Los fondos se mueven hacia un entorno menos favorable
Los fondos de inversión globales han registrado salidas por segundo trimestre consecutivo. Estas salidas han estado en línea con lo esperado en mercados emergentes mientras que la principal sorpresa ha sido la intensidad con la que se ha producido desde los fondos europeos. Juan Navarro, de BBVA Research, analiza lo ocurrido con los fondos durante el último trimestre.
Este mal comportamiento obedece a un entorno de mayor incertidumbre en los principales focos de riesgo: los presupuestos en Italia y el 'brexit'. De hecho, si se atiende a los datos de más alta frecuencia, se puede observar cómo las salidas de estos últimos meses de fondos europeos ya son comparables o equiparables a las que se produjeron tras el referéndum del 'brexit' en 2016 o la crisis de deuda del 2011.
¿Qué podemos esperar para los próximos trimestres?
Se ha dejado atrás un entorno muy favorable para los activos de riesgo. Este entorno se caracterizaba por una abundante liquidez en los mercados financieros, por una volatilidad a niveles mínimos históricos y grandes expectativas de crecimiento global.
Ahora, las expectativas se mueven hacia un entorno de transición mucho menos favorable para activos, como por ejemplo los emergentes o los de renta variable. Una muestra de este proceso de tránsito podrían ser todas las turbulencias asistidas durante la mayor parte de este año en mercados emergentes, así como las correcciones en índices de renta variable desarrollados sobre todo en el mes de octubre.
En adelante se espera que las salidas de mercados emergentes se sigan manteniendo. De esta forma, el escenario de Europa estará ligado muy estrechamente por cómo se desenvuelvan los principales focos de riesgo, como son el 'brexit' o la negociación de los presupuestos italianos.
¿Cuáles son las claves de este entorno menos favorable?
En primer lugar, habrá menos liquidez en mercados menos favorables: el BCE y la Fed proseguirán con su proceso de normalización de las condiciones monetarias, lo que junto con la reciente apreciación de dólar, supone un endurecimiento significativo de las condiciones de financiación globales.
En segundo lugar, la reciente desaceleración del ciclo global, que está siendo liderada por China y Europa. Por su parte, EE. UU. todavía no muestra síntomas de agotamiento, aunque podríamos ver los primeros durante el próximo año.
Por último, los focos de riesgo globales, entre los que destacan las tensiones comerciales entre China y EE. UU. y el entorno político en Europa, que constituyen un entorno poco favorable para los activos de riesgo en lo que queda de 2018 y 2019.