Los desafíos de la prevención de blanqueo de capitales en el sector financiero
Los bancos globales se enfrentan a seis grandes desafíos a la hora de prevenir el blanqueo de capitales: su presencia internacional, la presión supervisora, la búsqueda de la eficacia y la eficiencia, el aprovechamiento de la tecnología, el reconocimiento del talento especialista y la sensibilización de la sociedad para colaborar con las entidades financieras.
El pasado mes de diciembre se celebró el encuentro ‘Anti-Money Laundering Challenges and Trends’, un ‘workshop’ organizado por la Universidad de Navarra en Madrid, en el que Eduardo Arbizu, director de Relaciones con Supervisores, Regulación y Cumplimiento en BBVA, junto a responsables de otras entidades, explicó el papel fundamental que ejercen los bancos en el control del blanqueo de capitales y los retos que este representa para las entidades financieras.
Eduardo Arbizu abrió el debate con una reflexión sobre lo oportuno que resulta tratar de arrojar luz sobre esta temática, teniendo en cuenta el escenario actual. En su opinión, si bien la prevención del blanqueo de capitales es una tarea sencilla de definir, resulta cada vez más difícil de llevar a cabo.
“Lo que se nos pide al sector financiero es una colaboración con la sociedad para evitar que el dinero procedente del crimen entre en el sistema financiero, es decir, que detectemos el dinero proveniente de cualquier actividad ilícita, evitemos que entre en el sistema y alertemos a las autoridades para que lo puedan perseguir”, explicó Arbizu.
El director de director de Relaciones con Supervisores, Regulación y Cumplimiento en BBVA reconoció que la actividad delictiva cada día es más compleja. Por ello, resaltó que la prevención de blanqueo de capitales es un elemento absolutamente consustancial a la actividad financiera y una de las competencias claves de las entidades bancarias.
“El sistema financiero es la sangre de la economía por donde fluyen todos los pagos que se realizan, por lo que es también el sector más eficaz a la hora de detectar indicios de blanqueo de capitales. Tenemos una ventaja competitiva en cómo combatir el blanqueo, fruto de la experiencia y la inversión que hemos realizado y esta capacidad debe ser un elemento clave de nuestra estrategia”, indicó Arbizu.
Eduardo Arbizu, director de Relaciones con Supervisores, Regulación y Cumplimiento en BBVA.
Para el director de Relaciones con Supervisores, Regulación y Cumplimiento en BBVA, son seis los desafíos en la prevención del lavado de dinero.
El primero de ellos es la presencia internacional de las entidades financieras, ya que “la regulación contra el blanqueo es todavía marcadamente local”, señaló Arbizu. “En esa tesitura, los bancos tenemos que tomar una decisión entre limitarnos a observar la legislación de cada país o -como hace BBVA- desarrollar una visión global para la lucha contra el blanqueo de capitales. Debemos fijar unos estándares mínimos, uniformes, en todos los lugares donde operamos, para que nuestra valoración de riesgo de blanqueo de capitales sea conjunta”, explicó.
La presión supervisora es el segundo de estos desafíos. Los supervisores cada vez están concediendo más importancia a la actividad de los bancos en este terreno y ampliando sus programas de actuación. Si bien Arbizu valoró positivamente esta tendencia, señaló que en ocasiones el exceso de presión podría desincentivar la realización de algunas actividades que aumentan el riesgo de blanqueo de capitales. Este fenómeno, conocido como derisking puede tener efectos colaterales indeseados. Por ejemplo, dejar de hacer banca de corresponsalía en los países en vías de desarrollo tendría un impacto negativo para negocios, colectivos e incluso el conjunto de la economía de esos países.
Otro de los desafíos es la eficacia y la efectividad de las entidades. Según indicó Arbizu, “la presión normativa y el propio impulso de los bancos está haciendo crecer exponencialmente el gasto en prevención de blanqueo de capitales, de una manera que no es sostenible. Debemos explorar soluciones, como la colaboración entre entidades, que nos hagan ser más eficaces”.
En este sentido, apuntó el cuarto desafío, el tecnológico, como el gran reto de las entidades financieras. “Debemos aprovechar la tecnología, especialmente la inteligencia artificial y el ‘big data’, para la lucha contra el blanqueo de capitales. Queda muchísimo camino por recorrer; hay aún obstáculos legales que habrá que vencer, pero, indiscutiblemente, tenemos que apoyarnos en soluciones tecnológicas que nos hagan mejorar”, dijo.
Asimismo, Arbizu habló de la importancia de reconocer el talento. “Tenemos que formar personas muy especializadas, capaces y competentes en este sector, al tiempo que reconocemos y recompensamos esa capacidad. En definitiva, hay que conseguir atraer talento al ámbito de prevención de blanqueo de capitales”.
Por último, señaló el desafío de sensibilizar a la sociedad para que colabore con las entidades financieras: “La prevención de blanqueo de capitales es una tarea de toda la sociedad. Por tanto, es necesario sensibilizar, formar y concienciar a todos los empleados, los clientes y las autoridades”. De igual manera, Arbizu puso el acento en la trascendencia que puede tener la comunicación hacia la sociedad para explicar las actividades de prevención de actividades ilícitas, con el fin de que los clientes comprendan mejor a las entidades cuando les piden información sobre sus operaciones.