Los españoles empiezan a recuperar la confianza en las instituciones
Durante los años de crisis, la confianza en las instituciones públicas cayó con fuerza en España: alrededor de 40 puntos porcentuales entre 2008 y 2014. Desde entonces, y a medida que la economía española volvía a crecer y a crear empleo, los españoles han ido recuperando la fe en la justicia y, en menor medida, en el parlamento y el gobierno. Con todo, los indicadores de confianza aún se encuentran muy por debajo de los que se registraban antes de la recesión.
El capital social es un activo intangible que se manifiesta en la confianza en las personas y en las instituciones, en la cooperación, el respeto a las normas y los valores compartidos. Tiene efectos positivos sobre la economía y las actuaciones públicas, pues reduce los costes de la interacción social y facilita las decisiones colectivas.
La crisis representó un punto de inflexión en las trayectorias de mejora de muchos ciudadanos españoles. El desempleo impulsó la desigualdad, quebrando la confianza en las oportunidades laborales y en el sistema de bienestar.
Desde 2014, la economía española ha vuelto a crecer y a crear empleo a buen ritmo, pero a la confianza, fundamental para lograr la continuidad del crecimiento, le está costando remontar el vuelo. Según las estimaciones de la Fundación BBVA y el Ivie publicadas en el documento Esenciales 11, la desconfianza institucional es todavía muy elevada, aunque se está reduciendo paulatinamente.
Evolución de la confianza en distintas instituciones en España. 2003-2016 (porcentaje de población que confía en la institución) - Eurobarómtero (Comisión Europea) e Ivie / Fundación BBVA
Las opiniones manifestadas por los españoles en las encuestas posteriores a 2013 muestran mejoras significativas de la confianza en la justicia y, en menor medida, en el parlamento y el gobierno. Sin embargo, los porcentajes están muy alejados de los niveles de 2008, cuando al menos el 50% tenía fe en la labor de esas instituciones. Y en lo que respecta a los partidos políticos, la confianza continúa estancada por debajo del 10%, casi 10 puntos porcentuales por debajo de la UE.
Además, los datos sobre confianza en instituciones legislativas, políticas y judiciales que ofrece el Eurobarómetro muestran que esta caída ha sido mucho más acusada en España (más de 30 puntos porcentuales en algunos casos) que en el conjunto de la Unión Europea.
Nota: La confianza se mide en una escala 0 (no se puede confiar) – 10 (se puede confiar). Los indicadores de participación cívica son el porcentaje de la población que ha realizado trabajo voluntario o ha firmado alguna petición colectiva a las instituciones. Países incluidos son Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Hungría, Irlanda, Lituania, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rep. Checa, Suecia y Suiza. - Fuente: European Social Survey.
Los autores del informe subrayan que, cuando la confianza en las instituciones públicas escasea, encontrar soluciones de consenso a los problemas colectivos resulta más difícil, como está demostrando la realidad política española.
Más solidarios y comprometidos
En otras dimensiones del capital social la evolución ha sido muy diferente: la participación cívica ha aumentado y la confianza entre las personas se ha mantenido. Según la última oleada de la European Social Survey, el índice de confianza en la gente en España ha caído ligeramente, pasando del 5,1 en 2006 al 4,8 en 2014, un nivel muy similar al conjunto de 20 países europeos considerados (4,9).
Al mismo tiempo, durante estos años la participación cívica y el trabajo voluntario han aumentado en España: en 2014, el 20% de la población colaboraba en trabajos voluntarios y el 31% había firmado peticiones que reivindicaban mejoras para el país, lo que supone 8 y 5 puntos porcentuales más que en 2008, respectivamente.