Lo que esconden las monedas de euro

El reverso de las monedas de euro es común en todas ellas, y muestra las tres situaciones de Europa dentro del planeta. La primera, un entorno sin fronteras (representado en las de 1 y 2 euros). La segunda, la localización de los distintos países en el continente (en las de 50, 20 y 10 céntimos). Y la tercera, todas las naciones del planeta, que aparece en forma de globo terráqueo en las monedas de 1, 2 y 5 céntimos.

De qué están hechas

No todas las monedas de euro están hechas del mismo material. Las de 1, 2 y 5 céntimos son de acero recubierto de cobre. El acero aporta tenacidad a la moneda mientras que el cobre evita su corrosión. Este material sirve también como excelente conductor. Las monedas de 10, 20 y 50 céntimos cuentan con una aleación de cobre, aluminio, zinc y estaño. Finalmente, las de 1 euro, cuentan en su interior con una aleación de cobre y níquel. Este es el mismo material que se encuentra en el exterior de las de 2 euros, que contienen en sus partes opuestas aleaciones de níquel-latón.

Según el Banco de España, las distintas monedas de euro incorporan características electromagnéticas y de lectura automática. Esto significa que son garantía de máxima seguridad, ya que se fabrican según unas especificaciones técnicas muy avanzadas. El objetivo, es dificultar extraordinariamente su falsificación y facilitan su detección.

Curiosidades sobre el euro

Los euros esconden algunos secretos que llaman la atención de los numismáticos más avezados. Por ejemplo, la moneda de 2 euros griega no incorpora ningún grabado de la rica historia de la Antigua Grecia. Lo que aparece es un antiguo mosaico romano en donde aparece una villa cerca de Esparta. Sin embargo, la cultura helena sí aparece en la misma concepción de la divisa europea. Tanto es así que el símbolo € fue elegido por la Comisión Europea en 1996 juntando la letra griega Epsilon con dos líneas paralelas como indicativo de su estabilidad.

Otras curiosidades relevantes a destacar son:

• El euro no sólo es la divisa oficial en la eurozona. Otros Estados pequeños como Mónaco, Andorra, San Marino, Vaticano o Montenegro lo utilizan y tienen incluso derecho a emitir sus propias monedas.
• Los griegos son los únicos que no los llaman euros. Al usar un alfabeto diferente, su denominación también cambia, escribiéndose ΕΥΡΩ. Los céntimos se conocen como Leptá.
• No todos los países usan todas las monedas. Por ejemplo, Países Bajos, Bélgica y Finlandia no utilizan ni emiten las de 1 y 2 céntimos. Lo que hacen es redondear al alza o a la baja los precios para evitar que las necesiten los consumidores. El motivo por el que lo hicieron es el alto coste de fabricación y distribución de estas monedas.
• Existen más monedas aparte de las oficiales. Los Estados pueden realizar emisiones destinadas sólo a los coleccionistas. Estas tienen un valor distinto y son válidas únicamente en el país que las fabrica. En España, por ejemplo, existen monedas de 12 euros que imitan anteriores ediciones conmemorativas de las de 2.000 pesetas.
• La cara común ha sufrido modificaciones. El reverso de la mayoría de las monedas de euro sólo incorporaba los países que formaban la Unión Europea en 1997. Tras las sucesivas ampliaciones, en 2007 se decidió implementar un nuevo diseño. En él aparece todo el continente europeo sin fronteras, incluidas Malta y Chipre.

Muchos bancos ofrecen ya la posibilidad de llevar a cabo el cambo de divisas directamente a través del móvil. BBVA ha desarrollado una ‘app’ que posibilita a través de nuestra cuenta y en muy pocos minutos seleccionar el tipo de billete, ver todos los detalles de la operación, elegir en qué oficina recoger el dinero y localizarla en un mapa.