diagnóstico, intervención y tratamiento de enfermedades y dolencias. Sin embargo, los porcentajes bajan cuando se les pregunta sobre la probabilidad de estos desarrollos: el 39% de chicas y el 29,8% de chicos lo ven probable.

Lo mismo ocurre con los desarrollos que harían posible la sostenibilidad del medio ambiente. El 40,5% cree que la tecnología podría ayudar a generar y conservar los recursos naturales, pero solo el 20,7% considera que lo vaya a hacer.

La percepción sobre el futuro en general se asienta entre el optimismo –curiosidad (35,8%), esperanza (29,3%), motivación (27,7%)– y la incertidumbre (26,3%). La ansiedad sobre el futuro es mayor entre las mujeres, mientras que la tranquilidad y la felicidad son emociones comparativamente más frecuentes en los hombres.

Estas son algunas de las principales conclusiones del Barómetro 'Jóvenes y expectativa tecnológica', elaborado por BBVA, Fad y Google como primer trabajo del Observatorio de Jóvenes y Tecnología presentado hoy en un evento online. El barómetro se ha confeccionado mediante un panel online en el que se ha preguntado a 1.200 adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años. La muestra ha sido tomada en marzo de este año 2020.

En el acto ha intervenido la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Gobierno de España, Nadia Calviño, quien ha afirmado que “si antes pensábamos que la digitalización era importante, esta situación extraordinaria que vivimos desde marzo la ha hecho aún más urgente”. Calviño, no obstante, confía en que  “los jóvenes tienen la capacidad y la flexibilidad para adaptarse. Nosotros tenemos que darles las herramientas para que el proceso de digitalización sea seguro y respete y proteja nuestros derechos y valores”.

En su opinión, es una prioridad  “desarrollar las capacidades digitales de toda nuestra población y eso exige actuar desde el colegio”, siendo conscientes de que “la brecha digital empieza con los niños. Tenemos que cerrarla lo antes posible si no queremos que se quede nadie atrás”.

En el evento también han participado el director global de Negocio Responsable de BBVA, Antoni Ballabriga; el director de Políticas Públicas de Google España, Antonio Vargas; el presidente de Fad, Ignacio Bayón; y la directora general de Fad, Beatriz Martín Padura. Por su parte, Anna Sanmartín, subdirectora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad, ha presentado los datos del Barómetro. El acto lo ha conducido la periodista de TVE, Ana Blanco.

Antoni Ballabriga ha señalado durante su intervención que “en España, al igual que en el resto del mundo, nos enfrentamos a grandes desafíos en el ámbito de la educación como son los retos digitales: la desconexión, la falta de dispositivos para todos los estudiantes o la ausencia de competencias digitales”. Por ello, ha destacado, hemos lanzado en junio, junto a la Fad, `Educación Conectada´, “un programa  para hacer frente a los efectos de la pandemia y plantear acciones de urgencia en el ámbito educativo que asegure no dejar a nadie atrás”.

Ballabriga ha destacado la importancia de la educación para BBVA desde hace ya 15 años. La entidad dedica casi el 40% de la inversión social anual, cerca de 44 millones de euros en todo el mundo, a esta línea de trabajo y sus programas. “Desde BBVA queremos contribuir, con nuestros recursos y experiencia en transformación digital, a solucionar los grandes desafíos del sistema educativo. En definitiva, como dice nuestro propósito, poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era”, ha concluido Ballabriga.

Optimismo moderado e incertidumbre

Según Amparo Lasén, una de las autoras: “Este barómetro recoge un clima de incertidumbre que los jóvenes afrontan con optimismo estratégico, y unas condiciones vitales con relación al futuro y a los desarrollos tecnológicos que les afectan de manera ambivalente”.

De este modo, los jóvenes coinciden en destacar la formación, el cuidado de la salud y la búsqueda y elección de trabajo como los ámbitos en los creen y desean que les va a ayudar la tecnología en el futuro. En este sentido, son optimistas respecto a cómo afectarán las transformaciones futuras de la tecnología al tiempo libre, la formación y la vida laboral.

La atracción por una carrera profesional en el ámbito de la comunicación mediada por la tecnología (‘influencer’, ‘youtuber’, ‘community manager’, etc.) también es elevada. Asimismo, se observa mucho interés por  el ámbito de las tecnologías (informática, robótica, ciberseguridad, desarrollo de aplicaciones, ingeniería industrial o mecánica, ingeniería de sistemas, biotecnología, etc.)

Al mismo tiempo, casi la mitad de los jóvenes está de acuerdo en la necesaria implicación de los centros de trabajo en la formación digital de sus trabajadores. Así, un 43,8% considera que la educación formal no proporciona las competencias tecnológicas necesarias.

Por último, el 62,6% de los encuestados considera que la tecnología hará que exista más variedad en las ofertas de ocio; el 57,9%, que llevará a que estudiar será más divertido y más fácil (56,4%). Mientras, el 51,3% considera que hará que el trabajo sea más creativo. También existen segmentos críticos. De hecho, un 41,2% de los jóvenes considera que con la transformación digital del trabajo se perderán más empleos de los generados y un 32,8% afirma que aumentará la precariedad laboral.