Lo que se debe saber sobre el acuerdo comercial entre México y Estados Unidos
El reciente anuncio sobre el nuevo acuerdo comercial entre México y Estados Unidos en el marco de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha generado la tranquilidad en ciertos sectores que eran decisivos, pero con la información revelada hasta ahora aún existen escenarios por conocer que determinarán el impacto de este acuerdo entre ambos países.
En el observatorio económico 'Nuevo acuerdo comercial EE. UU.-México acota incertidumbre, pero no la elimina al no conocerse los textos que permitirían tener una valoración completa' , elaborado por Carlos Serrano, economista jefe de BBVA Research México, Javier Amador, Arnulfo Rodríguez y Saidé Salazar Altamirano, economistas principales, e Iván Martínez Urquijo, economista senior, se destaca que, como se esperaba, “es un acuerdo menos favorable que el TLCAN”, pero mejor a la alternativa que suponía la cancelación del tratado. Los economistas añaden que sería deseable la incorporación de Canadá.
De acuerdo con los economistas, “mientras se mantengan los aranceles de la Organización Mundial de Comercio (OMC), México seguirá siendo competitivo en la elaboración y exportación de automóviles”. Asimismo, el informe señala que uno de los aspectos positivos de este nuevo acuerdo es la consideración del sector energético en el documento, con lo cual se reducen las posibilidades de reversión de la reforma energética.
Es un acuerdo menos favorable que el TLCAN, pero mejor a la alternativa que suponía la cancelación del tratado
En lo que se refiere a las modificaciones más relevantes de este acuerdo, el análisis precisa con relación a las nuevas reglas para las exportaciones de vehículos ligeros a los Estados Unidos, que podrían contar con un arancel cero. No obstante, señala que para mantener la competitividad, estará ligado al cumplimiento de las normas consideradas para el contenido regional que deberán tener los autos, en las cuales se eleva de 62.5% a 75%, a diferencia del mínimo de 85% propuesto en un principio por EE. UU. “Actualmente, de los 38 modelos ensamblados en México y exportados a EE. UU., solo ocho serían afectados por esta nueva disposición”.
El informe explica que estas modificaciones en lo regional, si bien no son un factor que afecte a la industria automotriz, sí dependerá “sustancialmente de que se mantenga el arancel de nación más favorecida (NMF) en 2.5% para las exportaciones de vehículos ligeros a Estados Unidos”. Y establecen que aproximadamente 697,000 unidades, que es el 35% de las exportaciones de vehículos ligeros, no cumplirían con la regla de origen de 75%. Sin embargo, el incremento en el contenido regional mínimo de ese porcentaje de 75% podría significar un área de oportunidad para la mayor integración de proveedores a cadenas globales de producción de autos.
La carta paralela entre ambos países blindaría al sector mexicano de una posible imposición de un arancel de 25% por parte de EE. UU.
Además, los analistas señalan en el observatorio que este aumento del arancel de NMF incentivaría el cumplimiento de la nueva regla de origen y de la cláusula de producir entre 40% y 45% del valor de un vehículo automotriz en regiones con un salario mínimo de 16 dólares la hora. “Para ciertos trabajadores en las plantas armadoras establecidas en México, ello implicaría una duplicación del sueldo promedio actual”, que se traducirá en mayores impulsos laborales para algunos trabajadores. Es así como el incremento de sueldos en este sector podría generar competencia laboral y por ende beneficiar a otros sectores manufactureros.
Otro dato de alta relevancia en el nuevo acuerdo comercial es la firma de una carta paralela entre México y Estados Unidos que “garantiza una cuota de exportación de unidades de vehículos ligeros libre de arancel que se activaría únicamente en el escenario en el que el gobierno de EE. UU. imponga aranceles a las importaciones del sector automotriz provenientes de cualquier parte del mundo por motivos de seguridad nacional”. Con ello se “blindaría” al sector mexicano de una posible imposición de un arancel de 25% por parte de EE. UU., y mientras se mantenga este arancel se aumentará la competitividad del sector para volverlo más atractivo a las inversiones.
El documento de BBVA Research México revela que la vigencia de este nuevo acuerdo por 16 años con revisiones cada seis es una cláusula que, aseguran los analistas, sirvió para destrabar las negociaciones del TLCAN y que hoy permite que el nuevo acuerdo comercial entre ambas naciones contribuya a que la inversión privada (doméstica y extranjera) recupere su dinamismo, dé certeza a la relación comercial que existe entre México y Estados Unidos. Eventualmente favorecerá el crecimiento económico del país en los próximos años.